Impacto de los aranceles en la industria textil y de la moda, el lujo y el retail
Por: Annalucia Fasson Llosa. Profesora de ESAN Business Law.
Sin duda alguna, sabíamos que el hecho de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos iba generar muchos cambios. Lo que no imaginamos es que, en tan poco tiempo, hiciera tambalear la economía mundial. Si bien este no es un artículo político, no podemos dejar de mencionar que todo lo que haga o no haga Donald Trump impacta en la economía global y el hecho de imponer aranceles en las últimas semanas nos ha llevado a todos a reflexionar sobre el poder que ostenta en realidad. Tal vez era un secreto a voces el hecho de que es el gobernante más influyente del mundo, pero justamente, por eso, hoy ha quedado demostrado el poder que tiene y las consecuencias que sus decisiones pueden tener en el mundo.
Si bien no analizaremos el actuar de Donald Trump ni si está mal o bien, pues eso se lo dejo a los políticos, este articulo pretende reflexionar sobre el impacto actual de una de sus decisiones en la industria textil y de la moda, el lujo y el retail. Si bien a los que nos gusta la moda, y me incluyo, estamos atentos a cómo se viste la primera dama Melanie Trump, la decisión de aplicar aranceles como medida proteccionista a la industria de Estados Unidos ha significado un gran impacto global en esta industria.
El impacto global de los aranceles
Si bien Bernard Arnault, CEO del conglomerado Louis Vuitton (LVMH) estuvo presente en la toma de mando del presidente Trump, ni él ni nadie se imaginó que, pocos meses después, la decisión de aplicar o incrementar aranceles a productos extranjeros, con la intención de repotenciar la industria americana, remecería las marcas de lujo y a toda la industria en general. Las reglas del juego han cambiado y todos, incluida la Unión Europea, están atentos ante un actuar impredecible que, podría afectarlos.
No obstante, el país más perjudicado ha sido China, que se ha visto directamente atacado en esta guerra comercial. Si bien Trump, al tomar su mandato, había intercedido ante la Corte Suprema para que TikTok no desapareciera en Estados Unidos, dándole una tregua hasta que pudiera ser adquirida por una empresa americana, hoy ha quedado evidenciado que en temas económicos la confrontación al gigante chino es una realidad. China, nuestro país amigo, no se quedará con los brazos cruzados, sino que también aplicará represalias a los productos estadounidenses.
La respuesta de China
En esta última semana, hemos sido testigos de cómo China ha empezado a defenderse. Tal es así que muchos fabricantes chinos en TikTok e Instagram han publicado videos e stories en el que exponen a las grandes marcas de lujo que los subcontratan para fabricar sus productos.
¿Cuál es la verdad de la subcontratación o la maquila? Es verídica a medias porque, si bien las marcas de lujo suelen subcontratar algunos procesos en China u otros países, por la mano de obra barata, en algunos casos los productos no se acaban ahí mismo, sino que existen entre tres o cuatro subcontrataciones hasta que concluya con éxito el ciclo de fabricación.
Ahora bien, en el ámbito jurídico y desde la perspectiva del derecho de la moda, los fabricantes chinos debieron haber firmado acuerdos de confidencialidad con las grandes marcas de lujo, que tienen registrado el diseño de sus carteras o prendas, o por lo menos han registrado sus marcas. Por ello, es altamente probable que tomarán acciones legales no solo por la clara infracción respecto a la confidencialidad y la propiedad intelectual, sino también por competencia desleal.
Consecuencias en la industria del lujo
No es casualidad que, en las últimas semanas, se escuche que el mercado de lujo ha decrecido, que las ventas de las marcas de lujo en la Bolsa de Valores se hayan desplomado y que hoy Louis Vouitton haya cedido su trono a Hermès. Si bien esta marca francesa de lujo no es muy conocida en el Perú, es muy famosa en Europa, Estados Unidos y Asia por sus productos hechos a mano y por comercializar la famosa cartera Birkin.
La más barata de dichas carteras se vende a un precio aproximado de USD 50 000 y bajo la modalidad de lista de espera. Tienes que esperar un año para ver si calificas como cliente frecuente para que te la vendan, es decir, no basta con romper el chanchito y ahorrar toda tu vida para adquirir la cartera, sino que pasas por un filtro adicional que consiste en haber comprado antes otros accesorios de la marca para que luego califiques para llevar una Birkin. Es obvio que la poseen personalidades del mundo de la farándula, los deportes y la realeza, entre otros ámbitos.
Lo cierto es que, si es una opción comprar de forma directa al fabricante chino una cartera del lujo, siendo su costo muchísimo más barato que el precio de venta que figura en la vitrina sin embargo, el halo de glamour, la sofisticación y el lujo no te lo dará el fabricante chino, sino la marca de lujo dado que, cuando adquieres el producto en tiendas de las marcas de lujo, luego recibes invitaciones para asistir a desfiles, eventos exclusivos, promociones de la última colección, entre otros.
Cabe recordar la diferencia entre marcas de lujo y premium que publiqué en mi artículo para Conexión Esan en el 2022 https://www.esan.edu.pe/conexion-esan/el-luxury-law-y-su-influencia-en-la-transformacion-del-lujo en donde señalo que un producto premium es cuyo cuyo precio es directamente proporcional con el costo de fabricación y la calidad. En cambio, el lujo tiene que ver más con el valor de lo que percibes que con el producto en sí mismo, con la emoción, la experiencia del cliente, con la realización de vivir un sueño, que tiene como atributos la exclusividad, el deseo, la aspiración y hasta el placer por lo que en definitiva los fabricantes chinos no conectan con el consumidor de lujo.
El potencial peruano en el nuevo escenario
¿Cómo queda el Perú en este juego? En mi opinión, dentro de lo malo, debido al arancel del 10% impuesto a nuestros productos, resulta conveniente que otros países competidores hayan recibido aranceles que superan en doble o triple al nuestro. Podríamos ver esta situación como una oportunidad para competir o, como recientemente he leído, para que las empresas textiles de China y de otras partes del mundo vengan al Perú para producir textiles. Ello podría convertirnos en una plaza interesante para el futuro de la industria textil, lo que generaría más trabajo e ingresos para nuestro país.