Vinotecas: el paraíso de los amantes del vino. Más allá de las tiendas de retail.
Soy de comprar vinos en distintos tipos de establecimientos y las vinotecas son a las que más recurro. ¿Por qué? Porque me provoca seguir descubriendo etiquetas, denominaciones, cepas, formas de hacer vino, de la mano del experto o la experta sommelier a cargo. Conversé con tres de ellos, de mis vinotecas recurrentes, para profundizar en las razones por las que deberían ustedes también aventurarse a dejar, de vez en cuando, las góndolas de supermercados y visitar una buena vinoteca.
¿Por qué comprar en una vinoteca?
Entre las principales razones estarían estas tres:
- Selección y guía experta. Tanto la curaduría de las etiquetas como el nivel de conocimiento de las personas que te guían a lo largo del proceso de compra, es de un nivel muy especializado. En una vinoteca podemos encontrar siempre a alguien que nos asesore para llevarnos un vino como hecho “a la medida” de nuestro gusto, o para la ocasión o comida que lo estemos buscando.
- Diversidad de la oferta: En una vinoteca podremos encontrar etiquetas de pequeños productores, vinos de nuevas tendencias y variedad de estilos. Esto nos invitará a explorar sobre procesos de vitivinicultura que sólo se desarrollen de manera no industrializada. Tales como la viticultura de precisión, la biodinamia, la viticultura orgánica, etc.
- Conservación adecuada del producto: las vinotecas son especialistas en el manejo de la conservación de los vinos. Cuidan adecuadamente, la temperatura, la exposición a la luz, la posición, etc. Personalmente, cuando pienso en ir a comprar un vino de gama alta, prefiero hacerlo de una vinoteca, para no arriesgar la inversión en un buen producto que por almacenarse mal, termine deteriorado.
En esta vinoteca podemos encontrar etiquetas de pequeños productores. Vinos limpios, expresivos del terroir (clima, altura, tipo de suelo y todo lo que nos hable del lugar) y estilo de vinificación de vigneron. “Buscamos que nuestra oferta esté a la altura de los distintos perfiles de clientes, pero siempre adelantándonos con propuestas que consideramos joyas liquidas de pequeña producción”, nos dice Juver Aliaga de Le Caveau. También cuentan en su portafolio de productos como espirituosos, productos delicatessen y accesorios.
La Gastrónoma es la primera importadora de vinos, a los que llamamos “naturales” de Perú, con más de 13 años en el mercado. Desde sus inicios, trabajan solamente con productores cuidadosos con el medio ambiente y las personas involucradas en todo el proceso productivo. Se trata de “productores de los cuales hemos visto sus manos, y conocido la casa y la familia. Nos vemos como una empresa que puede tener un motor de desarrollo económico, pero sobre todo social y cultural.”, nos dice, Deborah “Bobito” Colmenares de La Gastrónoma.
Principalmente cuentan con una oferta de etiquetas versátil para maridar con diferentes platillos de cocina peruana. Pero además con productos como el vermouth pionero de Argentina, La Fuerza, de Sebastián Zuccardi. Así como diferentes destilados peruanos, como el Pisco Don Amadeo de Cañete o Matacuy del Valle Sagrado.
Concepto Placer se especializa en ofrecer una selección de vinos que combinan calidad, variedad y exclusividad. Su selección incluye de todo, desde vinos clásicos de conocidas regiones hasta propuestas innovadoras de bodegas emergentes. “Nos centramos en ofrecer vinos con una buena relación calidad-precio que satisfarán tanto a los conocedores nuevos como a los experimentados. Nuestro propósito es brindar una experiencia de compra que celebre la riqueza y diversidad del mundo del vino y ofrezca opciones que resalten el carácter único y la autenticidad de nuestros vinos”, nos dice Roberto “Robby” Montenegro de Romovi- Concepto Placer.
Además de su oferta de vinos, en Concepto Placer podemos encontrar productos complementarios diseñados para enriquecer su experiencia enológica. Tales como copas, decantadores y abridores especiales. Así también con una selección de productos gourmet como quesos artesanales y chocolates premium. Es decir, todo aquello que pueda complementar la experiencia de disfrutar un buen vino.