Infraestructura al 2030: logística, gobernanza y financiamiento verde para un punto de inflexión
Por: Edmundo Lizarzaburu. Profesor de la carrera de Administración y Finanzas de ESAN University.
La infraestructura es la palanca que articula productividad e inclusión: carreteras que integran mercados, puertos que multiplican exportaciones y redes digitales que democratizan servicios. El desafío al 2030 exige priorización dinámica, ejecución eficiente y sostenibilidad climática como criterios rectores.
Hitos y brechas que marcan la agenda
El PNISC 2022–2025 priorizó 72 proyectos por S/ 146 622 millones en transporte, agua y saneamiento, energía, telecomunicaciones, educación y salud. La actualización del portafolio debe enfocarse en impacto territorial y resiliencia, evitando listas inertes sin tracción operativa. En la costa central, el puerto de Chancay es el hito: su puesta en marcha (desde 2024) y las rutas directas con Asia reducen tiempos y costos logísticos, siempre que se complementen con accesos viales, parques logísticos, zonas económicas especiales y digitalización aduanera para no trasladar cuellos de botella tierra adentro.
Tres palancas para 2030
- Cartera viva y priorizada. Reordenar proyectos por costo-beneficio social, riesgo climático y madurez predial/ambiental; llevar el seguimiento del MEF a tableros públicos con trazabilidad contractual.
- Performance logística post-Chancay. Meta país: reducir tiempos puerta a puerta y su variabilidad mediante interoperabilidad de sistemas, ventanilla única, trazabilidad y estándares operativos en terminales terrestres.
- Financiamiento verde y resiliente. Bonos temáticos, blended finance y garantías parciales para proyectos que disminuyan emisiones y vulnerabilidad; aprovechar la tracción de bancos de desarrollo en movilidad urbana e infraestructura resiliente.
Gobernanza y ritmo de ejecución
Elevar la inversión hacia el entorno del 3% del PBI —en línea con recomendaciones multilaterales— requiere fortalecer las APP y la obra pública con gobernanza contractual, buenas prácticas de adquisiciones y monitoreo en tiempo real. No se trata solo de más presupuesto, sino de mejor ingeniería institucional para convertir la cartera en obras útiles y mantenibles.
La infraestructura no es un fin; es una estrategia de competitividad. Si conectamos puertos con agro, turismo, minería y servicios, y usamos tecnología y buena gobernanza, el 2030 puede ser un punto de inflexión para el país.
Declaración de opinión
Esta columna recoge opiniones y propuestas con fines de divulgación técnica; no constituye asesoría para casos específicos.

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