Determinando la tasa de descuento de un proyecto (parte 2)
De la entrega anterior, deben quedarle claro estos cuatro puntos:
Uno. La tasa de rendimiento que se le exige a un proyecto está en función directa de su riesgo y no del de la empresa que lo ejecuta.
Dos. Las tasas de descuento que debemos obtener son el WACC y el COK, para descontar el FCL y el FCA, respectivamente.
Tres. El COK, es decir, la tasa de rentabilidad que exigen los accionistas por invertir su dinero en el proyecto, es la única variable que necesitamos determinar.
Cuatro. Si empleamos la ecuación del CAPM para determinar el COK del proyecto, entonces sólo debemos preocuparnos por hallar el β del proyecto (βproy).
En el punto 1 pueden darse dos situaciones, tal como lo detalla el cuadro siguiente:
Arranquemos con la situación más común, es decir, cuando el riesgo del proyecto es ≠ al de la empresa. La metodología de la industria o empresa “proxy” se aplica a proyectos desarrollados por empresas sin riesgo de quiebra y tiene cinco pasos. Preste atención, que lo voy a desarrollar como si fuera un recetario:
Paso 1: Identifique a una empresa o grupo de empresas (industria) que desarrolle actividades similares, o muy parecidas, a las que hará el proyecto que está evaluando. No se preocupe que después le explico de dónde sacar esos datos.
Paso 2: Identificado el “proxy” de su proyecto, extraiga la data siguiente:
a) El β de las acciones, también conocido como βequity.
b) El ratio de apalancamiento (D/E) a precios de mercado (no, no nos interesan los valores contables).
c) La tasa de impuesto a la renta a la que está sujeta la empresa o industria “proxy”.
Paso 3: Quite el efecto del apalancamiento en el β “proxy”. En la jerga financiera, ’desapalanque’ el β. ¡Ojo!, el β de la acción de una empresa apalancada (el βequity), representa la suma del riesgo de operar el negocio y el riesgo de haber tomado deuda. El ‘desapalancar’ anula el riesgo que implica haber tomado deuda. Visto de otra manera, debemos encontrar el β que represente el riesgo de los accionistas de haber financiado el 100% de la inversión con sus fondos (también conocida como β desapalancada o βμ).
Para ‘desapalancar’ debemos aplicar la ecuación Hamada (Robert Hamada, 1972). La lógica detrás de la ecuación, es muy simple de entender, tal como detalla la siguiente secuencia:
Es importante notar que para desapalancar debemos utilizar el βequity, el D/E y la tasa de impuesto a la renta de la empresa o de la industria “proxy”.
Paso 4: Incluya el efecto del apalancamiento decidido en su proyecto. Es decir, ’apalanque’ el β desapalancado (βμ) con la estructura D/E y la tasa de impuesto a la renta del proyecto que usted está analizando. ¿Cómo hacerlo? Pues simple: utilice nuevamente la ecuación Hamada, pero ahora lo que tiene que hallar es el βproy. o el βequity del proyecto:
Paso 5: Reemplace el βproy. en la ecuación del CAPM:
¡Listo! Ya tiene la tasa de rentabilidad que los accionistas le exigirán al proyecto. No se olvide del significado de la tasa libre de riesgo (rf) y de la prima por riesgo de mercado (rm – rf). Si no se acuerda, le pido que por favor revise la entrega anterior.
En la próxima entrega, desarrollaré un caso práctico y abordaré detalles, tales como dónde encontrar la data y cómo incorporar el riesgo país al COK del proyecto.