¿Por qué mantener el grado de inversión en el Perú es crucial para nuestro futuro económico? Reformas clave y retos pendientes
Por: Luis Mendiola. Profesor de Finanzas de ESAN Graduate School of Business.
La importancia de mantener el grado de inversión en el Perú es un tema crucial para la estabilidad económica del país y su capacidad de atraer capital extranjero. El grado de inversión, otorgado por agencias calificadoras como Fitch, S&P y Moody’s, no solo refleja la solidez económica y financiera de una nación, sino también determina las condiciones para que las empresas y el Gobierno pueden acceder a financiamiento en los mercados internacionales.
El Perú ha logrado mantener su grado de inversión durante los últimos años, pese a las turbulencias políticas y económicas que ha enfrentado. Recientemente, la agencia Fitch ratificó la calificación BBB a los bonos soberanos del Perú al 2035 y al 2054, lo que subraya la confianza que aún tienen los inversionistas internacionales en la economía peruana. Esta calificación permite al país y a sus empresas acceder a financiamiento a tasas más bajas, lo que se traduce en menores costos de endeudamiento tanto para el sector público como para el privado.
Uno de los principales beneficios de mantener el grado de inversión es la capacidad de obtener financiamiento en condiciones favorables. Si el Perú perdiera esta calificación, el costo de financiamiento aumentaría de forma significativa. Macroconsult estimó que la pérdida del grado de inversión podría incrementar el costo de la deuda en hasta 200 puntos básicos, lo que afectaría de manera directa a las finanzas públicas y a las empresas que dependen del financiamiento externo. Las personas también se verían impactadas, ya que los préstamos hipotecarios, vehiculares y de consumo estarían sujetos a mayores tasas de interés.
Para mantener y mejorar de forma eventual su calificación, el Perú ha implementado una serie de reformas económicas y fiscales. Entre estas, destacan las políticas de austeridad fiscal, la promoción de la inversión privada y la diversificación de la economía, más allá de la dependencia hacia las materias primas. Estas reformas han permitido al país mantener una deuda pública manejable y un déficit fiscal bajo control, factores que las agencias calificadoras valoran de manera positiva.
A pesar de estos esfuerzos, el Perú aún enfrenta desafíos significativos para alcanzar calificaciones más altas, como las que tiene Chile. Mientras que el Perú mantiene una calificación de BBB, Chile ostenta una calificación A+ por parte de S&P, lo que refleja un mayor nivel de estabilidad macroeconómica y un entorno institucional más robusto. Para acercarse a este nivel, Perú debe fortalecer más su gobernanza, mediante el mejoramiento de la infraestructura y el aseguramiento de un entorno político más estable y predecible.
El regreso del Perú a los mercados globales con la emisión de un Eurobono, en el 2024 y después de tres años de ausencia, es un testimonio de la resiliencia de su economía. Este movimiento fue bien recibido por el mercado y demostró que, pese a los desafíos, la confianza en la capacidad del Perú para honrar sus compromisos financieros sigue siendo alta. Para ilustrar mejor la posición del país en el contexto regional, se presenta un cuadro comparativo de los grados de inversión otorgados a países latinoamericanos, y se indica el año en que obtuvieron esta calificación y la agencia responsable:
El cuadro demuestra que, mientras países como Chile han mantenido una calificación elevada durante décadas, otros como Brasil han perdido su grado de inversión debido a la inestabilidad económica y política. El Perú, en cambio, ha logrado mantener su calificación, pero debe continuar con sus reformas y enfrentar los retos pendientes para alcanzar niveles de calificación más altos.
La discusión sobre el futuro del grado de inversión en el Perú es crucial. ¿Qué otras reformas podrían implementarse para asegurar no solo la estabilidad, sino también una mejor calificación del país? ¿Cuáles son las lecciones que el Perú puede aprender de países como Chile para lograr un entorno económico más robusto? Estas son preguntas que invitan a un debate más profundo sobre el rumbo económico del país en los próximos años.