En el Perú, el segmento de micro, pequeñas y medianas empresas representa la mayor parte del estrato empresarial. Sin embargo, no todas cuentan con asesoría para encontrar un financiamiento eficiente y, mucho menos, conocen qué hacer para ampliar su línea de crédito cuando esta ya se encuentra al límite de su uso.
Ante este escenario, expertos del sector financiero brindan algunos consejos a tener en cuenta si, por ejemplo, se desea implementar un nuevo proyecto dentro de su negocio y no se cuenta con una línea de crédito suficiente para llevarlo a cabo.
En primer lugar, una mediana o pequeña empresa en esta situación podría trabajar en conjunto con su entidad financiera en la presentación de un flujo de caja, refirió Walter Leyva, coordinador de proyectos financieros de la Universidad Esan.
Esta es la herramienta principal sobre la que las entidades financieras evalúan la línea de crédito otorgada a una empresa, acotó.
Según Leyva, dicho flujo de caja tiene que estar respaldado por proyecciones serias y adecuadas tanto en la política de ingresos como en gastos del negocio. Y debe considerar, además, los nuevos proyectos que se podrían tener en un corto y mediano plazo, agregó.
Una segunda opción para incrementar el financiamiento es la mejora de garantías, señaló el experto.
Los bienes tangibles de producción, como equipos o maquinaria, podrían mejorar la garantía que respalda el crédito, de acuerdo con las políticas de cada institución financiera, expresó.
La tercera herramienta, según Leyva, es un fideicomiso que es un modelo en desarrollo en el país, especialmente para la pequeña y mediana empresa.
“Si quiero implementar un proyecto, pero mis líneas están a tope, entonces lo hago mediante un fideicomiso”, dijo.
Un fideicomiso es un contrato que permite la creación de un patrimonio autónomo (fideicomiso o patrimonio fideicometido), que es administrado por una empresa especializada (fiduciario), según los términos y fines establecidos en el contrato y en beneficio del propio constituyente (fideicomitente) o de terceros (fideicomisarios).
Así, la fiduciaria garantiza que los ingresos del proyecto calcen con el pago correspondiente de la línea de crédito, explicó Leyva.
“La fiduciaria cobra un porcentaje por la administración pero brinda la confianza, calidad, cumplimiento y sostenibilidad del proyecto”, sostuvo.
En tanto, Walter Rojas, gerente central de créditos de Caja Cuzco, refiere que los bancos y financieras evalúan primero el historial de pago del cliente, por lo que recomienda ser puntual en los pagos tanto en la entidad financiera donde desea solicitar la ampliación del crédito como en las demás instituciones que le han otorgado un préstamo.
Asimismo, sugiere que esta ampliación sea solicitada si se cuenta con una buena capacidad de pago y tomando en consideración la rotación del negocio.
Cuando se trata de financiamiento de activos fijos (compra de maquinaria, vehículos e inmuebles) las ampliaciones se hacen previa evaluación, sin embargo, si se destina a capital de trabajo es más rápido el proceso, afirmó.
Por su parte, Leyva indicó que si las ventas del negocio tienen una tendencia a descender será difícil una ampliación y, en tal caso, aquellas líneas de crédito se irán ajustando.
“Los negocios que tienen más opción ante una solicitud de ampliación son aquellos que pueden mantener el flujo de ventas o los que tienen una tendencia favorable de crecimiento”, señaló.