Redacción Gestión

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Talleres, fiestas, juegos para niños, olimpiadas. Las compañías suelen organizar actividades fuera de la oficina en busca de la fidelización de sus trabajadores. Para Alberto Loyola, consultor en Recursos Humanos, el objetivo es crear una cultura organizacional.

Sin embargo, el resultado no siempre es el esperado. "Pueden alquilar un estadio para un campeonato de fulbito, pero si la gente no está acostumbrada a que se le comunique o se le involucre, no va a ir", apunta Loyola.

Y es que, según el especialista, la gestión de talento de las empresas asentadas en el Perú aún es incipiente. Así, la organización de sus actividades suele presentar varias deficiencias.

"En el Perú, simplemente, hay áreas de recursos humanos dedicadas a la administración de nóminas", comenta Loyola.

Los erroresEl fracaso de una actividad organizada por un empleador pasa, en primer lugar, por ignorar las reales preferencias de los colaboradores. Según Loyola, los trabajadores peruanos quieren que se tome en cuenta a sus familias; de manera que, por ejemplo, los talleres orientados a los niños suelen tener éxito.

Asimismo, una adecuada estrategia de comunicación es indispensable para garantizar la asistencia de los profesionales a una actividad. El experto considera que el mensaje ideal debe llamar la atención sin caer en lo intrusivo.