MinerIA: del subsuelo al algoritmo
Por: Sandor Lukacs de Pereny, Ph.D. Profesor de ESAN Graduate School of Business.
La minería mundial vive un punto de inflexión. Lo que alguna vez fue una industria intensiva en mano de obra y fuertemente dependiente del instinto humano, hoy se transforma en un ecosistema gobernado por datos, sensores y algoritmos. La llamada Minería 4.0 está reconfigurando los cimientos del sector: desde la exploración y el transporte, hasta la gestión ambiental y la seguridad laboral. En este nuevo paradigma, el Perú no es un observador, sino un actor clave. Con su destacada producción de cobre, zinc, plata y oro —minerales estratégicos para la transición energética global—, nuestro país tiene el potencial de convertirse en un laboratorio natural para la adopción tecnológica.
Según el Ministerio de Energía y Minas, la inversión minera acumulada durante el primer semestre de 2025 superó los US$ 2,300 millones, y se espera que los proyectos en evaluación alcancen los US$ 5,900 millones hacia fin de año. Sin embargo, la nueva carrera no se libra solo en toneladas extraídas, sino en bytes procesados. Las minas del futuro competirán por su capacidad para interpretar datos, automatizar decisiones y operar con eficiencia energética y sostenibilidad ambiental.
Sobre IA, automatización y gemelos digitales: la tríada del cambio
Las innovaciones más disruptivas de la minería actual provienen de tres grandes frentes: la inteligencia artificial (IA), la automatización y los gemelos digitales. La IA predictiva, apoyada en el machine learning y el análisis de grandes volúmenes de datos, permite anticipar fallas en equipos críticos antes de que ocurran. Al procesar información proveniente de sensores instalados en camiones, molinos o perforadoras, los algoritmos detectan patrones anómalos y recomiendan intervenciones preventivas. Este enfoque, conocido como mantenimiento predictivo, reduce las paradas no planificadas hasta en un 40 % y extiende la vida útil de los activos entre un 20 % y un 30 %.
En nuestro país, las mineras Antamina y Quellaveco son pioneras en la aplicación de IA para optimizar la molienda, la flotación y el consumo energético. Sus sistemas aprenden de los datos geológicos y operativos, ajustando en tiempo real las variables para maximizar la recuperación del mineral y minimizar el uso de agua y energía. Anglo American, por su parte, ha implementado modelos de IA para mejorar la gestión hídrica y reducir su huella de carbono.
Por su parte, la automatización también avanza a paso firme. Los vehículos autónomos, las perforadoras robotizadas y los sistemas de transporte sin conductor están transformando la seguridad y la productividad de las minas. Estas tecnologías, alimentadas por sensores IoT y conectadas a redes 5G, permiten operaciones continuas 24/7 y eliminan la exposición humana a entornos de riesgo. Asimismo, los gemelos digitales, réplicas virtuales de plantas y operaciones, permiten simular escenarios, probar configuraciones y planificar mantenimientos sin interrumpir la producción. Este enfoque basado en datos acelera la toma de decisiones, reduce costos y mejora la trazabilidad en toda la cadena de valor.
Ciberseguridad, sostenibilidad y talento: los desafíos del nuevo paradigma
A medida que la minería se digitaliza, también se expone a nuevos riesgos. La ciberseguridad emerge como una prioridad crítica: un ataque informático a los sistemas de control podría paralizar una operación o provocar daños ambientales severos. Aunque el sector financiero lleva la delantera en este aspecto, la minería avanza en la implementación de redes segmentadas, autenticación multifactor y monitoreo continuo de amenazas en sus sistemas industriales.
Otro eje esencial es la sostenibilidad ambiental. Las tecnologías digitales no solo optimizan la producción, sino que permiten cumplir con los estándares ecológicos más exigentes. Sensores conectados monitorean la calidad del aire, el agua y los relaves en tiempo real, mientras que los sistemas de IA identifican posibles desviaciones antes de que se conviertan en incidentes. El uso de energías renovables, vehículos eléctricos y microredes híbridas ya está reduciendo las emisiones de carbono entre un 20 % y un 40 % en operaciones internacionales.
No obstante, la transformación tecnológica solo será completa si se aborda el factor humano. Como advierten los especialistas mineros, sin liderazgo desde la alta dirección, la transformación digital no pasa de ser un discurso. Los ejecutivos mineros deben comprender que la IA, la automatización o el análisis de datos no son herramientas accesorias, sino pilares del nuevo modelo de negocio.
Capacitar a los equipos en competencias digitales, promover la colaboración entre ingenieros y analistas, y establecer alianzas con empresas tecnológicas son pasos esenciales para cerrar la brecha entre el interés y la implementación. La minería del futuro requerirá menos operarios de campo y más científicos de datos, programadores y especialistas en sostenibilidad.
La ruta hacia una minería inteligente, segura y sostenible
La digitalización redefine la productividad y transforma el propósito del sector. Las minas del siglo XXI deben ser inteligentes y ambientalmente responsables. El Perú tiene una oportunidad histórica para liderar esta revolución tecnológica en América Latina.
Integrar inteligencia artificial, automatización, gemelos digitales y ciberseguridad no es una meta distante, sino la base para un nuevo contrato social con la naturaleza y con las comunidades. En la minería del futuro, la roca más valiosa no será la que se extrae del subsuelo, sino el conocimiento que emerge de los datos.

:quality(75)/blogs.gestion.pe/conexion-esan/wp-content/uploads/sites/213/2023/06/ESANa2.jpg)