Vizcarra después del Referendum 26.11.18
Existe inquietud por conocer qué estrategia desarrollará Martin Vizcarra (MV) después del referéndum para mantener el nivel de popularidad que hasta ahora tiene. Y todo parece indicar que el primer mandatario ya tomó nota de ello y está trabajando en el tema . Es así que en el tema de la competitividad ha manifestado que “hemos pasado de estar en el puesto 36 al puesto 68, del 2011 al 2018 [según el ranking del Doing Business] Y lo que tenemos que hacer es revertir esa situación”. Señalando que “uno de nuestros objetivos de aquí al 2021, es recuperar por lo menos 20 posiciones de las que hemos perdido [en competitividad]. Es una meta bastante ambiciosa, pero creemos que es totalmente factible de cumplir”. “Estableceremos una agenda de desarrollo, que se la hemos planteado a todas las autoridades recientemente electas. Estamos trabajando con todos ellos para alinear criterios en torno a trabajar juntos para impulsar el desarrollo. Y luego conciliarla con las fuerzas políticas y con el Congreso”. Y si bien es crucial mejorar nuestra competitividad; aun cuando se lograra alcanzar el ambicioso objetivo; se trata de un concepto abstracto para la ciudadanía. El que definitivamente no tiene la pegada , en términos de aprobación de la gestión presidencial, que sí tiene el enfrentamiento con el fujiaprismo por la lucha contra la corrupción. Sin embargo si Uruguay otorgara el asilo a Alan García, estimo que un muy elevado porcentaje de la opinión pública estaría a favor que el gobierno no le otorgue el salvoconducto para que el líder aprista pueda salir del país. Por lo que el enfrentamiento con los apristas (¿también con los fujimoristas?) y con Uruguay para no permitir la salida de AGP del país, podría generarle dividendos políticos a Vizcarra. Además un factor clave para evaluar hasta que punto MV pudiera cumplir las nuevas promesas que efectuaría, serían los resultados del referéndum. Es así que si se aprobara la prohibición para la reelección de los actuales congresistas, la posibilidad que Fuerza Popular (FP) se siguiera fraccionando sería mayor. Ya que los parlamentarios, especialmente los provincianos, que desde hace un tiempo se siente postergados en dicha agrupación política, ya no se sentirían obligados a permanecer en FP. Por lo que en ese escenario el nivel de oposición al Ejecutivo en el Legislativo, disminuiría y podría impulsar nuevas iniciativas legales. Sin embargo también aparecerá más de un nuevo factor en la lucha contra la corrupción de Odebrecht que podría favorecer políticamente a MV. Como mantener una posición dura en la negociación con Odebrecht por la reparación civil. Sobre todo si ahora ya se ha descubierto que la constructora brasilera ha incumplido con las reglas de la cooperación eficaz (ocultó el soborno de $ 10 millones en la Interoceánica Norte). Sin embargo para poder enfrentar los desafíos que presenta la segunda mitad del período gubernamental, MV requiere de un gabinete ministerial más afiatado en lo que a los temas centrales de las promesas efectuadas . Por ejemplo en relación al objetivo de recuperar 20 posiciones en los rankings de competitividad, este definitivamente no se alcanzaría con las públicas discrepancias entre el ministro de economía y el titular del ministerio de trabajo sobre un tema clave como los cambios en regulación del despido arbitrario. Pero no solo se necesita un consejo de ministros más homogéneo sino uno con una mayor cuota política para poder apoyar las iniciativas presidenciales. Y ese no ha sido el caso en los últimos meses, en los que con excepción del Primer Ministro, el jefe de estado ha tenido que librar solo sus enfrentamientos contra el fujiaprismo. Sin que ninguno de los ministros atinara a colaborar en ese sentido.