DIRECTORIOS: LECCIONES DEL PASADO
Publio Cornelio Escipión, (en latín, Publius Cornelius Scipio Africanus), reconocido por su enfoque estratégico para llevar a cabo las campañas militares, fue uno de los generales más brillantes de la historia de Roma, vencedor de Aníbal en la Segunda Guerra Púnica, quien fue otro gran general de la historia universal.
Comparar el liderazgo y funcionamiento de su Estado Mayor con el desempeño de un directorio y su línea ejecutiva en el ámbito empresarial, ofrece un análisis interesante desde el punto de vista del liderazgo, toma de decisiones, coordinación de recursos, entre otros aspectos de relevancia de una estructura empresarial moderna.
En línea con ello, algunos puntos clave para realizar la mencionada comparación son los siguientes:
1. Liderazgo versus dirección
Escipión: Su liderazgo era marcadamente personal. Como comandante en jefe, de manera similar a lo que hoy sería un presidente de directorio, tomaba decisiones cruciales basadas en su experiencia, visión estratégica y habilidades militares. También se valía de los conocimientos y experiencia de “su equipo” o de algún miembro de este; sin embargo, al final, la decisión tomada era personal. Fue un líder carismático que inspiraba confianza, admiración y lealtad entre sus oficiales y soldados, estableciendo una clara jerarquía de mando. Esto se puede notar claramente en el libro de Santiago Posteguillo, titulado “Las Legiones Malditas” (página 715).
Directorio: En una estructura moderna, el liderazgo tiende a ser colegiado y compartido, por lo que las decisiones estratégicas normalmente se toman por consenso o al menos con la participación de varios miembros, cada uno responsable de diferentes áreas: Finanzas, Recursos Humanos, Operaciones, entre otras. Esta estructura organizativa moderna hace que, en algunas ocasiones, el proceso de toma de decisiones se vuelva más lento y con menos centralización del poder. No obstante, a su vez, es más razonado y menos falible, reduciendo así la probabilidad de que emerja el vicio de la virtud, es decir, de no decidir nada o hacerlo muy tarde.
2. Flexibilidad estratégica
Escipión: Mostraba una gran flexibilidad táctica. Su capacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes del campo de batalla, como lo demostró en la Batalla de Zama, en la cual derrota a Aníbal, era clave para su éxito. No solo se enfrentaba a situaciones cambiantes, sino que también innovaba en la manera en que conducía la guerra.
Directorio: En la actualidad, con todas las limitaciones que puede exigir el mercado o las normas legales, como la adaptación del Compliance, suele hacer que el directorio tenga menos flexibilidad, ya que deben operar dentro de estructuras y normativas más formales. Aunque pueden adaptarse a cambios estratégicos, sus respuestas están condicionadas por la necesidad de deliberar y obtener aprobación de múltiples partes, lo que puede retrasar las decisiones en situaciones críticas; por lo que es imperativa la búsqueda de una decisión oportuna a las circunstancias.
Hace poco más de 200 años, Charles Darwin dijo que las especies que sobreviven son las que mejor se adaptan a los cambios y no necesariamente las más fuertes o las más intelectuales. Hoy en día, con toda la cantidad disruptiva de tecnología que se está dando, la expresión sería “…las especies que sobreviven son las que mejor y más rápidamente se adaptan a los cambios…”, lo que implica ser resilientes.
3. Relación con el Estado Mayor o Consejo de Asesores
Escipión: Tenía a su disposición un “Estado Mayor”, conformado por sus oficiales más cercanos y experimentados, quienes le proporcionaban información y asesoría en la planificación de las batallas. Sin embargo, aunque confiaba en su equipo para ejecutar sus órdenes de manera eficiente, la toma de decisiones recaía en él y su liderazgo era más autocrático que colaborativo.
Directorio: Hoy, la toma de decisiones es más descentralizada y colaborativa. Los miembros de un directorio aportan experiencia en diferentes áreas clave del negocio o la organización, lo que en teoría permite una visión más holística y variada. Sin embargo, esta dispersión del poder también puede dar lugar a desacuerdos y a una toma de decisiones menos unificada, por lo que la interrelación y comunicación de los miembros respectivos deben ser más cercanas y directas.
4. Gestión de recursos
Escipión: Facilitaba la gestión eficiente de los recursos disponibles: tropas y suministros. Su habilidad para asegurar refuerzos y material bélico, especialmente durante la invasión de África, fue clave para su éxito. Cabe indicar que Roma, mejor dicho, gran parte del Senado, deseaba el fracaso de sus campañas, razón por la cual le limitaron recursos bélicos, sobre todo de personal. Asimismo, le conminaron a que solamente utilice las legiones V y VI consideradas como “las legiones malditas” por ser “perdedoras” en la batalla de Cannae, así como una vergüenza para el imperio, que hizo que a sus integrantes se les destierre de Roma de por vida.
Directorio: Se promueve la gestión de recursos en un contexto más estable y previsible, aunque igualmente deben asegurar capital humano y financiero de manera estratégica y conjunta con la gerencia general.
5. Objetivos
Escipión: Sus objetivos eran principalmente militares centrados en la victoria. Tenía que diseñar sus estrategias para derrotar a un enemigo formidable como Aníbal y destruir la capacidad militar de Cartago.
Directorio: Tiene objetivos mucho más diversos, como asegurar el crecimiento sostenido de una empresa, la satisfacción de los accionistas, la responsabilidad social y el cumplimiento de normativas legales. Si bien puede enfrentarse a “batallas” en el mercado o con la competencia, sus estrategias son más variadas y complejas, abarcando no solo el corto plazo sino también la sostenibilidad a mediano y largo plazo.
6. Riesgos y recompensas
Escipión: El riesgo era vital y personal, si fracasaba en su estrategia, podría perder su vida, su posición, su patrimonio y Roma sufriría un colapso ante Cartago. La recompensa de la victoria era enorme, ya que no solo implicaba seguridad militar para la ciudad, sino también gloria y un reconocimiento propio.
Directorio: Los riesgos son más estratégicos, patrimoniales y reputacionales. Aunque las decisiones que tomen los directores pueden afectar gravemente a la supervivencia de la empresa, el impacto en el patrimonio personal también está igualmente amenazado. La recompensa, por su parte, es más abstracta e involucra: éxito financiero, estabilidad corporativa y reconocimiento profesional.
En resumen, mientras que Publio Cornelio Escipión, como general romano, operaba bajo un liderazgo personalista y con un enfoque en la adaptación rápida y la victoria militar; un directorio moderno trabaja dentro de una estructura más colegiada, enfocada en la sostenibilidad y el consenso. Ambos tienen en común la necesidad de gestionar recursos y personas, pero lo hacen en contextos y con objetivos muy diferentes; lo que refuerza el concepto que la elección del modelo a seguir en términos de gobernanza corporativa es único y estrictamente individual, dependiendo del tipo de industria, empresa y nivel de madurez, entre otros.
“Aquel cuyos oídos están tan cerrados a la verdad hasta el punto que no puede escucharla de boca de un amigo, puede darse por perdido.”. (Cicerón).