La ley cripto peruana vista desde Estados Unidos
Esta semana tuve la oportunidad de conversar con Anessa Allen Santos, una abogada estadounidense y destacada líder de opinión experta en criptoactivos y especializada en la representación de empresas tecnológicas innovadoras. Anessa es exalumna de la Escuela de Negocios Saïd de Oxford, la Facultad de Derecho de la Universidad de Dayton y la Facultad de Artes Liberales de la Universidad de Wright State. También es una Magistrada Especial cualificada judicialmente y testigo experta en asuntos relacionados con tecnología financiera, colaboradora habitual en Forbes, autora de artículos académicos y experimentada gestora de intereses. Es oradora invitada en eventos selectos, incluyendo en el National Press Club, en el Capitolio y para el Florida Bar Association, entre otros. Ha recibido varios reconocimientos por su trabajo en tecnología Blockchain, como una de las 100 personas top en Finanzas, Emprendedora Independiente del Año por los Premios Stevie y el reconocimiento al Mejor Token ESG/SDG de Coinstreet Partners.
Durante nuestra conversación mencionó su interés en la “Ley Marco de Comercialización de Criptoactivos” (en adelante, la “Ley Cripto”) cuyo proyecto ha sido recientemente aprobado por la Comisión de Economía del Congreso Peruano así como su preocupación por el riesgo que supone regular dicha tecnología sin el adecuado sustento técnico y sin evaluar el camino transitado por otros países que ya lograron regularla sin afectar la innovación y el desarrollo empresarial de sus ciudadanos. Asimismo, tuve la suerte de que compartiera conmigo sus reflexiones sobre la Ley Cripto, las mismas que, con su autorización, ahora pongo a su disposición:
A menudo me piden que imparta conferencias sobre el marco regulatorio en evolución que rige los activos digitales y la tecnología de registros distribuidos tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, y que colabore con el desarrollo de normas para su gobernanza a nivel federal y estatal. Llegué a esta posición no por casualidad, sino en profunda búsqueda de una solución al problema de la exclusión financiera que afecta a un número significativo de estadounidenses y a un número aún mayor de migrantes. La solución, como explicaré mas adelante, reside en el código de programación de las cadenas de bloques de Bitcoin y Ethereum, y no en otras cadenas de bloques como IBM Hyperledger Fabric, por ejemplo.
La documentación que establece la identidad legal de una persona es la puerta de entrada a la vida moderna. Sin ella, no puedes votar ni conducir, ni puedes abrir una cuenta bancaria ni acceder a los servicios gubernamentales. Según el Banco Mundial, más de mil millones de personas no tienen forma de demostrar su identidad, y entre ellas hay un creciente número de millones de refugiados. Aunque aquellos protegidos por la Convención de las Naciones Unidas de 1951 sobre Refugiados reciben documentos de identidad y viaje por parte de los países anfitriones, estos documentos pueden ser olvidados, destruidos o robados. Estas personas están excluidas del sistema bancario moderno y, con él, de cualquier esperanza de prosperidad económica. Sin más opción que realizar transacciones en efectivo físico o digital, deben operar en una economía oculta, donde son más vulnerables al robo y otros delitos violentos. Lo que necesitamos es un nuevo sistema financiero, un sistema mejor, accesible para todos y que respete el derecho de las personas a la soberanía financiera, esto es, libre de interferencia gubernamental irrazonable.
Durante años, la Alianza ID2020 de las Naciones Unidas buscó una solución basada en cadenas de bloques para la exclusión financiera que fuera personal, permanente, portátil y privada. Personal, en el sentido de que solo se vincula al sujeto de los datos. Permanente, desde la cuna hasta la tumba. Portabilidad que incluya todas las jurisdicciones a nivel mundial, y privada, accesible solo por el dueño de los datos. Cuando entendí completamente cómo es que las cadenas de bloques de Bitcoin y Ethereum están programadas de manera única y específica para lograr estos objetivos, participé en varios cursos en la Escuela de Negocios Said de la Universidad de Oxford para aprender cómo implementar de manera responsable soluciones de cadenas de bloques y tecnología financiera en el gobierno y los negocios.
Aunque estudié y di conferencias mucho antes de asistir a Oxford, había ciertos principios que aún tenía que aprender, a saber, la importancia de determinar la forma cómo se entrega el elemento necesario de identidad. Mi entusiasmo por la Alianza ID2020 para resolver la exclusión financiera fue rápidamente apagado por un querido profesor con una simple pregunta: cada vez que una autoridad gubernamental central tiene acceso a un registro de la identidad, ubicación y finanzas de todos, ¿qué sucede? Cuando me hicieron esta pregunta, mi rostro cayó. Sabía la respuesta porque había estudiado esto en detalle en mis cursos de pre-grado sobre derechos humanos y diplomacia. La respuesta era “genocidio” y “terrorismo liderado por el gobierno”. La solución, explicó mi profesor, eran las aplicaciones bancarias basadas en cadenas de bloques con pruebas de conocimiento cero (Zero Knowledge Proof – ZKP), un tema que va mucho más allá del alcance de este artículo.
Desde entonces, las aplicaciones de cadenas de bloques para la banca y los servicios financieros han explotado en el escenario global. Si bien algunos proyectos como Bitcoin y Ethereum son completamente legítimos, otros como FTX son totalmente corruptos. Como reconoce acertadamente la Ley Cripto, la industria está plagada de fraudes que se aprovechan de consumidores, empresas e incluso gobiernos desprevenidos que pueden no estar atentos a los detalles más finos de cómo se programa una cadena de bloques para sus capas de protocolo, red y aplicación. No obstante, como han demostrado acertadamente el Reino Unido, Suiza, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos, los gobiernos que implementan de manera reflexiva tecnologías financieras en un entorno favorable para los negocios impulsan el crecimiento y el desarrollo económico. Atraídas por políticas amigables, las empresas aportan comercio y contribuyen a la base impositiva en crecimiento de un gobierno. Si esos ingresos se invierten adecuadamente en infraestructura pública y en proyectos adicionales de desarrollo empresarial, el ciclo se repite y una nación se transforma.
El Congreso del Perú merece aplausos por emprender la tarea extremadamente difícil de regular las cadenas de bloques y los activos digitales. En comparación, por primera vez en generaciones, el gobierno federal de EE. UU. ha trabajado para bloquear una industria completa por ninguna otra razón que no sea el proteccionismo, ¡un acto que es completamente contrario al espíritu del capitalismo! Sin embargo, por mucho que aplauda el esfuerzo, advierto enérgicamente contra la emisión de normas que sean vagas, demasiado amplias, sin objetivo claro, aplicación o medios de ejecución. Siempre que se redacte legislación que tenga el poder de elevar o hundir a una nación, es imperativo recordar el principio “no regular es mejor que regular mal”. Con eso en mente, recomiendo los siguientes pasos a cualquier nación que desee implementar una legislación significativa dirigida a las cadenas de bloques y activos digitales.
- Desarrollar un marco regulatorio: Desarrollar un marco regulatorio integral para la adopción, integración y promoción de la tecnología Web3 que aborde, como mínimo, una taxonomía definida, fiscalidad y cuestiones regulatorias clave, como intermediación, custodia, transferencias P2P e intercambio libre.
- Crear un grupo de trabajo especializado en cadenas de bloque y activos digitales: La creación de un grupo de trabajo dedicado a desarrollar el marco regulatorio es fundamental para el éxito. El grupo de trabajo debe designar representantes expertos de sectores clave, incluido el gobierno, el derecho, la banca y las finanzas, la fiscalidad y la contabilidad, la innovación y la tecnología, y los negocios. Es importante que este grupo de trabajo tenga la autoridad para crear comités para temas específicos.
- Definir objetivos claros. El grupo de trabajo debe tener un mandato claro para presentar un informe y recomendaciones al Congreso para un marco regulatorio que aborde objetivos clave, como la protección del consumidor, el crecimiento económico, la expansión de los servicios financieros, el fortalecimiento de la moneda fiduciaria y el reconocimiento del derecho que tenemos para realizar transacciones en efectivo, efectuar liquidaciones en oro y plata, así como medidas para hacer efectiva la aplicación y exigibilidad del nuevo marco regulatorio.
- Considerar ejemplos de éxito y fracaso: En el cumplimiento de su mandato, se debe exigir al grupo de trabajo que realice un análisis comparativo con otras naciones que hayan tenido éxito o fracasado en la implementación de un marco regulatorio que aborde los objetivos identificados por el Congreso.
- Incorporar medidas de protección de la privacidad y protección de datos personales. En esta nueva era de inteligencia artificial y grandes datos, es fundamental que nuestras identidades digitales reciban las mismas protecciones de privacidad que nuestras identidades físicas. Sin ellas, los ciudadanos de una nación están sujetos a una explotación y degradación continuas que tienen un impacto económico adverso. La tecnología de cadenas de bloques y activos digitales toca inherentemente información personal identificable, por lo que el grupo de trabajo debe considerar la conveniencia de abordar estos asuntos.
- Desarrollar una visa de nómada digital. La pandemia nos enseñó que las naciones que invitan a trabajadores remotos por un tiempo disfrutan de sus contribuciones a las economías locales mientras mantienen la integridad de los mercados laborales para los trabajadores autorizados. Proporcione un medio para que los trabajadores remotos mejoren su visa para establecer negocios innovadores y brindar empleo a los residentes.
- Generar apoyo público a través de la transparencia y la colaboración. Para fomentar la confianza entre un gobierno y sus ciudadanos, las actividades para desarrollar el marco regulatorio deben estar disponibles para su revisión pública brindando oportunidades de comentario antes de la implementación. Mi carrera me ha enseñado que el público puede ser de gran ayuda para el desarrollo de regulaciones significativas.
- Ejecución. La regulación sin ejecución carece de sentido. El Congreso aprueba leyes, pero los organismos administrativos explican y aplican esas leyes emitiendo reglamentaciones detalladas para su aplicación en el comercio. La ejecución también proporciona un sentido de justicia (estado de derecho), infunde un sentido de respeto y genera ingresos para el gobierno.
El gigante bancario JPMorgan fue la primera institución financiera en lanzar una cadena de bloques privada y permisionada así como una criptomoneda nativa llamada “JPM Coin” para permitir la transferencia instantánea y el registro de activos de múltiples bancos y múltiples monedas. Ahora, Forbes, NASDAQ y la firma global de gestión de activos Blackrock se han unido a la ola de las cadenas de bloques, llamando a la inevitable tokenización de todo. Las cadenas de bloques y la tokenización de activos están aquí para quedarse, pero los innovadores necesitan reglas claras para asegurarse de que estas tecnologías se implementen de manera responsable. Como han demostrado otras naciones, los gobiernos que proporcionan una guía regulatoria clara con límites diseñados para fomentar el crecimiento y la madurez de la industria son los grandes ganadores en este espacio.
Las reflexiones de Anessa nos dejan muchos temas para considerar antes de correr aceleradamente en la promulgación de una ley con muchas falencias y que, además, ha recibido serios cuestionamientos por diversas autoridades y especialistas en el tema. Considero que es momento de una pausa en el proceso de aprobación de la Ley Cripto para sentarnos a discutir acerca de lo que buscamos como país en materia de criptoactivos así como la forma en que debemos enfocarnos para lograr que esta tecnología coadyuve al desarrollo económico y social de nuestros compatriotas. Como decía Napoleón: “Vísteme despacio que tengo prisa”.