Los Vinos del Sommelier: Joseph Ruiz y Su Selección Magistral
Joseph Ruiz Acosta no conocía el vino. Lo conoció en Central, cuando el restaurante aún no tenía menú degustación ni concepto definido. Allí, entre mesas y aspiraciones, recibió el saco de asistente de sommelier. Cuando dijo: “sí puedo”, todo cambió.
Su mentor fue José Miguel Burga, entonces el mejor sommelier del Perú. “Éramos como hermanos”, dice Joseph. Juntos estudiaban, soñaban, y se preguntaban por qué los grandes vinos del mundo no estaban en Perú. Así nació la idea de importar. Pero no sabían cómo. La empresa quedó en pausa… hasta diez años después.
Competir para aprender
Joseph se metió a fondo en el servicio. “No es tan complicado, pero hay que darle tiempo. Una o dos horas diarias. Disciplina.” En 2015 empezó a ganar concursos. Nacionales, panamericanos, mundiales. “Ahí me di cuenta de que lo que vemos en Perú no es nada comparado con el mundo. Me sentí chiquito. Me tropecé solo. No tenía coach. Pero ese fue mi mayor aprendizaje.”, nos cuenta.
Importar con propósito
En 2022, el dueño de Dominio de Freneza (Bodega familiar de la Patagonia) le ofreció importar. Joseph dijo: “Yo puedo traerlo.” Armó la empresa, buscó asesoría, formó un equipo técnico. “Soy sommelier, vivo del vino, y voy a morir con el vino. No tengo socios. Elijo lo que conozco. Lo que suma a la industria.”
Su enfoque es claro: no presiona, no vende por vender. “Quiero que lo cates, lo analices. Si no lo compras, no hay problema. Lo importante es que lo hayas probado.” Las catas son abiertas. Los vinos, limitados. “Si se acabó, se acabó. Y hay que esperar seis meses, si es que hay que esperar.”
En su constante búsqueda de vinos excepcionales, Joseph acaba de incorporar a su portafolio una joya patagónica: Casa Yagüe. Esta bodega se encuentra en el Valle de Trevelin, en Chubut, Argentina, casi tocando la frontera con Chile. Es un proyecto de autor, íntimo y familiar, llevado adelante por Marcelo Yagüe, Patricia Ferrari y sus hijas, quienes en 2014 decidieron plantar viñedos en un rincón donde el silencio pesa más que el ruido, y donde el vino nace con carácter, pero sin estridencias.
La filosofía de esta bodega es sencilla y profunda: respetar la tierra, trabajar con prácticas orgánicas, intervenir lo mínimo y dejar que el terroir hable. Y vaya que habla. Cada botella es un testimonio de ese paisaje extremo, de ese clima que desafía y de esa familia que escucha.
Probamos, recientemente cuatro etiquetas, todas con personalidad propia:
- Chardonnay 2022: Amarillo pálido con reflejos dorados, aromas de fruta blanca madura, melón y un toque mantequilloso. En boca, suave y redondo, con acidez equilibrada y un final fresco y cremoso. Un blanco que acaricia.
- Sauvignon Blanc 2022: Brillante, con reflejos verdosos. Aromas de manzana, pera y lima, con notas herbáceas elegantes. En boca, vibrante, con acidez marcada, salinidad sutil y un final limpio. Un vino que despierta.
- Pinot Noir 2023: Rojo rubí brillante con reflejos granate y tonalidad ligera, típica del varietal, que deja ver su juventud y pureza. Huele a frutas rojas frescas como cereza y frambuesa, con notas florales, herbales y un sutil fondo especiado y ahumado, gracias a su crianza en barrica BIO y uso de racimo entero. En boca es fresco, con acidez vivaz, taninos sedosos y un cuerpo medio que sorprende. Final largo, con cereza ácida, mineralidad y un eco herbal que invita a otra copa.
- Chardonnay Élevage 2022: Amarillo pálido con reflejos verdosos y dorados, limpio y brillante. En nariz, es fresco y elegante, con notas de lima, manzana verde y flores blancas. La crianza en barrica le da un toque de brioche, mantequilla y almendra tostada, sin perder su carácter vibrante. En boca, tiene buena acidez, textura cremosa y un final largo con sabor a fruta blanca y -no es que me la pase lamiendo piedras- pero sí, piedra mojada es una de las sensaciones finales.
La calidad de estos vinos no solo ha sido reconocida por expertos como el mejor sommelier del Perú, el propio Joseph Ruiz, sino también por algunos críticos de talla internacional como James Suckling, concursos y publicaciones como Decanter, Wine Time, Wines of Argentina y World´s Best Sommelier Selection 2025.
Joseph Ruiz, siempre en acción
Con esta nueva importación, Joseph reafirma su compromiso con la excelencia y la autenticidad. Casa Yagüe representa una nueva frontera en la vitivinicultura sudamericana, y su llegada al Perú es una invitación a descubrir lo extraordinario en cada copa. Salud!

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