Entre mujeres, vinos y conversación: un almuerzo con La Celia y Andrea Ferreyra
Hay almuerzos que se vuelven memorables no por lo que se planea, sino por lo que sucede entre copas, risas y conversación genuina. En esta ocasión, un grupo de mujeres —sommeliers, especialistas y entusiastas del vino como yo— nos reunimos para compartir una experiencia sensorial guiada por la enóloga Andrea Ferreyra, mente y sensibilidad detrás de Finca La Celia.
Un encuentro que ya es tradición
Cada año, en fechas cercanas a Premium Tasting, se repite algo que muchas esperamos: esos espacios donde podemos departir y conversar con enólogos y enólogas que admiramos, descubrir lo que viene y, sobre todo, disfrutar el vino desde el encuentro humano.
En mi caso, fue la primera vez que tuve la suerte de compartir mesa con Andrea Ferreyra, y la experiencia superó cualquier expectativa: una enóloga precisa, generosa con su conocimiento y dueña de una calma que se contagia.
La Celia y el alma del Valle de Uco
Fundada en 1890 por Eugenio Bustos, La Celia fue la primera bodega en plantar Malbec en el Valle de Uco. Hoy, bajo la mirada técnica y poética de Ferreyra, la bodega combina precisión con autenticidad.
Ella lo resume así: “No hacemos vinos para que se impongan, sino para que hablen del lugar.”
Y en esa frase cabe toda una filosofía: respetar el terroir, leer el suelo y traducirlo en vinos que cuentan historias sin necesidad de levantar la voz.
Cuatro vinos, cuatro formas de interpretar el origen
Durante el almuerzo degustamos cuatro etiquetas que revelan distintos matices del trabajo de Ferreyra: el Chardonnay Reserva 2024, el Malbec Reserva 2023, el Cabernet Franc Pioneer 2024 y el Malbec Paraje Altamira 2023. Todos llegan a Perú gracias a LC Group.
Cada uno mostró una faceta diferente de un mismo lenguaje: el equilibrio entre elegancia, frescura y carácter.
Chardonnay Reserva 2024
Un blanco vibrante, con fruta blanca, notas cítricas y una textura suave del trabajo sobre lías. Sin exceso de madera, es limpio, preciso y lleno de vida. Perfecto con entradas ligeras y un inicio ideal para abrir la conversación.
Malbec Reserva 2023
El clásico que encarna la identidad de La Celia: ciruelas, violetas y un toque de cacao. Boca amable, taninos sedosos, acidez justa. Un vino que no necesita imponerse: simplemente acompaña. Ideal con carnes suaves o pastas con salsas de tomate.
Cabernet Franc Pioneer 2024
El favorito de muchas en la mesa. Intenso, fresco, con notas herbales, grosellas y un toque mineral. En boca se mostró elegante, estructurado y largo. Ferreyra comentó entre risas: “El Cabernet Franc tiene carácter, pero también mucha educación.”
Malbec Paraje Altamira 2023
El cierre perfecto: un vino que refleja el alma de un suelo pedregoso y calcáreo. Textura tensa, tanino fino, notas de tomillo y tiza húmeda. Un vino de silencio y profundidad, de esos que piden tiempo y contemplación.
Más allá de los aromas y las copas, el almuerzo fue una celebración del intercambio.
Andrea habló de su equipo, de la paciencia que exige cada vendimia y de cómo el vino “no tiene género, pero sí sensibilidad”.
Nosotras compartimos percepciones, risas y esa complicidad que solo se da cuando el vino deja de ser una cata y se convierte en diálogo.
Al final, cada una se llevó algo distinto: inspiración, aprendizaje, o simplemente el gusto de haber pasado unas horas con mujeres que disfrutan con los cinco sentidos.
Porque el vino —como las buenas conversaciones— se entiende mejor cuando se comparte. Y en esa mesa, entre copas y miradas cómplices, lo entendimos todas. Salud!

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