Finanzas verdes: sus avances en el Perú y los sectores comprometidos en impulsarla
Por: José Davila. Profesor de la carrera de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN.
La aprobación de la “Hoja de ruta de finanzas verdes para el Perú” está contribuyendo para contar con un adecuado tratamiento de la economía y las finanzas verdes. Por ejemplo, se viene trabajando en una taxonomía de finanzas verdes que abordará tres ejes principalmente: cambio climático, biodiversidad y economía circular. A partir de esta clasificación los agentes económicos, incluyendo los inversionistas y las instituciones financieras, podrán tener la certeza de que los proyectos de interés cumplen con criterios financieros verdes.
Por otro lado, los programas estatales que busquen canalizar financiamiento verde serán más estrictos. Para ello se colocarán requisitos obligatorios como no ser un infractor ambiental, y contar con certificaciones de buenas prácticas sostenibles ambientales. La Hoja de Ruta, además se ve reforzada por líneas de financiamiento “exclusivamente verdes” otorgadas por instituciones multilaterales como el BID.
El avance de este tema en nuestro país es significativo, tomando en cuenta que la elaboración de la Hoja de Ruta se inició en el año 2019 y se aprobó este año. Además, no se trata de un proceso aislado, pues durante este tiempo se realizaron reuniones con los representantes del sector financiero con quienes se firmó un protocolo verde que promueve el análisis y evaluación de indicadores sociales y ambientales al momento de evaluar operaciones crediticias.
Adicionalmente, existen otros sectores que también se están involucrando con el tema, por ejemplo, desde hace varios años se promueven los préstamos para adquirir automóviles que consuman gas, que si bien es un combustible fósil termina siendo menos contaminante que otros combustibles. Igualmente, se encuentran los proyectos hipotecarios que incluyen bonos verdes para viviendas certificadas como sostenibles; lo que se traduce en un subsidio para la adquisición de la propiedad, menores consumos de energía y agua para los propietarios, y el cuidado del medio ambiente.
Asimismo, se encuentran pequeños proyectos que generan energía a partir de paneles solares e incluso de la fotosíntesis de las plantas. Estos proyectos no sólo tienen un fin ambiental, sino también social ya que generan electricidad a poblaciones aisladas y vulnerables de nuestro país.
Sin embargo, pese a contar con un marco regulatorio sobre finanzas verdes, este presenta limitaciones. En este sentido, el año pasado el Ministerio del Ambiente (MINAM) presentó un informe donde identificaron brechas, así como las mejores prácticas internacionales de países como Francia, Nueva Zelanda y la Unión Europea. A nivel regional se señalan las mesas de diálogo público-privadas de Chile, y el desarrollo de incentivos, mecanismos e instrumentos de Ecuador y Colombia.
Esperemos que, tanto las brechas como las fortalezas identificadas hayan sido incorporadas en la Hoja de Ruta aprobada recientemente. Es necesario que continuemos impulsando este tema tan importante y necesario para el Perú.