Zavala: saludable flexibilización
La presentación de Fernando Zavala (FZ) ante el Congreso, llegaba precedida de un cambio positivo en las expectativas e insufló nuevos aires a la población. Atrás quedaron los sobresaltos , los anuncios inesperados de cambios en las reglas del juego (¿se acuerdan del frustrado intento de compra de la refinería La Pampilla?). La presentación de FZ era la necesaria complementación del Mensaje de 28 de Julio y representa la ratificación de un quinquenio más dentro de los grandes lineamientos del modelo económico.
Lo que en todo caso se esperaba era la presentación de un conjunto de objetivos y metas, estableciendo la priorización de los mismos en función de las restricciones con las que nos enfrentamos. Pero faltó claridad y objetivos más realistas.
En lo que a las ausencias del Mensaje se refiere , la más comentada y evidente fue un informe sobre la verdadera situación en la que han encontrado al país. Sobre todo si el propio PPK manifestara que el pasado gobierno de Ollanta Humala “no dejó una buena gestión gubernamental” y “no nos han dejado las cosas funcionando”. Sin embargo esto solo se logró , someramente, cuando los congresistas de Fuerza Popular (FP) condicionaron su aprobación a recibir dicho diagnóstico. En realidad no se entienden las razones para dicha ausencia. Es que a pesar de las reiteradas negaciones de la existencia de algún acuerdo con el gobierno anterior, no deja de llamar la atención que PPK se reuniera con Humala hasta en cuatro oportunidades, de las cuales tres de ellas fueron a solas entre los dos mandatarios, lo cual da lugar a suspicacias.
Asimismo resultó sorprendente que no se dedicara ni una palabra al estado en que se han recibido los tres principales megaproyectos aprobados por el gobierno anterior: el Gasoducto Sur Peruano; la Línea N° 2 del Metro de Lima y el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara. Sobre todo si diversos representantes del Ejecutivo han manifestado que ellos no se van a dedicar a investigar el pasado, sino a mirar el futuro. Un claro ejemplo de esta actitud lo ofreció el ministro Tamayo, cuando frente a una pregunta sobre si el gobierno plantearía cambios en el esquema de ingresos garantizados dispuesto en el contrato al gasoducto al sur, responde negativamente. Llama la atención esta actitud ya que dicho esquema garantiza excesivos subsidios ($ 912 millones durante 30 años, entre otros) que los consumidores eléctricos los pagaremos a través de los recibos de luz. Esta actitud condescendiente frente a la empresa de Odebrecht resulta inexplicable en un contexto que los concesionarios están solicitando cambios al contrato original, y no se entiende porque el Ejecutivo no aprovecha la oportunidad para también solicitar cambios a favor de los consumidores.
Además el “destrabamiento” de estos megaproyectos sería justamente un eje fundamental para la reactivación de nuestra economía. Si se han presentado metas tan ambiciosas en materia de infraestructura (piensan llegar a invertir hasta el 6% del PBI), hubiera sido importante conocer cómo se han recibido esos importantes proyectos de infraestructura, qué experiencias podemos sacar de los mismos para enfrentar los retos futuros. Asimismo se anunció una nueva “reforma del proceso de inversiones público-privadas”, cuando en la última etapa del gobierno anterior se aprobó, con casi los mismos objetivos que ahora se pretenden alcanzar, un nuevo marco para las APPs, cuyo reglamento no tiene ni ocho meses de antigüedad!.
De otro lado , todo parece indicar que, obligados por la correlación de fuerzas existentes en el Congreso, se estarían produciendo ciertos ajustes en el plan original de gobierno. Es así que en la exposición del Premier se omitieron ciertos temas, como la publicitada reducción del IGV, el seguro de desempleo, el ministerio de las regiones, etc. Y surgieron temas del plan de gobierno de FP, como la creación de la agencia de apoyo a las mypes. Esta saludable flexibilización permitiría un mayor fluidez en las relaciones entre el Ejecutivo y FP, que después de todo comparten una misma orientación económica. Ojalá este tipo de coincidencias se intensifiquen porque permitirían avances en los planes de ambas fuerzas políticas, porque el éxito de ellos será el éxito del país.