Máximos históricos en Wall Street, confirma riesgo de un próximo cambio de tendencia
I. RESUMEN
La recuperación de la Bolsa de Estados Unidos se basa en tres pilares: la inmensa inyección de liquidez por parte de la reserva federal, los gigantescos paquetes de ayuda fiscal de trillones de dólares y las expectativas sobre los avances de la vacuna contra el COVID- 19 que se encuentra en fase 3; sin embargo ¿son sostenibles estas medidas para la Economía Americana los próximos años?, ¿qué riesgos están próximos a afrontar tras estas medidas estimulativas?
Mucha gente cree que las políticas inflacionarias de la Reserva Federal y del Gobierno son las razones por las que los mercados han estado subiendo, pues la lógica no se sostiene. Si la inflación se disparara, las tasas de interés también se dispararían, como en la década de los ´70, pero no es así; están estancados en niveles históricamente bajos.
Hay un ímpetu clave detrás de todos estos mercados: optimismo social extremo, el cual podemos observar en los precios de las acciones más altos en relación con el PIB jamás registrados, se muestra en el rally de los metales y se muestra complaciente con respecto a la deuda tan arraigada que se asemeja a un estado de hipnosis.
Sabemos que el optimismo es la causa, porque algunos bonos basura se venden como pan caliente con un rendimiento insignificante del 2,9%, y el rendimiento de las empresas con “grado de inversión” acaba de alcanzar un mínimo histórico de 1,82%.
En resumen, el optimismo social desmesurado está permitiendo que la FED y el gobierno se salgan con la suya con políticas imprudentes, solucionando el impase en el corto plazo pero ingresando a un gran problema en el largo plazo.
Sin embargo, para mantener todos estos estímulos monetarios la Reserva Federal tuvo que sacrificar un factor muy importante para su economía, el dólar el cual con esta oferta sobre exagerada a valores nunca antes registrados genera gran pérdida de valor en la moneda americana.
Cabe resaltar que el único mercado en el que los inversores son bajistas es el dólar estadounidense, cuando la gente empieza a tirar sus “inversiones” por la borda, empezarán a agarrar dólares como si sus vidas dependieran de ello.
Finalmente, los mercados que la gente adora actualmente son acciones, bonos, metales y monedas extranjeras; estos mercados se han correlacionado notablemente en los últimos meses. A medida que ha aumentado el optimismo hacia esos cuatro grupos de inversión, ha aumentado el pesimismo hacia el dólar.
Cuando la mentalidad detrás de esta correlación cambie, las tasas de interés subirán, las acciones y los metales caerán, y el dólar estadounidense subirá, esta combinación provocará una tormenta perfecta de miseria financiera.
II. CASO: 2018 VS 2020
Desde el principio de ciclicidad y fractalidad en los mercados financieros detectamos el comportamiento del 2018 con una figura y razon muy similar a la coyuntura actual que estamos atravesando, con mayor escala en base a los precios. La figura identificada el 2018 es un plano irregular con C extendida, el cual tuvo una duración de todo un año dividido en 3 fases.
La primera fase del 2018 tuvo una duración relativamente corta realizando un proceso correctivo de 3 meses entre fines de enero a principios de abril, generando una corrección del 15% promedio en los mercados identificando como la onda A. Si comparamos esta misma fase en la coyuntura actual identificamos la corrección del COVID-19 que empezó en febrero y finalizó en marzo, teniendo una duración similar en términos de tiempos pero duplicando la corrección en términos de precios ya que el mercado corrigió este año 32% en los meses mencionados.
La segunda fase inicia en abril del 2018 y se consolida por 6 meses hasta fines de septiembre logrando que los mercados alcancen y superen ligeramente los máximos históricos previos del SP500 generando una euforia record superior a la que se vivía antes de la caída previa de la fase 1, ese movimiento es típico de onda B, un movimiento contratendencial que es liderado por el engaño hacia los inversionistas retail.
Si comparamos esta segunda fase con el gráfico actual desde el piso del mercado realizado el 23/03 podemos inferir el fin y el agotamiento de la tendencia alcista, encontrándose próximo a una inflexión y un cambio de tendencia el cual debe iniciar en los meses de AGOSTO – SEPTIEMBRE y mantenerse en lo que resta del año dentro de la fase 3. Si observamos comparativas la suba actual de los mercados ha replicado exáctamente en términos de precios la del 2018 alcanzando los máximos históricos previos, a la par a niveles de euforia, el sentimiento actual es mas positivo que en enero/febrero de este año con aumento record de apertura de cuentas y volumenes por parte de los robinhood, que son identificados como los inversores inexpertos en USA, un claro indicador que nos confirma que estamos próximos a finalizar la onda B.
La fase 3 o fase final es la que estamos próximos a ingresar este año, escenario que en el 2018 inició la última semana de septiembre finalizando luego de 3 meses a finales de diciembre, generando una caída de 25% en los mercados y más de 35% en el sector tecnológico, por lo cual creemos que en definitiva estamos muy cerca a ingresar al desarrollo de la onda C a la baja (fase 3) que va impactar negativamente a las bolsas, generando una pérdida de 20% a 30% en los principales índices.
Cabe resaltar que la fase 3 del 2018 se profundizó por el efecto de Guerra comercial entre USA y China, con el alza de aranceles, prohibición de empresas y otros efectos especulativos que azotaron los mercados; si analizamos la coyuntura actual es importante mencionar que la incertidumbre geopolítica en los EE. UU y China se encuentra dormida pero no terminada, entre los riesgos que detectamos el posible deslistado de empresas chinas como Tiktok, Wechat y Huawei con potenciales represalias contra Apple una de las empresas de mayor capitalización de la bolsa de Nueva York, creemos que el mercado se encuentra sensible y preparado estructuralmente para que inicie un conflicto entre estos países sea por la guerra comercial o el efecto coronavirus.
III. CONCLUSIÓN
Los próximos meses del 2020 podrían incluir una segunda caída en el mercado no sólo por el efecto de la Guerra Comercial, sino por los riesgos que mantenemos latentes en el mercado en general como el aumento de los casos de covid-19 ingresando al invierno en USA y Europa. La elevación excesiva de la tasa de morosidad de casi 9% del sistema financiero americano cercano al nivel de la crisis del 2008, el aumento de empresas zombies en USA superior al 20%, la falta de recuperación de las ganancias corporativas que retrocedieron a valores mínimos en el 2016, la volatilidad que puede generar las elecciones presidenciales que tiene a la cabeza al líder demócrata Biden, significando un retroceso en la reforma tributaria que Trump realizara años atrás y un shock negativo inmediato del rango de 20 a 30% para la bolsa.
Los interesados en obtener mayor información al respecto en base a una asesoría de sus inversiones, pueden contactarse al siguiente mail: contacto@washingtoncapital.pe