Expovino Wong. Un brindis que mueve a todo el ecosistema del vino
En el Perú, pocas citas reúnen a tantos actores del mundo del vino como Expovino Wong, y la vigésima segunda edición, celebrada del 18 al 20 de septiembre en la Pelousse del Jockey Club, volvió a demostrar por qué. Más que un evento popular —donde “va todo el mundo”—, se ha consolidado como una verdadera plataforma que moviliza a todo el ecosistema enológico: importadores, bodegas, sommeliers, bartenders, distribuidores y, por supuesto, a un público cada vez más curioso y exigente.
Cifras que hablan de su alcance
- Más de 140 bodegas de 9 países trajeron sus mejores etiquetas.
- Más de 600 muestras se presentaron en la cata a ciegas oficial, evaluadas por cerca de 150 jueces nacionales e internacionales.
- Más de 130 stands ofrecieron vinos, espumantes, destilados, cervezas artesanales y licores premium.
- Se lanzaron más de 100 productos nuevos, una vitrina inigualable para novedades que difícilmente llegan juntas a otro escenario.
Estas cifras confirman que Expovino es, además de una feria de consumo, un motor de negocio que impulsa importaciones, alianzas y capacitación en servicio y maridaje.
Cultura del vino y gastronomía peruana
El mensaje central que transmiten los organizadores y los expositores es claro: promover el consumo responsable. La invitación es a conocer, catar y aprender; a entender que el vino no es solo bebida, sino cultura. Esa cultura dialoga a la perfección con la gastronomía peruana, cuya diversidad exige vinos y destilados de distintos estilos. Un cebiche pide blancos con acidez vibrante; una carapulcra agradece tintos con cuerpo; y las sobremesas dulces maridan con espumantes o incluso piscos bien elaborados.
Más que vino: destilados, cervezas y cocina de altura
Quien visita esta feria descubre que la experiencia no se limita a la copa de vino. En 2025, la propuesta incluyó cervezas de autor, piscos de edición especial, whiskies y tequilas, además de una oferta gastronómica que rivaliza con festivales de comida: restaurantes invitados, estaciones de piqueos, panes artesanales y postres que convierten cada cata en un maridaje completo.
Cada año, este festival deja claro que el vino en el Perú ya no es un lujo ocasional: es un elemento creciente de nuestra mesa y un puente con las tendencias mundiales. Al abrir espacio a etiquetas nuevas y a productos de calidad, el evento alimenta la curiosidad del consumidor y eleva el estándar de toda la cadena: desde la tienda especializada hasta el restaurante de barrio.
En un país donde la gastronomía es orgullo nacional, Expovino Wong es el compañero perfecto. Nos recuerda que, detrás de cada copa, hay viticultores, bartenders, cocineros y amantes del buen vivir que entienden que beber bien es un acto de cultura y de responsabilidad. Que sigan los brindis, pero siempre con conciencia. Salud!

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