Despelote electoral
(22/02/2016)
En un contexto de despelote electoral, en el que el Congreso y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) han contribuido mucho a ello, con movimientos políticos ya repartiéndose la torta electoral de aquellos en problemas ante las autoridades electorales cuando todavía no han concluido los procesos, y en un torneo de quién acusa a quién, la administración Humala debe de estar feliz, porque se han “olvidado” de ellos y de sus problemas. Inclusive se están ganando alguito con el importante incremento del PBI de diciembre, y el ministro Segura se ha dado el lujo de afirmar que con las mayores rentas mineras el próximo Gobierno podría financiar las reformas que desee llevar adelante.
Es así que el JNE, en lugar de agilizar los procedimientos y acabar con la inestabilidad actual, ha entrado en un peloteo entre el Registro de Organizaciones Políticas, el Jurado Electoral Especial (JEE) y el JNE. Y el asunto puede no quedar allí, porque el JEE podría declarar nula la inscripción de César Acuña por haber entregado dinero a unos comerciantes chosicanos; la lista congresal de Acción Popular tampoco ha sido admitida y también se han declarado improcedentes las listas al Congreso de Orden (Ántero Flores-Aráoz); el Partido Nacionalista y la agrupación política de Renzo Reggiardo. Este último ha renunciado a su candidatura, precisando su desconfianza sobre el JNE, “que no garantiza un proceso electoral limpio”. Es que la mayor parte de los problemas señalados se habría evitado si el JNE contara con un marco legal más claro y si el Congreso no hubiera esperado la última hora para debatir y promulgar la Ley N° 30414, que cambia las reglas del juego de los partidos políticos y que recién entró en vigencia el 17 de enero de este año.
En medio de ese entorno electoral, el ministro Segura saca pecho por el PBI de diciembre (6.3%), el mayor nivel en casi dos años; por el crecimiento alcanzado el año pasado, el que, según él, permitiría al próximo Gobierno financiar las reformas estructurales que desee implementar. Asimismo, enfatizó que las cifras de crecimiento permiten comprobar que el plan de reactivación está funcionando, y se dio el lujo de criticar al BCR, afirmando que “la subida de la tasa de interés evidentemente juega un poco en contra de la aceleración del crecimiento”.
Claro que para el Gobierno no importa que los megaproyectos que originan el salto del PBI hubieran sido promocionados y concesionados en otro gobierno, y que hubieran sufrido una serie de retrasos que hicieron que, por suerte, ingresaran en producción comercial en un momento en el que el Gobierno necesitaba a gritos impulsar el PBI de su último año completo de crecimiento.
Y con los reflectores de los medios centrados principalmente en el caos electoral por el que estamos atravesando, el Gobierno está pasando piola con preocupantes eventos, como los reiterados derrames originados por el vetusto (1974) oleoducto de Petroperú. Estos derrames y las acusaciones de falta de mantenimiento no son nuevos sino que vienen desde hace años, pero la estatal sigue adelante. Sobre los últimos derrames del 25.01 y 02.02, el ministro del Ambiente ha manifestado que ha habido incumplimiento en el plan de adecuación de Petroperú sobre el oleoducto. Visto el reiterado incumplimiento de las normas ambientales, se ha gestionado una medida cautelar; enfatizando el ministro Pulgar-Vidal que si Petroperú no cumple con dicha cautelar, se aplicaría una medida definitiva, que puede llegar al cierre temporal del oleoducto hasta que la empresa adopte las medidas del caso. Por su parte, el presidente de la empresa ha ofrecido explicaciones muy poco creíbles. Y todo parece indicar que los “ahorros” en el mantenimiento y la caja que están haciendo al no trasladar todo lo que debían en el precio de la gasolina estarían orientados a la ampliación de la refinería de Talara. ¿Y con este tipo de “desmanejo” gerencial que viene desde hace muchos años quieren ingresar al upstream y a nuevos proyectos?
En el contexto anteriormente descrito, que se profundizará en los próximos meses, ¿ustedes creen que algún candidato tendrá tiempo de pensar en las medidas que ejecutará en los fundamentales primeros 100 días de gobierno y en su programa de mediano plazo?