El poder de la comunidad

Las grandes sociedades, las que ponen a las personas al centro, en las que la democracia y sus instituciones funcionan, donde existe libertad de expresión y de empresa, donde la creatividad y la inventiva van de la mano con la igualdad de oportunidades, son capaces de equilibrar dos tensiones fundamentales, una entre la dicotomía comunidad e individuo y la otra entre la responsabilidad y la libertad. Estas tensiones pueden generar tres visiones:

-       Responsabilidad individual a la comunidad

-       Responsabilidad de la comunidad al individuo

-       Libertad individual

Una de las consecuencias de la responsabilidad individual a la comunidad es el comunitarismo, donde los individuos impulsan el bien de la comunidad.

Este año tuve la oportunidad de trabajar en 03 instancias donde la comunidad se convierte en un campo fértil para el desarrollo de los individuos que la componen. La primera es la Sociedad Peruana de Marketing (SPM) de la que soy presidente, la segunda es un club de lectura (¡Leamos!) que he venido impulsando desde fines del año pasado y la tercer es La Segunda Mordida (LSM), un espacio para quienes se plantean repensar sus vidas y su futuro en diferentes ámbitos.

La SPM es una comunidad de profesionales que trabajan en marketing, tiene más de 600 socios individuales y más de 30 socios corporativos. Su fin es impulsar la disciplina en las organizaciones y contribuir con el desarrollo y bienestar de la sociedad. Con una clara directriz sobre su propósito y sus líneas de acción ha logrado avanzar año a año para convertirse en una de las plataformas profesionales más sólidas del país. La colaboración y el empuje de sus miembros es indispensable.

¡Leamos! Es una comunidad de lectores que ha ido creciendo mes a mes. Hoy la componen más de 130 personas en más de 5 países. Su propósito es fomentar la lectura, la comprensión lectora y el pensamiento crítico. Un hilo común los une, su amor por la lectura y su generosidad por presentar sus libros y autores favoritos. Esta comunidad se basa en la actividad de sus participantes, quienes aportan ideas y tiempo para organizar actividades y eventos que serían imposibles de otra forma.

LSM es una plataforma de reinvención basada en los dolores de las personas que cumplen etapas en su ciclo de vida vital, personal y profesional. También es una comunidad que busca no solo resolver sus problemas individuales, sino que ponen su sabiduría (la mayoría tiene más de 50 años) al servicio de los demás.

Pienso que la Inteligencia Artificial está lejos de armar comunidades, porque las comunidades son un emergente humano y la complejidad de sus interacciones se basan en las motivaciones personales, en la caja negra de cada uno. Quizás pueda sernos útil para simplificar los propósitos y organizarlas y gestionarlas de forma eficiente.

Estos tres casos ilustran lo importante de las comunidades dentro del entramado social, y como pueden, desde sus propias orillas, contribuir al bienestar a las personas y de la sociedad.