Redacción Gestión

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Siempre recomiendo a la gente que tenga muy claras sus prioridades. Son distintas para cada persona: ahorro para el retiro, la seguridad de sus hijos, garantizar su educación, o bien, irse de viaje al extranjero.

Todo esto se va construyendo con el tiempo. Por eso mismo, también debemos tener claro en qué tiempo queremos o necesitaremos alcanzarlas en su totalidad y, por lo tanto, cuánto tendremos que ahorrar cada mes para ellas.

Ahorrar es pagar esas prioridades desde ahora, cada mes. Igual que pagamos la factura del celular o de la energía eléctrica. Pero como son prioridades, son lo más importante para nosotros.

Por eso mismo, el primer dinero que recibimos (ya sea que tengamos un ingreso regular o irregular) debe ser para ellas.

El resto del dinero, lo que nos queda, es lo que podemos gastar en todo lo demás. De hecho, realmente no importa cómo distribuyamos lo demás, siempre y cuando refleje nuestro patrón de gastos y no nos excedamos, porque de lo contrario caeremos en deudas.

Desde luego, los recursos son escasos, por eso al establecer nuestras prioridades debemos tomar decisiones, a lo mejor no todas al mismo tiempo.

Sin embargo, hay personas que tienen otra manera de ser y les ha costado mucho trabajo hacer esto y seguir un plan. Otras sienten que no les alcanza y que no hay forma de que puedan ahorrar, por ejemplo, para su retiro. Algunas más terminan, siempre, gastando de más. Por ello quiero ofrecer cinco estrategias sencillas para ahorrar que a algunos les podrían funcionar mejor:

1. Empezar poco a poco. Pensemos en una persona que nunca ha ahorrado y está acostumbrada a gastarse todo su dinero cada mes e incluso más.

2. Ahorrar de manera automática. En México hay distintas posibilidades. Una de ellas es CetesDirecto a través de su servicio TandaCetes. También se puede domiciliar el ahorro voluntario en las administradoras de fondos para el retiro (afores).

3. Guardar todas las monedas de 10 pesos en una alcancía. Igual que un niño. Esto funciona si hacemos una gran cantidad de pagos pequeños en efectivo, como estacionamientos (o tenemos un pequeño negocio que se mueve principalmente en efectivo).

4. Llevar el café o la comida desde casa. Cuando nos damos cuenta de la cantidad de dinero que nos gastamos cada mes en el café del día, nos asustamos: es un monto importante.

5. Tomar el ahorro como un reto. Hay gente que se motiva, se mueve, con base en retos. Les puede funcionar el reto del ahorro de las 52 semanas.

Diario El Economista de México_Red Iberoamericana de Prensa Económica ()