Un rey no mata a los mensajeros
Vlad Tepes, o Vlad Draculea, príncipe de Valaquia es uno de aquellos extraños personajes de la historia humana que disfrutaba tanto torturando y empalando a sus enemigos que su vida dio origen a la leyenda de los vampiros a través de la famosa historia del Conde Drácula contada por Bram Stoker la cual sigue muy vigente hasta nuestros días. Cuenta la leyenda que en una ocasión Vlad, molesto porque unos mensajeros rehusaron quitarse sus turbantes, no encontró mejor manera de amonestarlos que clavándoselos al cráneo para que el remitente supiera que -hasta los mensajeros–debían adecuarse a sus costumbres. La labor de mensajero, en esas oscuras épocas era, pues, muy peligrosa ya que, en caso de portar malas noticias, se exponían usualmente a ser eliminados o, en el mejor de los casos, torturados por los iracundos receptores.
En las últimas semanas he tenido acceso a algunas sentencias extranjeras (antiguas y recientes) en donde no sólo se discute el rol de los buscadores (“Search Engines”) dentro de la estructura de funcionamiento de Internet sino que también se trata de dilucidar si son, de algún modo, responsables por los resultados que publican. A continuación, quisiera compartir con ustedes algunas de los argumentos discutidos en las mismas:
1) Graciano vs. Google & Eric Schmidt (ver aqui)En este caso, Graciano Palomo demanda a Google porque en sus resultados de búsqueda se encuentran diversas páginas que informan acerca de una investigación en la que el demandante era parte. El demandante señala que esto constituye una intromisión en su derecho al honor y solicita a Google el retiro de estos resultados de sus páginas pues al permitir que miles de personas accedan a las páginas que contienen la información se está generando un efecto multiplicador.2) Paola Krum vs. Yahoo & Google (ver aqui)La demandante solicita que Yahoo y Google la indemnicen por el daño causado al haber publicado resultados en los cuales se vincula su nombre a diversas páginas de contenido erótico o pornográfico. También solicita se abstengan de incluir su imagen en los resultados de sus búsquedas y que eliminen toda vinculación entre su nombre y los sitios que la mencionan. Señala que los buscadores son responsables ya que si ellos no existieran, los sitios en cuestión resultarían desconocidos o ignorados por la mayoría de usuarios.3) VDC vs. Yahoo & Google (ver aqui)Al igual que el caso anterior nos encontramos frente a la demanda de una modelo y actriz cuya imagen es vinculada a páginas eróticas y pornográficas que estarían causando un grave daño a su carrera. Se solicita una indemnización por el uso no autorizado de su imagen por los buscadores.
Como podemos ver en todos estos casos, los demandantes pretenden atribuir responsabilidad a los buscadores por los resultados que publican argumentando que, gracias a ellos, la información contenida en algunas páginas, de otro modo desconocidas, ha alcanzado a usuarios que de otro modo no la hubieran conocido. Es decir, al permitir que los usuarios encuentren lo que están buscando, los buscadores están cumpliendo un rol de facilitadores o “complices” de aquellas páginas que publican contenido ilegal, no autorizado o falso. Sostienen también que los buscadores deberían realizar alguna labor de revisión o filtrado de los resultados que distribuyen de tal forma que solo sean conocidos aquellos que no afecten derechos de terceros.
¿Qué es un buscador?
Al inicio de la era de Internet, los contenidos que circulaban en ella se caracterizaban por ser producidos por muy pocas personas o entidades, eran pocos en cantidad y eran fácilmente ordenables y, si me permiten el neologismo, encontrables.
Con el paso de los años, con el crecimiento del acceso a la Web y con la aparición de herramientas que democratizan la producción de contenidos; los que éramos meros consumidores de información producida por otros nos convertimos en productores de contenido en cantidades sorprendentes de tal forma que si grabáramos toda la información “colgada” en Internet durante el año 2012 (alrededor de 2 trillones y medio de bytes) podríamos formar una torre de DVD’s que alcanzaría hasta la luna y regresaría a la tierra.
Como es lógico, con este volumen de información, es necesario que alguien nos brinde una ayuda para que podamos encontrar la información que necesitamos. Esa es justamente la labor de los buscadores, encontrar la información que existe en Internet y permitir que los usuarios puedan acceder a ella. Para eso utilizan software y algoritmos -que no viene al caso explicar ahora–que rastrean la Web en busca de contenido para ordenarlo, sistematizarlo y hacerlo accesible. Como es lógico, los buscadores no realizan una revisión, edición y censura de la información que aparece en sus resultados. Es decir, son meros mensajeros de aquellos mensajes “colgados” por aquellos millones productores alrededor del mundo.
Desde nuestro punto de vista, esto sucede no solo porque es materialmente imposible sino porque hacerlo implicaría la utilización de criterios que resultarían cuestionables para algún grupo humano. Es decir, los buscadores no deberían tener el poder de determinar que es aquello a lo que los usuarios “tenemos derecho” a acceder sino que, por el contrario, deberían limitarse a transmitir la realidad de la Web tal y como es. De lo contrario, nos encontraríamos con buscadores cumpliendo un rol de “guardianes de la web” determinando a su solo criterio lo bueno y lo malo.
Responsabilidad de los Buscadores
Dentro de este contexto, así como creemos que no sería bueno tener buscadores que censuren el contenido que enlazan, no consideramos recomendable atribuir responsabilidad a los buscadores por los contenidos que enlazan ni encomendarles la labor de filtrar aquello a lo que podemos tener acceso. Hacerlo podría afectar gravemente el funcionamiento de Internet o frenar la creación de contenidos o los emprendimientos que día a día surgen en la Web. Así un buscador podría, inclusive, determinar que no se acceda a determinada página en particular para bloquear un mensaje que no le convenga o para frenar a un competidor.
Del mismo modo, entendemos que el bloqueo, censura o filtrado de un resultado en un buscador debiera hacerse, única y excepcionalmente, sólo en cumplimiento de una orden debidamente emitida por una autoridad competente y sujeta al debido proceso. En efecto, así como el buscador podría asumir los roles censores descritos anteriormente, podría darse el caso en que un gobierno pudiera ordenar el bloqueo de un determinado contenido adverso a sus ideas por lo que debemos ser muy rigurosos en el manejo de las órdenes de censura o filtrado de resultados.
Como consecuencia de ello, si el buscador enlaza algún contenido de un tercero que viola alguna norma, no es cierto o resulta ofensivo somos de la opinión que el afectado debiera dirigir sus reclamos contra el titular de la página y que los jueces y autoridades no debieran atribuir responsabilidad a los buscadores por contenido puesto en circulación por un tercero.
Para terminar, los dejo con una frase de Alejandro Magno al respecto: “Usted teme el castigo y pide por su vida. Lo dejaré libre y usted verá la diferencia entre un rey griego y un tirano bárbaro. No espere sufrir ningún daño de mí. Un rey no mata a los mensajeros.”