¿De la Austeridad a la Prosperidad? El Efecto Milei en la Economía Argentina
Desde su asunción en diciembre de 2023, Javier Milei ha instaurado un conjunto de reformas económicas que buscan transformar profundamente tanto el mercado interno como la imagen global de Argentina hacia el mundo. Sus políticas, que marcan un cambio drástico respecto a las políticas implementadas por administraciones previas, prometen revitalizar la economía a través de la desregulación y un recorte significativo del gasto público.
Estas primeras medidas de Milei han centrado sus esfuerzos en reducir el tamaño del Estado. La eliminación de 160,000 planes sociales del programa Potenciar Trabajo y la reducción de ministerios de 21 a 9, son pasos hacia una economía más liberal. Estas medidas no solo buscan disminuir el déficit fiscal crónico de Argentina, sino también fomentar una mayor eficiencia gubernamental. Sin embargo, el impacto inmediato ha sido una creciente vulnerabilidad en los sectores más desfavorecidos, con muchas personas perdiendo su única fuente de ingresos estable.
El control de la inflación es el objetivo primordial del plan inicial de Milei. En ese sentido, las cifras de los primeros meses convierten a la inflación en uno de los mayores logros proclamados por Milei. Según sus palabras en una entrevista con LN+, la tasa de inflación mensual cayó de un pico anual del 287.9% a solo un 11% entre febrero y marzo, y se es pera que para abril disminuya de 9%, superando las expectativas del mercado. Estos resultados son alentadores, pero es crucial cuestionar la durabilidad de estas políticas. La reducción de la tasa de interés de referencia de un astronómico 133% a un 60% es significativa, pero persisten dudas sobre si la austeridad fiscal podrás mantenerse sin comprometer el crecimiento económico y la cohesión social.
Por otro lado, la reducción del gasto público, traducido en un superávit de 0.2% del PBI entre enero y marzo, ha provocado una reacción negativa palpable entre la población. Las políticas de austeridad, aunque beneficiosas para la macroeconomía en teoría, han exacerbado la pobreza y la desigualdad, aspectos que ya estaban presentes en la sociedad argentina.
Esta creciente tensión social es una prueba de fuego para la popularidad y la viabilidad política de Milei, ya que el descontento social puede traducirse rápidamente en inestabilidad política. Por ejemplo, el ultimo anuncio de parte del secretario general del Sindicato del Personal Embarcado de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, sobre un paro de todas las actividades de transporte para el 6 de mayo, simultáneamente, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo iniciará una huelga indefinida, afectando al 80% de las aceiteras.
En el ámbito internacional, Milei ha redefinido las alianzas estratégicas de Argentina, fortaleciendo los lazos con Occidente, en particular con Estados Unidos e Israel. Este realineamiento podría tener implicaciones a largo plazo en cómo Argentina es percibida globalmente y en su capacidad para negociar en un entorno internacional cada vez más polarizado y competitivo.
A largo plazo, el verdadero desafío para el gobierno de Milei será sostener estos superávits fiscales y controlar la inflación. Las proyecciones del FMI indican un panorama mixto: una recuperación económica en forma de “V” pero con un descenso continuado en el ingreso medio por habitante en dólares, pasando de ubicarse en ese ranking en 1980 en el puesto 25 a ubicarse actualmente con un PBI per cápita de $12´812 en el puesto 74 de 188 países. Estas tendencias sugieren que, mientras la economía puede estabilizarse, los beneficios podrían no distribuirse equitativamente entre todos los argentinos.
Las políticas de Javier Milei representan un audaz experimento de desregulación en Argentina. Si bien las estadísticas iniciales ofrecen un rayo de esperanza como la inflación en 11%, las tensiones sociales emergentes y la incertidumbre en la política exterior plantean preguntas significativas sobre la sostenibilidad de este modelo a largo plazo. El éxito de Milei no se medirá solo por los indicadores económicos, sino también por su capacidad para mantener la cohesión social y adaptarse a un entorno global en constante cambio. Los próximos meses serán cruciales para determinar si esta nueva dirección política puede traducirse en un crecimiento sostenible y equitativo.
En este sentido consideramos que nos encontramos en una cuña correctiva para convertirse en una nueva oportunidad de compra del mercado argentino con gran potencial de rentabilidad para los que inviertan en este interesante activo.