El potencial y los desafíos de los clusters industriales peruanos
Por Leandro Mariátegui, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica del Perú.
Los clusters industriales, además de permitir una mejor comprensión de la estructura productiva nacional, contribuyen a generar ventajas competitivas basadas en el conocimiento y la innovación.
Entre los principales clusters destacan el minero-metalúrgico, que integra empresas dedicadas a la producción de insumos esenciales como explosivos y bolas de molino. También incorpora actividades vinculadas a materiales de construcción, suministros energéticos y servicios empresariales. Estos se localizan en el sur del país (Moquegua, Tacna, Arequipa), en la región central (Junín, Lima, Pasco) y en el norte, particularmente cerca de Cajamarca. Asimismo, se identifica un cluster auxiliar situado entre los mineros, con presencia, principalmente, en Lima y Arequipa.
Otros clusters relevantes por su desarrollo y orientación exportadora son el textil y el pesquero. Este último agrupa a productores de insumos, como astilleros, redes y derivados del petróleo, manteniendo además vínculos estrechos con industrias metalmecánicas, servicios portuarios y financieros. Su ubicación predominante se concentra en el norte (Chimbote, Paita, Salaverry) y en la costa central (Callao, Supe, Huacho). Respecto al sector textil y de confecciones, posee relaciones estratégicas con proveedores de insumos de los sectores químico y energético, además de suministradores de algodón y otras fibras para hilados y tejidos. Este cluster se ubica mayoritariamente en Lima y Chincha.
Cabe mencionar también el agroalimentario y agroindustrial, el cual se compone de productos de los sectores agrícola, alimenticio, azucarero y de bebidas, así como de materias primas agrícolas y su procesamiento para elaborar productos finales de diversas industrias. Igualmente, el de construcción figura entre los más representativos, al comprender la producción de insumos para edificación de viviendas, centros comerciales e infraestructura vial, entre otros. En esta actividad participan sectores como minerales no metálicos, productos metálicos, cerámica y construcción propiamente dicha.
Retos de los clusters
A pesar de estos avances, persisten desafíos significativos. Entre ellos, la elevada dependencia de insumos, maquinaria y equipos importados, lo que limita la autonomía y la capacidad productiva e innovadora local. También resulta indispensable que los clusters incorporen tecnologías de vanguardia y nuevas formas de innovación para sostener su competitividad.
Desde el ámbito estatal, se requiere fortalecer la infraestructura y promover el encadenamiento productivo entre empresas grandes, medianas y pequeñas, simplificar los procesos administrativos. Adicionalmente, debe evitarse la competencia desleal, el dumping y el comercio ilícito. Estas acciones son fundamentales para elevar la competitividad y garantizar un desarrollo industrial sostenible. Por otro lado, la falta de políticas claras, y los altos costos logísticos por brechas de infraestructura, entre otros factores, reducen la competitividad tanto en el mercado interno frente a importaciones, como en los mercados internacionales.
En conclusión, los clusters industriales en Perú tienen potencial, especialmente en los sectores textil, agroexportador, metalmecánico y TIC, pero enfrentan desafíos importantes como poca articulación empresarial e infraestructura limitada.
Las redes de cooperación entre universidad y empresa son clave para fortalecerlos, apoyando en la transferencia de tecnología, la formación de profesionales especializados, la realización de proyectos conjuntos de I+D e incluso el uso compartido de laboratorios. Existen casos exitosos en el mundo, como los “training centers” en Corea del Sur o el País Vasco, donde más del 60 % de los proyectos empresariales se realizan en colaboración con universidades. Adicionalmente, las políticas estatales de incentivos impulsan el desarrollo de los clusters; por ejemplo, mediante beneficios tributarios para investigación y desarrollo, fondos concursables como Innóvate Perú, incentivos fiscales para el encadenamiento productivo, parques industriales, zonas francas con ventajas tributarias, infraestructura adecuada, trámites ágiles, regulaciones acordes con la realidad nacional y políticas sectoriales como la Ley de Promoción Agraria.
Países como Alemania, Corea del Sur, Italia, España, China y Japón lo han logrado. Perú tiene el potencial necesario; el reto es seguir fortaleciendo el trabajo conjunto entre empresa privada, universidad y Estado.

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