Caja o utilidad... ¿qué prefieren ustedes?
La utilidad se deriva del estado de ganancias y pérdidas (o de resultados) y se produce cuando los ingresos del negocio, son mayores que sus gastos. Si por el contrario, los gastos son mayores, entonces, se incurre en pérdidas.
La caja, por su parte, se obtiene del flujo de caja (o tesorería) y es
la diferencia entre ingresos y egresos en efectivo, es decir, lo que
realmente entra o sale de dinero en la empresa.
La utilidad, al obtenerse del estado de ganancias y pérdidas es un
concepto netamente contable, pues este estado financiero se construye
bajo el principio del devengado, el cual nos dice que los ingresos y
gastos se registran cuando se producen independientemente se cobren o
se paguen. En tanto que, el flujo de caja, se construye bajo el
principio de lo cobrado o pagado en efectivo.
Entonces, ¿qué es más importante la caja o la utilidad? Contra lo que
muchos pudiesen pensar, la utilidad no es sinónimo de efectivo. Un
ejemplo muy simplificado y extremo le ayudará a entender lo que digo:
Imagine que tiene una empresa comercializadora y compra a sus
proveedores para luego vender a sus clientes. Asumamos que acaba de
comprar 100 unidades de mercadería a S/.1.50 y que las vendió, en su
integridad, a S/.2.00. Usted le pide al contador que registre esta
operación. A la mañana siguiente encuentra en su escritorio este
reporte:
DIA 1
Ventas S/.200
Costo de ventas -S/.150
Utilidad S/. 50
¿La operación está bien registrada? Pues, sin duda alguna, sí lo está.
Se vendieron S/.200 el día uno y no importa si se cobraron o no, según
el principio del devengado, este monto debe registrarse como ventas ese
día. Usted se frota las manos y se dice a sí mismo que este negocio es
buenísimo, pues ha obtenido un 25% de utilidad. Acto seguido, recibe la
llamada de su gerente financiero, el cual le dice que sería bueno
revisar las condiciones de la compra y venta. A sus clientes usted le
vende al crédito a 30 días; pero sus proveedores le exigen que les
pague al contado. Ahora, echemos un vistazo a cuánto efectivo le queda
luego de la operación. Para eso es necesario elaborar el flujo de caja:
DIA 1
Egresos en efectivo -S/.150.00
Saldo en efectivo -S/.150.00
Al contrario del estado de resultados, el flujo de caja registra lo
efectivamente recibido y pagado el día 1 (S/.0.00 y S/.150,
respectivamente) acuérdese que usted vendió todo al crédito y compró
todo al contado. A propósito, en la vida real, aceptar estas
condiciones implicaría que su gerente financiero es un inútil.
¿Qué opina ahora?, ¿fue un buen negocio la venta que efectuó? Observe
con atención, según el estado de resultados, se obtuvo S/.50 de
utilidad; pero según el flujo de caja, ese día se incurrió en un
déficit de caja de S/.150. Si no hay efectivo, entonces, no hay cómo
pagar a los trabajadores, al banco, a la SUNAT y, ni siquiera, los
dividendos a los cuales usted tiene derecho. En resumen, y siguiendo
este sencillo ejemplo, la utilidad no garantiza que se tenga efectivo
para seguir operando el negocio.
Ya los americanos lo saben y tienen un aforismo que resume todo esto:
“Cash is king” (¡la caja es el rey!). Luego de esta explicación, ¿qué
prefiere usted, entonces, tener caja o utilidad?