INTELIGENCIA ARTIFICIAL: 100 AÑOS ANTES Y 100 AÑOS DESPUÉS
La Inteligencia Artificial (IA) es un concepto del que venimos hablando desde hace algún tiempo. Sin embargo, desde este año hemos empezado a ser más conscientes de su impacto y de cómo nos afecta a nivel personal y profesional. En este sentido, algo que no se había previsto, es que uno de los aspectos positivos de la pandemia de COVID – 19 fue la aceleración del desarrollo tecnológico, y en especial, de la IA.
Este desarrollo forma parte de los cambios y avances que han ocurrido a lo largo de los años. Durante el siglo pasado, por ejemplo, las entidades pasaron de sistemas contables rudimentarios a complejas arquitecturas corporativas, impulsadas por importantes transformaciones tecnológicas y financieras.
En el ámbito organizacional, la IA nos ofrece variedad de beneficios, entre los que se incluyen:
-Automatización y optimización de los sistemas de control
-Disminución de riesgos en la planificación de acciones estratégicas como comprar, vender o pujar
-Mayor eficiencia administrativa y operativa
-Predicciones más precisas, basadas en datos en tiempo real
-Acceso a talento especializado para resolver problemas específicos
Pese a esto, en el ámbito corporativo, la verdadera integración de la IA no depende únicamente de sus capacidades técnicas, sino también de los principios fundamentales de la gobernanza corporativa, la gestión de riesgos y el cumplimiento de las diferentes normas y principios. Es importante resaltar que, todas las actividades que se pueden hacer tienen un común denominador, el líder, que es el llamado a hacer las cosas bien desde el primer momento. De otra forma, los vicios del “antes de la IA” seguirán retrasando el desarrollo de las organizaciones porque los líderes buenos no hacen nada para impedirlo.
Hace varias décadas, unas pocas empresas crearon plataformas, modelos de comercio electrónico y otros modelos de negocios basados en internet, que siguen siendo prevalentes hasta el día de hoy. Es posible que ocurra algo similar con la IA, debido a que su potencial transformador podría dar lugar a nuevos modelos operativos y de negocios, por lo cual, aquellos que se adelanten al resto (ya sean empresas nativas de IA o empresas establecidas que se reinventan rápidamente) probablemente permanecerán en la vanguardia. Además, la brecha entre las empresas o comunidades líderes y los rezagados en IA se extenderá también a las economías.
Gobernanza Corporativa e IA
Para garantizar que la IA opere de una manera ética y eficiente, es fundamental contar con buenas reglas empresariales, pues la IA no solo impulsa la eficiencia empresarial, sino que también aumenta los riesgos al no utilizarse con cuidado. Dentro de este contexto, los líderes de las organizaciones deben asegurarse de que:
-Se desarrollen políticas claras que regulen el uso de la IA
-Se creen estrategias y tácticas de vigilancia y regulación para identificar posibles imprecisiones o irregularidades
-Se fomente una cultura que valore la honestidad y la responsabilidad en el uso de los datos para estos sistemas
Riesgos y cumplimiento: una visión integrada
Asimismo, la IA puede generar problemas con la protección de la información privada, la seguridad informática, causar comportamientos injustos del sistema, entre otros. Por lo tanto, las organizaciones deben adoptar enfoques proactivos para la gestión de riesgos asociados y emergentes, de ser el caso.
En este sentido, la integración de la IA en los procesos corporativos debe ser gestionada de manera sencilla, para:
-Asegurar que los datos personales, por sobre todo, se mantengan seguros y seguir ciertas directrices en diferentes países para la protección de estos
-Garantizar que las herramientas de IA sean fiables y se ajusten a los objetivos empresariales
-Riesgos éticos: evitar la discriminación o la desigualdad en las decisiones automatizadas
Por otro lado, la IA también puede servir como colaboradora en el cumplimiento normativo, promoviendo una supervisión más rápida y eficaz, así como una vigilancia continua de riesgos.
Un puente hacia el futuro
Al igual que hicieron las grandes empresas hace mucho tiempo al experimentar transformaciones ahora con la IA, estamos atravesando un cambio igual de significativo. Por esta razón, las entidades alineadas con la IA que aprovechan una gobernanza eficaz, la supervisión de riesgos y el cumplimiento sobresaldrán durante este siglo y los siguientes.
No podemos ignorar que el tiempo es un factor crítico. Parafraseando el dicho: “Para luego es tarde”. Aprovechemos el momento para construir una era futura donde la IA sirva no solo como un agente de cambio, sino como una piedra angular para un progreso moral y económicamente responsable.
Que tengan un extraordinario año 2025 y muchas gracias por el regalo del privilegio de su tiempo y acompañarme en este espacio de reflexiones empresariales.