El gobierno tiene planeado extender la vigencia del trabajo remoto hasta julio del 2021, ante los temores que vienen surgiendo por el incremento de casos de la pandemia del COVID-19, más de 440,000 contagiados, y ante la eventualidad de que la vacuna no llegue hasta antes de primer trimestre del próximo año, según lo manifestado por la ministra de Salud, Pilar Mazzetti.
Y pese a que la cuarentena se ha levantado, muchas personas siguen laborando desde sus hogares, sea porque existen temores a más contagios o porque en los más de 100 días han logrado reorganizar y optimizar las labores que desempeñan.
Sin embargo, el trabajo remoto está generando otros problemas psicosociales y emocionales que superan incluso los problemas físicos, como son los osteomusculares.
Ante ello, Michell Sánchez, jefe de Seguridad y Salud en el Trabajo de Manpower, comenta que en este periodo muchos de los trabajadores reportan como principal problema molestias físicas, como dolores en la columna, cuello, cervicales o la zona lumbar, que pueden solucionarse con temas de ergonomía.
“Los que primero salen son las ergonómicas, por falta de acondicionamiento en el puesto de trabajo. No tienen la silla, mesa, pantalla adecuada, o la ventilación no es la misma. Además, afirman que no se les ha capacitado para posiciones forzadas en su trabajo remoto”, refiere.
Sin embargo, Michell Sánchez indica que al analizar los casos con profundidad aparecen otros problemas como los psicosociales y emocionales que se convierten en los más importantes, por encima de los problemas físicos.
Síndrome del pijama y otros más
Uno de los problemas que más destaca es el síndrome del pijama, que es la apatía generalizada que surge cuando se trabaja en casa, realizando labores incluso desde el dormitorio, y en muchas ocasiones con las prendas de dormir, por ello el nombre.
“Hay un aumento de la sensación de soledad, lo que no se daba en condiciones normales, cuando se compartía el trabajo”, sostiene Sánchez de Manpower, tras indicar que se incrementa el insomnio y se modifica el horario entre la entrada y salida del trabajo.
“Antes, por ejemplo, uno se levantaba a las 5:00 am para salir a trabajar, porque se preparaba temprano y tenía que alistarse, caminar al paradero para subir al bus o a un taxi, y mientras llegaba al trabajo podría pasar hasta una hora de traslado. Ahora no, ya no tienen que trasladarse, y se levantan a las 7:00 am u 8:00 am, esto empieza a cambiar”, expresó.
Pero no solo destaca el síndrome del pijama, Michell Sánchez, describe también la angustia y la fatiga, física y mental, la sensación de abandono personal, que puede llegar a una desmotivación laboral.
“Las personas en el trabajo remoto se sienten que están sobrecargadas de trabajo, porque está asociado a cumplir con las metas y con los jefes que no los están viendo”, sostiene.
En algunas situaciones los trabajadores desarrollan la necesidad de hacer un poco más, para sentir que están justificando su trabajo, anota.
Hacia una relación diferente
El representante de Manpower menciona que estas manifestaciones psicosociales o emotivas suelen afectar más las labores diarias, por ello considera importante que los líderes presten mucha atención a estos factores.
“Hay la necesidad de capacitar a los líderes para que mejoren la interacción digital. Esto puede partir desde un saludo con las cámaras al iniciar el día”, detalla.
De la misma manera, se podría tener motivos de reuniones de cumpleaños o alguna celebración de trabajo, al menos interactuando de manera virtual.
En muchos casos, brindarles la información del avance de la pandemia, los casos que se reportan, dándoles la seguridad de que esta situación es temporal. Lo primero que debe realizarse es una buena comunicación, sin ser alarmistas, dice.
Además, las empresas deben contemplar un Plan de Salud Mental para sus trabajadores, a fin de que no entren en un círculo vicioso que afecta su relación laboral y el tiempo de familia.
“Uno de los problemas es la presencia ausente. Es la sensación de que para la familia están ausentes, sea el esposo o la esposa, para la otra pareja; o los padres para los hijos; y los niños no entienden que tienen al padre o madre, pero que está laborando”, remarcó.
Ante ello es importante la comunicación y que se mantengan los espacios para que los demás miembros de la familia puedan conversar. Otro aspecto importante es la fijación de horarios de trabajo.
Actualmente el Gobierno está trabajando en una propuesta para ser presentada al Congreso por el derecho a la desconexión laboral, una práctica que ya se usa en países de otras latitudes.