Desafíos y soluciones para la formalización de las pymes en el Perú
Por: Edmundo Lizarzaburu. Profesor de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan el 99.2 % del tejido empresarial peruano y son una parte importante de la economía del país. Sin embargo, pese a su importancia económica, muchas trabajan de manera informal, lo que limita su expansión y contribución al progreso del país. Su formalización es fundamental para aumentar su competitividad, aumentar su acceso al mercado y fomentar un entorno empresarial más sólido y justo. Sin embargo, hay una serie de obstáculos que obstaculizan este proceso. Por ello, en este artículo se examinan los principales obstáculos que enfrentan las pymes al formalizarse ante el Estado peruano y las posibles soluciones.
En el Perú, la percepción de que los trámites y costos asociados son complejos y onerosos es una de las barreras más importantes para la formalización de las pymes. A pesar de que la Ley Mype del 2008 introdujo reformas para simplificar el proceso, mediante la reducción del tiempo necesario para la formalización a 72 horas, los empresarios aún perciben que este proceso es demasiado complejo. Los costos iniciales de registro y cumplimiento de requisitos administrativos pueden ser desalentadores, sobre todo para las empresas con márgenes reducidos.
El Estado debe impulsar de manera constante la revisión y optimización de los procesos de formalización. En ese sentido, una medida clave sería la creación de plataformas digitales que simplifiquen los procedimientos y reduzcan los costos. Además, la asistencia técnica a las pymes, sobre todo en áreas rurales, disminuiría la brecha entre los pequeños empresarios y el aparato estatal.
El acceso limitado a servicios básicos como agua, electricidad e internet es otra barrera importante que enfrentan las pymes, en especial si se ubican en áreas rurales y marginales. Estos servicios son esenciales para el funcionamiento eficiente de cualquier empresa, y su ausencia coloca a las pymes en una desventaja significativa frente a sus competidores en áreas más urbanizadas.
La mejora de la infraestructura pública es esencial para permitir que las pymes operen en condiciones adecuadas. Los Gobiernos locales deben participar de manera activa en la provisión de estos servicios, mediante la creación de un entorno favorable para el crecimiento de las empresas. Las pymes solo podrán crecer y competir de manera equitativa si tienen acceso a estos servicios.
La alta informalidad en la economía peruana tiene un impacto no solo en las pymes, sino también en la competitividad general del mercado. Las empresas que operan de manera formal deben pagar mayores costos laborales y tributarios, lo que genera una competencia desleal frente a los negocios que no cumplen con sus deberes legales. Muchas pymes empresas no quieren formalizarse debido a esta situación, ya que no desean asumir estos costos adicionales cuando sus competidores informales operan sin cargas similares.
La cooperación entre los sectores público y privado es necesaria para abordar el problema estructural de la informalidad. Una alternativa viable podría ser la implementación de incentivos fiscales temporales, como la disminución de tasas impositivas para las empresas que decidan formalizarse. Además, se necesitan campañas de concientización sobre los beneficios de la formalización a largo plazo, como la posibilidad de participar en licitaciones públicas y el acceso a mercados internacionales.
Un problema importante con el proceso de formalización es que muchos empresarios no son conscientes de sus beneficios. Muchas veces no reciben los incentivos adecuados, como el acceso a créditos, programas de capacitación y la oportunidad de expandir su mercado. Este desconocimiento mantiene la informalidad y obstaculiza el desarrollo de las pymes.
Es imperativo que el Estado y las entidades empresariales implementen campañas de educación dirigidas a los emprendedores. Los talleres sobre los beneficios de la formalización y los programas de capacitación en gestión empresarial podrían cambiar la percepción que muchos empresarios tienen de este proceso.
Por último, pero no menos importante, una de las principales dificultades que enfrentan las pymes es el acceso al financiamiento. Muchas de estas empresas no pueden otorgar créditos porque no tienen garantías o son informales. Pese a que el Gobierno ha establecido programas de fondos concursables para fomentar el desarrollo y la formalización de las pymes, muchos empresarios desconocen su existencia o no tienen los medios para acceder a ellos.
En caso de que se implementen procesos simplificados y más inclusivos, se podría aumentar la accesibilidad de estos fondos. Además, las entidades financieras deben desarrollar productos adaptados a las necesidades y características de las pymes para promover la inclusión financiera y reducir su dependencia del financiamiento informal.
En el Perú, la formalización de las pymes es un paso importante para fortalecer el tejido empresarial del país y fomentar un crecimiento económico más justo y sostenible. A pesar de los avances, todavía existen obstáculos importantes que obstaculizan el progreso. Es necesario implementar políticas públicas inclusivas y simplificadas que disminuyan la carga tributaria y administrativa, mejoren el acceso a servicios básicos y financiamiento, y promuevan la competitividad en condiciones iguales. El trabajo conjunto entre el Estado y el sector privado es necesario para lograr una verdadera transformación en el panorama de las pymes en el Perú.