El capital de trabajo y su financiamiento
Cuando le preguntamos a un contador por el capital de trabajo (CT), él nos dirá que es la suma del activo corriente, para después agregar, que el capital de trabajo neto (CTN), es el activo corriente menos el pasivo corriente. ¡Ojo! tenga en cuenta la sutil diferenciación entre CT y CTN. Muchas veces confundimos ambos términos.
Si abundamos en nuestras preguntas, obtendremos una definición de este
tipo: CTN positivo, significa que la empresa tiene activos de corto
plazo (activo corriente) suficientes para cubrir sus deudas de corto
plazo (pasivo corriente). Esta definición contable del CTN, hace que
mucha gente, confunda la manera como deben financiarse estos recursos.
Al enfatizar el corto plazo, nos hace pensar que debe sustentarse con
financiamientos de corto plazo. ¡Nada más lejos de la verdad! y
permítanme explicarlo a continuación.
Partamos de esta ilustración:
Si se da cuenta, esto representa exactamente la definición contable del
CTN. Si a los activos corrientes les resto los pasivos corrientes, me
quedará el CTN, ¿no? Es decir, el recuadro sombreado. El mismo que se
está financiando con… ¡aja! recursos permanentes o, lo que es lo mismo,
pasivo no corriente (deudas a plazos mayores de un año) y patrimonio
(que son fondos que no tienen fecha de devolución). En corto entonces,
el CTN debe financiarse con recursos (o fuentes) de largo plazo. ¿Esto
va contra todo lo que usted ha aprendido en sus clases de Finanzas? Le
aseguro que no.
Mírelo de este modo, imaginemos que hoy es 02 de enero. Usted es
propietario de una planta de confecciones, que tiene una capacidad de
producción de 100,000 t-shirts mensuales. Asimismo, usted sabe que, a
lo largo de los próximos 36 meses, tiene pedidos confirmados por el 80%
de la capacidad instalada. ¿Qué significa eso?, simple, usted tendrá
que financiar la producción y venta de 80,000 unidades todos los meses
(¿se acuerda del concepto de Ciclo Productivo?, sino, entonces le
pido que revise el post anterior) Es decir debe tener caja, cuentas por
cobrar e inventarios, que deberá obtener con recursos propios o de
terceros (proveedores e instituciones financieras, en ese orden).
Asumamos, que consigue créditos con proveedores por un equivalente a
20,000 unidades, eso le deja con la necesidad de financiar TODOS (así
en mayúscula) los meses el saldo (60,000 unidades). ¿Vale la pena
hacerlo con recursos de corto plazo, cuando sabe que durante 3 años
necesitará el financiamiento?, pues la respuesta es un rotundo ¡no!
Usted requerirá recursos permanentes (así en negrita y subrayado), o
sea, financiamiento a plazos mayores de un año para financiar esa
producción, que será continua y constante en el tiempo. Es decir, usted
necesitará financiar Capital de Trabajo Neto Estructural (CTNE).
Y, entonces, ¿los recursos de corto plazo para qué se utilizan? Pues
para financiar lotes de producción adicionales, que no forman parte del
plan de producción permanente. Retomemos el ejemplo anterior: Usted ya
sabía que tenía que financiar las 60,000 unidades mensuales por 36
meses; ahora imagine, que en el mes de abril lo contacta un nuevo
cliente y le pide que le venda 15,000 polos mensuales; pero sólo
durante tres meses. Dado que tiene capacidad instalada no utilizada,
aceptará el pedido con mucho agrado. Obviamente, necesitará más
recursos para invertir en caja, cuentas por cobrar e inventarios (o sea
CT), ¿cómo los financiará? Es fácil entender, que no requiere recursos
de largo plazo, pues sólo los necesitará para cubrir los costos y venta
de una producción adicional por 90 días. En ese sentido, usted acudirá
a instituciones financieras y solicitará créditos (descuento de
pagarés) a ese plazo. Cuando se cobre esas ventas, se procederá a
cancelar las facilidades crediticias solicitadas y se acabó, pues, ya
no necesitará financiar esa producción adicional.
¿Eso significa que el CTNE no puede financiarse con recursos de corto
plazo?, no, de hecho, adrede, puse la frase “debe financiarse” y no
“sólo se puede financiar”. En realidad, muchas empresas financian su
CTNE con financiamientos de corto plazo. Pero, debe tener en cuenta,
que eso es peligroso (no, peligrosísimo es un mejor término). Le hago
recordar que, en la crisis del 97-98, los bancos cesaron de prestar
dinero (de ahí que se acuñó el término “rompimiento de la cadena de
pagos”) y las empresas experimentaron serios problemas de liquidez,
pues no tenían quien les financiara sus necesidades de CT.
Imagine, que el gerente financiero de su empresa, financia el CTNE con
pagarés a 90 días. Que no se paralice la producción depende que, cada
90 días pague, y, el banco le renueve la línea de crédito. Cuando no
hay problemas económicos en el horizonte, esto funciona sin ninguna
fricción; pero si se avizoran nubarrones en la economía local o
mundial, los bancos, automáticamente, adoptarán una actitud más
cautelosa en el desembolso de los créditos. ¿Resultado?, el gerente
financiero de nuestro ejemplo, puede encontrarse en la situación que, a
pesar de ser un cliente A-1, (cumplimiento irreprochable en el pago de
sus obligaciones), el banco se niegue a renovar sus líneas de crédito
(en cristiano, se rehúse a desembolsar el dinero), con lo que la
empresa, no podrá pagar a sus proveedores, a sus trabajadores, a las
empresas de servicios, a la SUNAT; en resumen, paralizará sus
actividades y estará al borde de la quiebra. No es una pintura mental
bonita de imaginar, ¿no?
Se la pongo simple: EL CTNE, DEBE FINANCIARSE CON RECURSOS DE LARGO
PLAZO (DEUDA NO CORRIENTE O APORTE DE ACCIONISTAS). SIN EMBARGO;
NECESIDADES COYUNTURALES DE CT DEBEN FINANCIARSE CON RECURSOS DE CORTO
PLAZO (DEUDA CORRIENTE).
AVISO PARROQUIAL: Esta es la última entrega de este año. Los dejo para
que se tomen un merecido descanso de mi presencia. No me queda sino
desearles unas felices fiestas y un mejor 2011. Conmigo se
reencontrarán, si Dios lo quiere y sigo contando con su preferencia, en
la primera semana de enero.