¡Leamos!
Llega el verano y la oportunidad de leer. ¿Qué mejor excusa para usar en las mañanas cuando la mayoría no se despierta o en la playa, al final de la tarde, cuando el sol no arrecia?
Existen muchos tipos de textos: novelas, poesía, historia, ensayo, autoayuda, biografías, divulgación científica, entre tantos más.
Leer es un actividad solitaria porque exige que nos concentremos en los textos que encuentran significados en nuestra mente. En algunos casos nos enseñan, en otros nos hacen reflexionar, algunos buscan incentivar a la imaginación y otros llevar al límite el lenguaje para entrar en nuevos mundos.
¿Qué estás leyendo? es una pregunta recurrente entre lectores de todo tipo. Compartir las lecturas es un ejercicio que se hace poco. Unos meses atrás comencé un experimento que se está asentando: juntar lectores que se animen a presentar un libro a los demás. No importa el libro, el tema o el autor, el que quieran y recomienden. Eso sí deben presentarlo respondiendo a tres preguntas simples que obliga a pensar bien.
¡Funciona! El resultado ha sido estupendo, además de las conversaciones que se producen, la lista de libros recomendados es extensa, no solo en títulos sino en géneros.
¿Lees?
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