Un año de Javier Milei: Balance económico y proyecciones para la bolsa argentina
Argentina ha sido testigo de un cambio radical en su economía tras el primer año de gobierno del presidente libertario Javier Milei. Desde su llegada al poder en diciembre de 2023, su administración ha implementado medidas drásticas para revertir décadas de crisis económica, buscando estabilizar la macroeconomía y proyectar un futuro más competitivo para el país. Sin embargo, estas políticas han tenido impactos sociales significativos y dividido opiniones, mientras los mercados financieros comienzan a dar señales de recuperación.
Un crecimiento inicial tras la recesión
La economía argentina mostró un hito en el tercer trimestre de 2024 al salir oficialmente de una severa recesión. El Producto Interno Bruto (PIB) creció un 3,9% en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior, según la agencia de estadísticas del país. Este dato marca el primer crecimiento positivo desde finales de 2023, cuando Argentina entró en recesión debido a la austeridad inicial del gobierno de Milei.
Sin embargo, al comparar con el mismo período de 2023, el PIB registró una caída del 2,1%, reflejando que aún existen retos estructurales para un crecimiento sostenido. Este repunte se debió principalmente a un aumento en el gasto de los consumidores y la inversión de capital, así como al sólido desempeño de las exportaciones agrícolas y mineras. La industria manufacturera y la construcción, por el contrario, continúan deprimidas.
Medidas económicas y su impacto
Milei llegó al poder con una agenda ambiciosa: reducir el gasto público, frenar la inflación y liberalizar la economía argentina. Entre las medidas más notorias destacan:
- La unificación cambiaria, que llevó a una devaluación del peso del 50% en diciembre de 2023.
- Eliminación de subsidios a energía y transporte, lo que incrementó los costos en combustibles hasta en un 40%.
- Aumento de impuestos, como el impuesto PAIS, y retenciones del 15% a exportaciones agrícolas e industriales.
Como resultado, la inflación mensual, que en enero de 2024 era del 20,6%, ha logrado moderarse a un 2,7% en octubre, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, los exportadores, especialmente del sector agroindustrial, se vieron beneficiados con un tipo de cambio más competitivo y menos restricciones.
No obstante, estas políticas también han tenido un costo social significativo. La tasa de pobreza aumentó en 11 puntos porcentuales, pasando del 41,7% en el segundo semestre de 2023 al 53% en la primera mitad de 2024. A su vez, la pobreza extrema alcanzó al 18,1% de la población, lo que equivale a 8,3 millones de argentinos que no pueden cubrir una canasta básica.
Reacción de los mercados y la bolsa argentina
El sector financiero ha reaccionado de manera favorable a las reformas de Milei, interpretando sus políticas como un esfuerzo por estabilizar la economía y atraer inversiones. Los bonos soberanos argentinos experimentaron una notable recuperación, con la prima de riesgo cayendo de 2.000 a 677 puntos básicos, reflejando una mayor confianza de los inversionistas.
A pesar de esto, persisten desafíos significativos como el control de capitales y divisas, que disuaden la inversión extranjera y limitan la acumulación de reservas internacionales. Según JPMorgan, aunque la economía argentina podría contraerse un 3% en 2024, se espera un fuerte rebote del 5,2% en 2025, impulsado por sectores clave como el agro y la minería.
La bolsa argentina, representada principalmente por el índice Merval, ha mostrado volatilidad, pero mantiene un crecimiento acumulado del 20% en dólares desde el inicio de la gestión Milei. Los inversores extranjeros, atentos a las reformas estructurales, evalúan con optimismo sectores con gran potencial como la energía, la minería y la agroindustria, especialmente tras la implementación del régimen RIGI, que facilita la llegada de capitales.
Proyecciones y retos para 2025
De cara al 2025, la administración Milei deberá enfrentar elecciones legislativas de medio término, donde buscará ampliar su representación parlamentaria para acelerar reformas aún pendientes. Analistas advierten que el éxito del presidente dependerá de su capacidad para lograr un crecimiento económico duradero y mejorar el nivel de vida de la población.
Según Sebastián Menescaldi, director de la consultora EcoGo, aunque la economía seguirá creciendo en 2025, lo hará “a un ritmo más moderado” debido al efecto inicial de las medidas correctivas. Por otro lado, analistas como Pablo Lacoste resaltan que Milei deberá centrarse en reducir la presión fiscal para fortalecer la competitividad empresarial y generar confianza en los mercados.
Conclusión
El primer año de Javier Milei ha marcado un punto de inflexión para Argentina. Si bien las cifras macroeconómicas muestran mejoras, el costo social de las políticas de ajuste ha sido considerable. La inflación se ha desacelerado, los mercados financieros han dado señales de recuperación y la confianza inversionista comienza a consolidarse.
Sin embargo, el gobierno enfrenta un desafío crítico: lograr que estas reformas se traduzcan en un crecimiento sostenible que beneficie a todos los sectores de la sociedad. La proyección de crecimiento del 5,2% en 2025 es una luz de esperanza para la economía argentina y para una bolsa que podría capitalizar los esfuerzos por estabilizar el país.
En el escenario internacional, Argentina se posiciona como un país atractivo para inversores, pero el camino no está exento de riesgos. Será clave la capacidad del gobierno de Milei para equilibrar la austeridad con el bienestar social y consolidar un modelo económico eficiente y competitivo.
Las proyecciones para el índice S&P Merval en 2025 son optimistas, respaldadas por mejoras macroeconómicas y reformas estructurales en Argentina. Analistas de Grupo IEB estiman que el S&P Merval podría alcanzar valores entre 2.700 y 3.000 puntos, lo que implicaría un retorno del 25% en dólares. Esta perspectiva se basa en expectativas de crecimiento económico, superávit fiscal y baja inflación. Además, se prevé que el riesgo país continúe disminuyendo, acercándose a niveles de 450 a 500 puntos básicos, lo que favorecería la apreciación de los activos financieros locales. Sin embargo, es importante considerar que estas proyecciones están sujetas a riesgos políticos y económicos, tanto a nivel local como internacional.