La realidad
Hace muchos años leí un libro que me obligó a repensar todo lo que entendía como mundo y realidad, escrito por un físico, llamado “La Estructura de la realidad”, en él desarrolla los fundamentos que explican el universo y nosotros como una consecuencia. Me entusiasmó sobremanera creer que existía una sola realidad, hasta que me topé con Carlo Rovelli, otro físico, que me dio a entender en su libro “La Realidad no es lo que parece”, que lo que entendemos por realidad es una construcción humana, esto quiere decir que un segundo es más parecido a un latido del corazón que al tiempo del universo. Un poco antes, en mis años universitarios, me había llamado la atención un asunto propuesto por el psicólogo Paul Watzlawick, uno de los precursores de la psicología constructivista, en donde proponía en uno de sus libros “¿Es real la realidad?” que esta se construye con la comunicación.
Imaginarán que, entre tanto asunto, no sabía dónde pararme, hasta que busqué refugio en el único lugar donde existen verdades inmutables, las matemáticas. Fui a un texto maravilloso, “El lenguaje de las matemáticas”, en el cual el autor, un respetado experto y divulgador, respondía así a la pregunta “¿qué son las matemáticas?”: “Las matemáticas son la ciencia de las estructuras”. Así de simple, pero no tan simple, porque la respuesta a la pregunta en singular era en plural. O sea, ¿hasta las matemáticas tienen una respuesta abierta?
Al parecer no hay una realidad absoluta, lo que existe son convenciones que emergen de las relaciones entre las personas. Svetlana Aleksiévich, escritora rusa premio Nobel, recoge las impresiones de cientos de rusos sobre su transición soviética a la nueva Rusia después del colapso, dos realidades condicionadas por el devenir histórico: es impresionante ver cómo las personas conforman realidades según la educación y su contexto cultural. Lo mismo sucede todos los días en lo que los neurocientíficos llaman refuerzo, esto quiere decir, la formación de “surcos neuronales” condicionados por comportamiento, hábitos y sesgos que nos anclan en un territorio que aislamos elevando murallas de hábitos y barreras ideológicas. Esto que me recuerda la diferencia básica entre conservador y liberal, que es que el primero quiere conservar, no cambiar, y el segundo liberar y correr un riesgo en el proceso. Con todo el conocimiento disponible, seguimos cayendo en las trampas de las emociones y de la percepción tan bien explicadas por Lakoff y su analogía con el elefante en la sala o con el experimento del gorila en un ejercicio de basquetbol.
Link a Efecto Gorila Invisible
La realidad es una construcción mental y, como tal, puede haber tantas como personas o grupos sociales homogéneos existan. La realidad no es lo mismo que la verdad, la objetividad o el conocimiento, no debemos confundir los términos. Podemos hablar de la realidad objetiva, como aquello que pasa según los hechos, pero podemos no estar de acuerdo con ellos o incomodarnos con esa realidad objetiva porque no se adecúa a mi forma de ver y entender el mundo. Si aceptamos que puede haber más de una realidad podemos elegir, ejercer la libertad de cambiar.
La comunicación es la capacidad humana de crear realidades, según Niklas Luhman, un sociólogo estructuralista, los sistemas sociales siempre se forman a través de la comunicación. Entonces, la realidad es una consecuencia emergente que nace de las relaciones que tienen los individuos entre ellos y de la imagen o idea del mundo que se hacen en ese proceso.
En este sentido, se comparten realidades, visiones del mundo que se pueden diferenciar y comparar identificando sus cualidades en términos de la profundidad o de la amplitud que ellas abarcan. Existen realidades estrechas o amplias, profundas o superficiales. En función a su composición se pueden entender las características fundamentales de cada una y definir cuál sería una realidad de mejor calidad y, por lo tanto, más deseable que otra y tener puntos de referencia para poder evaluarlas.
Se puede agregar más variables, por ejemplo, criterios de relación y percepción. Imaginemos, siguiendo a Eco, que podemos agrupar a los seres humanos en Apocalípticos e Integrados. O, según Carlo María Cipolla, clasificarlos en Inteligentes, Malvados, Cándidos y Estúpidos. Cada uno de estos tipos tiene creencias, actitudes y comportamientos que crean realidades. Los Apocalípticos son los que ven el fin del mundo en cada esquina y los Integrados, quienes que se adecúan a las circunstancias que la vida les presenta. Los Inteligentes, aquellos que buscan el beneficio propio y el del otro; los Malvados, quienes optan por perjudicar al otro con tal de ganar; los Cándidos, que prefieren beneficiar al otro, aunque pierdan; y los Estúpidos que se perjudican a sí mismo consciente o inconscientemente mientras perjudican al otro. Estas relaciones son dinámicas y crear realidades.
En fin, las realidades cambian y las expectativas juegan un rol importante. La realidad en un país que crece y en donde las instituciones y gobernantes son estables y predecibles es diferente a otro donde se percibe caos, incompetencia e incertidumbre. Hasta hace poco, justo antes de la debacle de PPK, el país con todos sus problemas era predecible, el motor del crecimiento seguía marchando y el progreso, esa idea de que mañana será mejor que hoy, seguía siendo lo que configuraba la realidad para la mayoría. Después, se ha producido un cambio, una especie de involución, de retorno a un momento previo y hoy la realidad ya no está configurada por la idea de progreso, sino de una tensión o lucha entre una anhelada restauración y una reconfiguración de las reglas del juego con los actores que hoy ostentan el poder.
¿Es posible establecer condiciones de realidad? En la medida que tengan ideas y se ostente poder, sí. Quien domina la agenda comunicacional, genera realidades dominantes. Pero este será un tema para otro post.
Los libros y autores que inspiraron este post son los siguientes, por si quieren consultarlos:
- Hacia la estación de Finlandia, Edmund Wilson
- Las pasiones y los intereses, Albert Hirschman
- Teoría de la comunicación humana, Paul Watzlawick, J. Beavin Bevelas, D.D.Jackson
- Second nature, Gerald M. Edelman
- Poder, Niklas Luhmann
- Caracteres, Teofrasto
- No pienses en un elefante, George Lakoff
- El lenguaje de las matemáticas, Keith Devlin
- El fin del “Homo sovieticus”, Svetlana Aleksiévich
- El sinsentido del sentido, Paul Watzlawick
- Allegro Ma Non Tropo, Carlo María Cipolla
- Apocalípticos e integrados, Umberto Eco
- La estructura de la realidad, David Deutsch
- La realidad no es lo que parece, Carlo Rovelli