Organizaciones duales o ambidiestras
Por: Dr. Enrique Louffat. Profesor Principal de ESAN Graduate School of Business
La evolución organizacional, impulsada por los entornos VICA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) y BANI (frágiles, ansiosos, no lineales e inciertos), ha dado lugar a diversas propuestas innovadoras diseñadas para enfrentar los nuevos retos y desafíos empresariales.
Uno de los modelos destacados que han surgido en la última década es el de las organizaciones duales, también conocidas como ambidiestras o ambidextras. Este enfoque se caracteriza por integrar simultáneamente dos tipos de estructuras organizacionales bajo una misma dirección: por un lado, las jerarquías tradicionales, y por otro, las redarquías, que fomentan una dinámica más horizontal y colaborativa.
Las jerarquías corresponden a una estructura organizacional clásica, caracterizada por su naturaleza jerárquica y burocrática. Se basa en silos o áreas especializadas que operan de manera independiente, con un alto grado de estandarización. Su enfoque principal está en el seguimiento de indicadores, la mejora continua de la calidad y el rendimiento, y la optimización de procesos. Este modelo busca, sobre todo, maximizar la explotación y rentabilidad de las inversiones, priorizando la obtención de beneficios a corto plazo.
Las redarquías se basan en una estructura organizacional disruptiva compuesta por células autónomas y empoderadas. Su objetivo principal es explorar nuevas posibilidades y modelos de negocio, fomentando la innovación, la flexibilidad y la adaptación en entornos dinámicos.
Cordero (2019) presenta características diferenciadoras clave entre jerarquías y redarquías:
- Foco estratégico: Las jerarquías priorizan los costos y beneficios, mientras que las redarquías enfocan sus esfuerzos en la innovación y el crecimiento.
- Actividades clave: Las jerarquías se centran en las operaciones y en la innovación continua, mientras que las redarquías buscan adaptabilidad e innovación disruptiva.
- Competencias: Las jerarquías se enfocan en competencias operativas, mientras que las redarquías desarrollan competencias emprendedoras.
- Estructura: Las jerarquías tienen una estructura formal y mecanicista, mientras que las redarquías son adaptables, flexibles y funcionan como redes que incluyen actores externos.
- Indicadores: Las jerarquías miden el desempeño con base en márgenes y productividad, mientras que las redarquías utilizan indicadores de avance y tasas de crecimiento.
- Rasgos culturales: Las jerarquías fomentan la eficiencia, el bajo riesgo y la calidad. Por su parte, las redarquías promueven la gestión de riesgos, la incertidumbre, la velocidad, la flexibilidad y la experimentación.
- Tipo de liderazgo: En las jerarquías, el liderazgo es autoritario y jerárquico, con un enfoque de arriba hacia abajo. En cambio, en las redarquías, el liderazgo es visionario y comprometido, promoviendo la colaboración y la inspiración.
Esta comparación ilustra cómo ambos modelos operan desde perspectivas complementarias, adaptándose a contextos organizacionales y estratégicos distintos.
La convivencia de ambas estructuras puede darse en dos enfoques principales, según Cabrera:
- Ambidestreza estructural: Basada en la propuesta de O’Reilly y Tushman, este enfoque mantiene las jerarquías y redarquías separadas, sin mezclar sus procesos ni objetivos. Cada estructura opera de manera independiente, sin interferencias ni conexiones operativas, permitiendo que ambas funcionen en paralelo con total autonomía.
- Ambidestreza contextual: Fundamentada en la propuesta de Gibson y Birkinshaw, este enfoque promueve la integración y la interacción entre ambas estructuras. Aquí, las jerarquías y redarquías se complementan y se interrelacionan, trabajando en conjunto para aprovechar las fortalezas de ambas y lograr un equilibrio que impulse la innovación y la eficiencia.
Estos matices permiten a las organizaciones elegir el modelo que mejor se adapta a sus necesidades y objetivos estratégicos.
Según Gracias, las organizaciones ambidiestras ofrecen múltiples ventajas:
- Equilibrio entre estabilidad y adaptación: Aseguran los resultados de la empresa mientras se mantienen flexibles y adaptables a los cambios del mercado.
- Innovación y expansión: Facilitan la creación de nuevos productos y servicios que responden a las demandas emergentes, además de posibilitar la entrada a nuevos mercados.
- Estabilidad interna: Fomentan una mayor seguridad y estabilidad dentro de la organización, al combinar estructuras tradicionales con dinámicas innovadoras.
- Promoción de la creatividad y el cambio: Impulsan la creatividad, el espíritu emprendedor y el cambio organizacional, generando un entorno favorable para la innovación y el crecimiento continuo.
Estas características convierten a las organizaciones ambidiestras en un modelo ideal para enfrentar los desafíos de entornos dinámicos y competitivos.
Desafíos por resolver
- Construcción de una cultura organizacional ambidiestra: Crear una cultura que valore de manera equitativa la diversidad, inclusión e integración, logrando la convergencia entre una cultura “clásica” y una “disruptiva”. Este equilibrio es clave para fomentar la colaboración y el entendimiento mutuo entre jerarquías y redarquías.
- Gestión del talento humano adaptada: Diseñar una gestión del talento humano que establezca perfiles de competencias y métricas equitativas, adaptadas a las diferencias entre jerarquías y redarquías. Es fundamental definir criterios que permitan medir y comparar el desempeño de ambos enfoques, reconociendo sus objetivos y prioridades particulares.
- Disponibilidad de recursos adecuados: Garantizar los recursos humanos, materiales y financieros necesarios para la sostenibilidad del modelo. Esto implica contar con personal en cantidad y calidad adecuada, herramientas y metodologías operativas idóneas, y el financiamiento requerido para alcanzar las metas y rentabilidad previstas.
- Liderazgo y monitoreo constante: Nombrar líderes, agentes de cambio y embajadores organizacionales que ejecuten y supervisen de manera continua las acciones de transformación. Estos líderes deben colaborar con los distintos stakeholders del ecosistema para asegurar que las iniciativas de cambio sean efectivas y alineadas con los objetivos organizacionales.
Estos desafíos representan áreas críticas que deben abordarse para que las organizaciones ambidiestras logren un desempeño sostenible y efectivo en entornos complejos y competitivos.
Algunas empresas de talla mundial que ilustran la implementación exitosa del modelo ambidiestro son:
- Nestlé: Reconocida como líder en el mercado del café, Nestlé destaca por marcas icónicas como Nespresso, Nescafé, KitKat, Smarties y Maggi, cada una generando más de USD 1,000 millones en ventas anuales. Sin embargo, la compañía también ha incursionado en nuevos sectores, como el mercado de la salud, demostrando su capacidad para conciliar la explotación de su core business histórico con la exploración de sectores innovadores. Este enfoque ambidiestro refleja su búsqueda de ampliar horizontes empresariales mediante un equilibrio entre riesgo e innovación.
- Apple: Apple comenzó como una empresa centrada en hardware, pero logró expandir su portafolio hacia la música y el software, lo que sentó las bases de su éxito con el iPhone. Su capacidad para reinventarse y explorar nuevas áreas de negocio, mientras continúa optimizando sus productos principales, la convierte en un ejemplo icónico de ambidestreza organizacional.
- Amazon: Nacida como una plataforma de comercio electrónico enfocada en el espacio B2C, Amazon ha trascendido su modelo original para convertirse también en líder del sector B2B. Un ejemplo destacado es su incursión en el mercado de servicios en la nube con Amazon Web Services (AWS), que actualmente domina el sector gracias a la venta de espacio en servidores y servicios asociados.
Estos ejemplos evidencian cómo empresas globales pueden equilibrar la explotación de sus negocios principales con la exploración de nuevas oportunidades, maximizando tanto la estabilidad como la innovación para mantenerse competitivas en mercados dinámicos.
En el país, también contamos con empresas exitosas que han adoptado, con ciertos matices, la concepción ambidiestra para fortalecer su posicionamiento y adaptarse a las demandas del mercado.
Por ejemplo, en el sector bancario, los tres principales actores han implementado desde aproximadamente el 2014 cambios y transformaciones organizacionales basados en modelos de agilidad y enfoques ambidiestros. Estas iniciativas han permitido a estas instituciones:
- Potencializar su posicionamiento en la sociedad, al atender tanto las necesidades tradicionales de sus clientes como la creación de soluciones innovadoras.
- Ampliar sus propuestas y proyectos innovadores, incorporando tecnologías digitales, productos financieros modernos, y servicios que responden a las nuevas exigencias del mercado.
Este enfoque les ha permitido equilibrar la explotación de sus operaciones tradicionales con la exploración de nuevas oportunidades, consolidando su liderazgo en el sector financiero nacional.