(Bloomberg).- En 2013, un representante del Greenland Group, el tercer promotor inmobiliario más grande de , contactó al estudio de arquitectura HOK. "Dijeron que estaban invirtiendo en Londres y que habían hecho una oferta por una parcela", dijo el vicepresidente sénior de HOK, Larry Malcic, sentado una tarde reciente, taza de té en mano, en la oficina de su empresa en Londres. "Habían hecho los deberes".

El terreno en cuestión era un galpón deteriorado adyacente a Canary Wharf, una zona en el extremo este de la ciudad que se popularizó estas últimas décadas debido a su proximidad al centro financiero de Londres.

Sin embargo, nada en el área estaría a la altura de lo que el Greenland Group esperaba construir: una torre de 67 pisos y 800 millones de libras esterlinas (US$ 996.6 millones) que cuando estuviese terminada sería la torre residencial más alta de Europa Occidental.

"Desde el comienzo, la vieron como una torre fundamentalmente residencial", dijo Malcic. "Y querían extraer valor del lugar, así que fuimos lo más alto posible" (literalmente: un poco más y la torre violaría la ruta de los vuelos del aeropuerto London City).

El edificio, llamado The Spire, está diseñado como una torre ondulada de tres pétalos. Su posición, en una curva del Támesis, ofrece vistas sin parangón de Londres en todas las direcciones, y sus comodidades, entre ellas un salón en el 35° piso con una piscina sin bordes, un piso entero dedicado a salas de recreación y hasta una pista de atletismo al aire libre techada, la colocarían en la cima (literal) del boom de los inmuebles de lujo de Londres.

Entonces, justo cuando arrancó la construcción, el votó abandonar la Unión Europea y el mercado inmobiliario de Londres, que ya venía dando señales de debilidad, empezó a desmoronarse.

Seguir adelanteEl Greenland Group prometió proceder con la construcción. "No se puede decir que la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea ("Brexit") no haya tenido efectos sobre el mercado inmobiliario londinense, y estamos al tanto de que podría haber cierta turbulencia en el futuro", escribió por e-mail Wenhao Qian, director administrativo de Greenland Investment Ltd.

"A los proyectos destacados y los edificios icónicos sigue yéndoles bien. Sentimos que las ventajas de Londres —su prestigio global, su carácter cosmopolita y su posición de centro del comercio mundial— son buenos augurios de un futuro positivo tanto para el mercado inmobiliario como para la economía en general", agregó

En el corto plazo, The Spire puede esperar atraer a compradores internacionales que confíen en el futuro de Londres como centro financiero, o al menos en su posición como ciudad más estable que las de sus países de origen. Bajo una perspectiva de mediano a largo plazo, los indicadores demográficos implican que sus compradores podrían provenir del Reino Unido.

La construcción comenzará en 2017 y la fecha de finalización es en 2020. Además, aunque el sacudón en los mercados mundiales provocado por la incertidumbre del y las elecciones en Estados Unidos vuelve imposible realizar ni siquiera una proyección razonablemente cauta del futuro, Faisal Durrani, director de investigación de la correduría Cluttons, dijo que los inversores inteligentes no deberían intentarlo.

"Ajustar el lanzamiento de un edificio a los ciclos del mercado inmobiliario es más difícil que nunca", dijo él. "La mayoría de los inversores en este mercado están para el largo plazo, y el escenario a largo plazo es mucho más positivo que para los próximos tres a seis meses".