Redacción Gestión

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Reuters.- El escritor mexicano Carlos Fuentes, uno de los autores latinoamericanos más leídos en el mundo con una vasta obra de novelas, cuentos, guiones cinematográficos y ensayos, falleció el martes a los 83 años.

Fuentes, nacido en Panamá en 1928, pasó su infancia recorriendo Latinoamérica y Estados Unidos siguiendo la carrera diplomática de su padre, hasta que se estableció en México durante su adolescencia, donde estudió Derecho. Posteriormente, realizó estudios de economía en Suiza.

En 1954 publicó su primera novela, "Los días enmascarados", dando inicio a una obra literaria cargada del paisaje mexicano a través de su ojo crítico y su narrativa novedosa.

Con "La región más transparente" (1958) y "La muerte de Artemio Cruz" (1962), dos de sus obras más conocidas, Fuentes consiguió proyectarse como uno de los principales creadores de la novela latinoamericana.

Según una cronología escrita por él mismo, se inició en la lectura desde niño con Edmundo de Amicis y Mark Twain, para luego conocer a Alejandro Dumas, Pablo Neruda y Jorge Luis Borges, entre otros. En 1944 leyó "El Quijote" y desde entonces lo volvió a visitar cada año, dijo.

Su prolífico trabajo literario ha sido traducido a 24 idiomas. Fuentes organizó su propia obra bajo el título "La edad del tiempo".

En un episodio curioso, su obra "Aura" (1962) recobró popularidad en México casi 40 años después de su publicación cuando un conservador ministro del Trabajo censuró su lectura a su hija adolescente por narrar una escena erótica.

La polémica aumentó la demanda de "Aura", en medio de manifestaciones intelectuales en defensa de la cultura.

Activista de plumaEn una de sus novelas más recientes, "En la silla del águila" (2002), Fuentes recurre a la literatura epistolar para describir de cerca los manejos políticos alrededor de una sucesión presidencial en México y las perversiones del poder.

Pero también extendió sus críticas fuera del país, como en "La frontera de cristal", que habla de los mexicanos que emigran ilegalmente a Estados Unidos en busca de empleo.

Las opiniones de Fuentes eran comúnmente destacadas en la prensa nacional e internacional, vertidas en entrevistas concedidas a los medios o en sus artículos periodísticos.

Sus inquietudes políticas las manifestó desde joven. Cuando estuvo radicado en Chile, durante la Segunda Guerra Mundial, participó en protestas callejeras, y luego, al regresar a estudiar a Washington, convivió con alumnos judíos alemanes exiliados.

Cuando triunfó la revolución cubana de Fidel Castro mientras Fuentes residía en México, el escritor viajó de inmediato a la isla caribeña en apoyo a ese Gobierno.

El autor, quien fue embajador de México en Francia (1972-1976) y profesor en varias universidades estadounidenses y europeas, colaboró también con el Premio Nobel de Literatura de 1988, Octavio Paz, en la Revista Mexicana de Literatura.

Fuentes se convirtió en diplomático siguiendo los pasos de su padre, pero se vio obligado a dejar la embajada en París después de criticar abiertamente al entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México desde 1929 al 2000.

Entre los premios que obtuvo el escritor están el Nacional de Literatura en México (1984), el Cervantes (1987) y el Príncipe de Asturias (1994).