Sostenibilidad que suma: ¿cómo las empresas pueden ser ecoamigables sin perder rentabilidad?
Por Leandro Mariátegui, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
En la actualidad, ser ecoamigable es también una oportunidad para las empresas de diferenciarse y mejorar su rendimiento.
A continuación, presento algunas estrategias que las pueden ayudar.
- Implementar prácticas sostenibles en la cadena de suministro. Trabajar con proveedores que compartan valores de sostenibilidad y apliquen métodos respetuosos con el medio ambiente puede reducir significativamente el impacto ambiental de las operaciones. Un ejemplo destacado es Patagonia, cuya iniciativa de reciclaje de materiales y colaboración con socios sostenibles ha marcado un referente en la industria textil.
- Desarrollar productos y servicios sostenibles. El diseño de artículos y soluciones ecológicas no solo permite destacarse en el mercado, sino también captar a consumidores conscientes. Un ejemplo es la empresa de electrodomésticos Bosch, que ha lanzado líneas de productos con alta eficiencia energética (como lavadoras y refrigeradores), reduciendo el consumo de agua y electricidad sin comprometer su rendimiento.
- Reducir residuos e implementar programas de reciclaje. Minimizar desechos no solo beneficia al planeta, sino que también optimiza costos. Unilever, por ejemplo, logró disminuir sus residuos en un 50% gracias a un sistema de reutilización de envases.
- Comunicar de manera transparente las prácticas sostenibles. La honestidad al informar sobre los esfuerzos ambientales fortalece la confianza de los clientes y mejora la reputación corporativa. L’Oréal, al publicar informes detallados sobre sus avances en sostenibilidad, ha reforzado su imagen como marca comprometida.
- Reducir costos mediante eficiencia energética. Adoptar medidas como el uso de iluminación LED o la optimización de sistemas de climatización disminuye el gasto en energía y el impacto ecológico. Google, por su parte, redujo un 30% su consumo energético con un innovador sistema de enfriamiento de datos.
- Invertir en tecnologías limpias. Las energías renovables, como la solar o eólica, no solo reducen la huella de carbono, sino que generan ahorros significativos a largo plazo.
- Fomentar una cultura de sostenibilidad interna. Involucrar a los colaboradores en prácticas responsables crea un sentido de pertenencia y compromiso. Microsoft, con su programa integral de sostenibilidad, ha logrado que todos sus empleados participen activamente.
- Colaborar con otras organizaciones sostenibles. Alianzas con entidades afines permiten compartir conocimientos y potenciar el impacto positivo. H&M, en asociación con el World Wildlife Fund, ha implementado mejoras significativas en su cadena de suministro.
La idea de que la sostenibilidad es costosa es un mito. Si bien requiere inversión inicial, sus beneficios económicos y ambientales la hacen rentable. Además, las empresas sostenibles atraen a consumidores más leales, mejoran su reputación y abren nuevas oportunidades de negocio.
En definitiva, ser ecoamigable sin afectar el rendimiento exige una estrategia integral que combine eficiencia, innovación y transparencia. Las compañías que adopten este enfoque contribuirán a un futuro más sostenible y también ganarán competitividad.

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