El flujo de caja es como el corazón del negocio, ya que su estado es un indicador para detectar el ‘estado’ de la liquidez de la empresa. Este representa las entradas y salidas de dinero efectivo que se da en el tiempo. Con este indicador, cabe recordar, no se analiza las ganancias o pérdidas sino el saldo del negocio, información que se utiliza para la toma de decisiones.
Ante ello, ¿qué pasos se deben tomar para la óptima administración de este indicador en los 12 días de cuarentena que aún quedan?
Augusto De la Cruz, socio de Consultoría Contable y Financiera de EY Perú, explicó a Gestión.pe que en un escenario de crisis como la que afronta el país a raíz de la segunda ola del COVID:
- La primera tarea que tienen las empresas -sobre todo las pymes y mypes- es identificar cuánto dinero se tiene disponible. “No es solo lo que se tiene como cash, sino también las líneas de crédito a la mano que pu|eden ser equivalente a dinero en efectivo”.
- También se tiene que identificar los pagos urgentes tales como planilla, proveedores, bancos, entre otros. Conocido también como lo negociable.
- Ser ágiles en el manejo de la tesorería, la que dependerá del tamaño de la empresa. “La toma de decisiones en el manejo del dinero no pueden demorarse como en un contexto antiCOVID sino ser más rápido”.
- Si mi empresa tiene más de una tienda, se debe saber identificar cuánto de cash va a necesitar en este periodo, para no dar de más a una ni de menos a otra. “Si cada una de mis tiendas tiene su caja chica y en momentos de crisis a una le doy S/ 100 y a la otra S/ 50, pero si luego me doy cuenta que la primera necesitaba S/ 50 y la segunda S/ 100 se tiene que volver a reasignar. Para evitar ello se tiene evaluar cuál es la necesidad de cada una y lo proyectado antes del COVID puede no servir por lo que se tiene que analizar según sus necesidades inmediatas”.
- En momento de crisis no es recomendable realizar una proyección de largo plazo de flujos de efectivo, lo recomendable es de máximo tres meses. “Cuando una actividad económica está paralizada las proyección de los flujos de efectivos no pueden ser de largo plazo sino de un máximo de 60 días”.
- También es vital que la supervisión de los flujos de efectivo deben ser -en momentos de crisis- (lo recomendable) diario. A lo mucho semanal. “Si antes del COVID se hacía semanal, ahora lo ideal es que esta supervisión del flujo de caja sea diaria”.
- En caso de tener préstamos pendientes, revisar si es que se caerá en incumplimiento. “No es recomendable que se salga a renegociar con un banco el cobro de un crédito cuando la actividad está paralizada ya que se va a prometer algo que no se sabe o no se tiene la certeza si se va a cumplir. Lo ideal es hacerlo cuando la actividad está en funcionamiento pleno o se reinicia la actividad”.
- Al reiniciarse el negocio, lo aconsejable es evaluar la posibilidad de renegociar pagos -como por ejemplo- con proveedores. “Si identifique que tengo a un proveedor que tengo que pagarle a 45 días y si eso me ahoga puedo renegociar para pagarle a 53 días. Se tiene renegociar todo lo que genere alivio para el bolsillo del negocio (flujo de caja) a fin de que no se quede vacío”.
- Para este punto es vital segmentar tanto a los clientes como a los proveedores para identificar quiénes pueden ayudar a la empresa y a quiénes se les puede ayudar.
- Lo aconsejable es contar con un protocolo de crisis para enfrentar las próximas olas del COVID, a fin de manejar óptimamente el dinero disponible.
El especialista subrayó que las empresas -independiente de su tamaño- deberían contar un comité de tesorería, que sea presidido por el encargado de finanzas para que todas las unidades del negocio reporten los pagos a efectuarse. “Justamente este Comité será el que priorice los pagos a efectuarse para tomar una decisión óptima sobre el uso de la caja”.
Añadió que otra medida que podría implementarse -sobre todo con los proveedores críticos- es revisar lo términos comerciales. “Si es complicado lo que se podría hacer es buscar otros proveedores alternativas para los próximos 12 días”. Igualmente se deben aprovechar todos los beneficios que se anuncien desde el Gobierno.
Américo Vallenas, director de Strategy& de PwC, aconsejó -en tanto- las siguientes medidas:
- Optimizar el ciclo de efectivo. Para lo cual, lo recomendable es perfeccionar la cobranza, haciendo más liquido las cuentas por cobrar o usando mecanismos como el factoring. También se debe gestionar proactivamente las cuentas por pagar, renegociando con proveedores y controlando los gastos y por último administrar proactivamente el inventario.
- Planificar la caja/tesorería en ciclos más cortos. “Hoy el corto plazo ya no es el trimestre/mes sino la semana”.
- Evaluar los incentivos del Gobierno en temas fiscales y de garantías como el Reactiva Perú, por ejemplo.
- Revisar y adecuar el modelo de negocio hacia uno mas ligero e innovador que se adecue a la demanda de la nueva normalidad.
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