Chile en llamas: ¿Tragedia natural o alerta climática?
Por: Sandor Lukacs de Pereny. Profesor del MBA y de los Programas en Sostenibilidad de ESAN.
La devastación en la región de Valparaíso tras los incendios forestales ha dejado una huella imborrable, con al menos 131 muertos, cientos de desaparecidos y más de 1600 personas sin hogar. Pero entonces, ¿qué fuerzas se combinaron para desatar la furia de la naturaleza en Chile, convirtiendo en cenizas la vida de miles en cuestión de días? En este artículo, analizaremos el tema.
Un desastre sin precedentes
Este incendio en el vecino país sureño trae a la memoria los recientes (similares) incendios de Hawái en agosto de 2023 y de Colombia a fines de enero de este año. En el caso de Chile, diversas fuentes apuntan a que el fuego inició su avance el viernes, arrasando consigo comunidades enteras en y alrededor de Viña del Mar. Posteriormente se extendió a Quilpué, Limache y Villa Alemana. Barrios reducidos a escombros, vehículos calcinados y desolación reflejaron el rápido avance de las llamas y de la desesperación de aquellos que intentaban escapar. Este evento ha sido catalogado como el peor desastre natural en Chile desde el terremoto de 2010 manifestando la vulnerabilidad de la nación ante catástrofes de esta magnitud.
Hipótesis #1: tragedia natural (¿o creada?)
Sin duda, la combinación de altas temperaturas, sequías prolongadas y vientos fuertes ha complicado los esfuerzos de bomberos y autoridades por contener los incendios. En este contexto, se señala al fenómeno de El Niño como principal causa. No obstante, investigaciones preliminares sugieren que algunos incendios podrían haber sido intencionalmente provocados, añadiendo una capa adicional de complejidad a la ya difícil tarea de gestionar y prevenir estos desastres.
Hipótesis #2: ¿alerta climática?
Varios científicos han manifestado que los incendios acaecidos en Hawái, Colombia y/o Chile son prueba de cómo el cambio climático está influyendo en magnificar dichos eventos. Sostienen que la sequía de 15 años en la región facilitó la acumulación de vegetación seca la cual se tornó altamente inflamable (similar a lo ocurrido en Australia en 2020). Concluyen que, sin la influencia del cambio climático y del fenómeno de El Niño, estos eventos destructivos serían mucho menos probables.
Balance
Por un lado, tenemos que la sequía prolongada, las altas temperaturas y fuertes vientos -posiblemente intensificados por El Niño y el cambio climático- hayan creado las condiciones propicias para este lamentable episodio. En contraste, la hipótesis de que estos incendios hayan sido provocados intencionalmente sugiere una intervención humana directa (incluidas las intenciones). Ambas perspectivas no son mutuamente excluyentes dado que la combinación de factores naturales y acción humana pueden haber tenido roles cruzados.
En síntesis, y retornando a la pregunta inicial, ¿qué fuerzas se combinaron para desatar la furia de la naturaleza en Chile, convirtiendo en cenizas la vida de miles en cuestión de días? La respuesta yace en una compleja amalgama de condiciones climáticas extremas, potencialmente agravadas por el cambio climático (natural/antropogénico, y la posibilidad de actos intencionales de incendio. Mientras tanto, seguiremos en la búsqueda de evidencia concluyente.