Gobierno debe agradecer a la minería
Va a resultar paradójico que, a fin de cuentas, sean los sectores primarios, en particular la minería (a la que este gobierno ha satanizado como parte del modelo primario-exportador), la actividad que ´salve´ a Humala de terminar su mandato con una tasa de crecimiento de económico decorosa.
Hoy la tasa de crecimiento del PBI ha disminuido de entre 6.5% y 7% anual que registraba hasta el 2011, a niveles entre 2.5% y 3.2% proyectado para este año actualmente (por debajo del crecimiento potencial, ahora entre 4% y 4.5% según el BCR). Sin embargo, ese resultado hubiese sido peor sin el repunte que se está observando, desde el segundo trimestre de este año, de la actividad productiva primaria, al punto que ha contribuido con 1.8 puntos porcentuales al crecimiento del PBI (que fue de 3%) en ese mismo período, según estima Macroconsult.
Este repunte del producto primario en el segundo trimestre se explica en gran medida por el aumento sostenido de la producción de proyectos mineros que ingresaron recién, como Toro Mocho y Constancia y de la recuperación de Antamina. Y esta tendencia no sólo seguirá, sino que podría incluso mejorar en el segundo semestre del año, y en el 2016.
Entonces, del crecimiento esperado del PBI para este año (3.1% según el BCR), un tercio se explicará por la minería. Para el próximo año se espera un crecimiento mayor de la economía (4%), pero la contribución de la minería en dicho crecimiento también será importante (algunos estiman en al menos 1.5 puntos) con el ingreso de Las Bambas y otros proyectos.
Es decir, sin la minería el crecimiento del PBI de estos dos últimos años habría estado alrededor de 2%. Por lo que el gobierno actual debería agradecer que esos proyectos mineros se hayan impulsado en períodos anteriores y que hayan salido ahora, a pesar de todos los obstáculos burocráticos y sobre regulaciones ambientales, porque de lo contrario el crecimiento sería aún menor.
Pero no sólo importa el nivel de crecimiento sino la composición, como he señalado antes en esta misma columna. El crecimiento de los sectores ligados a la demanda interna será muy pobre este y posiblemente el próximo año, lo cual le pegará más al empleo y a los ingresos de la población, que ya muestran desaceleración. Podemos anticipar por lo tanto que, a diferencia de este gobierno, el próximo encontrará varios desafíos entre ellos recuperar el ritmo de crecimiento que se requiere para disminuir la pobreza (al menos 4%) de manera sostenida e importante.