Redacción Gestión

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(AP) La agencia de seguridad rusa FSB ofrece una recompensa de US$ 50 millones por información que lleve a la detención de los responsables de de pasajeros de la aerolínea rusa Metrojet sobre la península del Sinaí, en Egipto.

El director del FSB, Alexander Bortnikov, anunció que el aparato fue derribado por un explosivo de fabricación casera y que ahora está claro que el incidente fue un acto terrorista.

El FSB apeló más tarde a las comunidades rusa e internacional para cooperar en la identificación de los terroristas y ofreció una recompensa de US$ 50 millones.

El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el ataque y Putin prometió cazar a los culpables. Aviones de guerra rusos atacaron el martes Raqqa, la autoproclamada capital del Estado Islámico en Siria, y otros blancos, dijo el ministro de Defensa a Putin en una sesión informativa más tarde.

Todas las personas a bordo, en su mayoría turistas rusos, murieron cuando el Airbus 321-200 de la aerolínea Metrojet cayó en la península del Sinaí el 31 de octubre, unos 23 minutos después de despegar de Sharm el-Sheikh, una ciudad turística en sobre el Mar Rojo. El avión se dirigía a San Petersburgo, de donde era la mayoría de los pasajeros.

Las autoridades egipcias abrieron la investigación sobre una posible falla de seguridad o infiltración de milicianos en el personaje del aeropuerto, dijeron funcionarios de seguridad.

La investigación se ha enfocado en los maleteros, sus jefes de seguridad y también en el personal involucrado en los servicios de alimentos para vuelos, según las fuentes, que hablaron con la condición del anonimato debido a lo delicado del caso.

El primer ministro egipcio Sherif Ismail dijo que su gobierno fue informado recién el martes sobre los resultados de la investigación rusa. Después de una reunión del gabinete en Sharm el-Sheikh, Ismail afirmó que Egipto tendrá en cuenta la conclusión rusa sobre la destrucción del avión.

Mientras tanto el ministro egipcio de aviación Hossam Kamal puso dudas sobre la declaración rusa diciendo que la investigación técnica por expertos de Egipto, Rusia, Francia e Irlanda todavía no había llegado a una conclusión.

La confirmación de que una bomba fue colocada en el avión probablemente tendrá un impacto desastroso en la vital industria del turismo egipcia.