Docentes que nos devuelven la esperanza
Jonathan Golergant
Rector UTP
Marta es una profesora investigadora que tiene como uno de sus objetivos fomentar la presencia de las mujeres en las disciplinas STEM. Cuando vio el potencial en Ana, una estudiante tímida de ingeniería, la animó a participar en un proyecto de investigación que ella lideraba. Gracias a su guía y apoyo constante, Ana ganó confianza y presentó su trabajo en una conferencia internacional, que le abrió las puertas de una carrera en investigación que nunca había imaginado. Ahora Ana participa en los Semilleros de Investigación de la UTP en los que docentes y alumnos se unen para realizar proyectos con impacto positivo en la comunidad. Ana ya está en octavo ciclo y tiene cuatro artículos publicados.
El profesor Luis, pionero en el uso de tecnologías en el aula, creó un curso interactivo de programación. Miguel, un estudiante con dificultades en el aprendizaje tradicional, floreció con este nuevo enfoque. La relación de confianza que se estableció entre Miguel y Luis, permitió que Miguel pudiera pasar horas programando y se motivara a seguir aprendiendo y explorando. Sus habilidades técnicas mejoraron drásticamente, llevándolo a obtener una pasantía en una empresa de tecnología líder en el mundo. Miguel está entrenando a otros jóvenes que ingresan a la compañía donde trabaja. Cuando los capacita, recuerda a su profe Luis.
Julia es profesora de “Introducción a la Vida Universitaria”, un curso de primer ciclo, transversal a todas las carreras de UTP, en el que los estudiantes, muchos ellos de primera generación, se familiarizan con la experiencia universitaria y con la carrera que les interesa. Julia siempre dedicaba tiempo extra a sus estudiantes, sabía cómo estaban en los otros cursos que llevaban durante su primer ciclo, veía los reportes de asistencia a clases y contactaba a los estudiantes que no estaban entregando trabajos a tiempo para saber qué pasaba con ellos. Carlos, un alumno que enfrentaba problemas personales y quería abandonar sus estudios encontró en ella un apoyo incondicional. Gracias a los consejos y a la empatía de Julia, Carlos no solo mejoró sus calificaciones, sino que también desarrolló una visión más positiva de su futuro y decidió seguir estudiando en la universidad.
El profesor Alejandro enseña “Ética y Ciudadanía”. Cree firmemente en que la universidad debe ser una escuela de ciudadanos. Promueve con entusiasmo entre sus estudiantes la necesidad de fortalecer la democracia, el estado de derecho y el imperio de la ley. Adicionalmente, se involucra activamente en las campañas de responsabilidad social que fomenta la universidad pues entiende que la participación activa en problemas comunitarios es fundamental para ejercer una ciudadanía responsable. Durante el último año, ha estado involucrado con sus estudiantes en el programa “Colegio Seguro”, un programa que la UTP desarrolla en ocho regiones del país. “Colegio Seguro” está orientado a capacitar a estudiantes y docentes de diferentes escuelas del país para que estén preparados ante desastres naturales como el Fenómeno El Niño. El programa aborda gestión de riesgos, primeros auxilios, y evacuación de personas. Además, permite realizar una revisión técnica de la infraestructura de los colegios y entregar mapas de riesgos, señalización y vías de evacuación. A través de “Colegio Seguro”, Alejandro ha ayudado a formar a decenas de estudiantes voluntarios en primeros auxilios, rescate y técnicas de evacuación.
Las historias de Marta, Luis, Julia y Alejandro son testimonio del impacto profundo y duradero que los docentes universitarios pueden tener en la vida de sus alumnos. A través de su pasión, dedicación y compromiso, los buenos docentes no solo enseñan materias académicas, sino que también moldean futuros, inspiran confianza y fomentan el crecimiento personal y profesional. Cada uno, con su estilo único y su enfoque particular, demuestra que la verdadera esencia de la educación radica en la capacidad de transformar vidas y construir comunidades más fuertes y solidarias. Que este Día del Docente Universitario, que celebramos en julio, nos permita agradecer y honrar a esos educadores que nos devuelven la esperanza en un Perú mejor.