Redacción Gestión

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Si alguna vez ha tenido un , es probable que usted tenga una lista de frases almacenadas en su memoria que lo ayudan a recordar por qué ese jefe era tan terrible.

Por otro lado, si usted como jefe en algún momento ha pronunciado estas frases, quizás sea el momento de dar un paso atrás y reflexionar sobre sus motivaciones. A continuación, diez frases que todo jefe debe estar prohibido de usar, según un artículo de Bernard Marr, colaborador de .

"Tienes suerte de siquiera tener un trabajo"Dependiendo de la situación de la economía en un determinado momento, esto podría ser verdad, pero no deja de ser una amenaza vacía. Por mucho que el empleado tenga suerte de tener un empleo, usted (como jefe) tiene suerte de tener un candidato calificado para cubrir esa posición. Llame la atención o despida al empleado si realmente las cosas no están funcionando, pero insignificantes amenazas como esta no ayudan a nadie.

"¿Quién dijo que el trabajo iba a ser divertido?"Esa frase sería muy desmoralizante, sobre todo viniendo de un jefe. La idea falsa aquí es que todo trabajo duro tiene que ser aburrido y pesado. La gente puede disfrutar y apasionarse por cualquier tipo de trabajo. En lugar de lanzar este tipo de quejas, trate de ver la que podría ser la raíz del problema. ¿Están motivados sus empleados? ¿No se sienten dueños de su trabajo? ¿Cómo fomentar el entusiasmo y orgullo por el trabajo duro que ellos hacen?

"No te pago para pensar"Usted no debe impedir que la gente piense e innove. Incluso las personas en las categorías más bajas pueden tener ideas para mejorar los procesos de trabajo. Es importante escuchar y respetar a todos en la empresa –desde el CEO hasta el conserje.

"Yo no hago las reglas"Una vez más, si bien esto puede ser cierto, la frase socava su autoridad y lo hace ver como un títere de la alta dirección. Hay diferentes maneras de responder a una queja sobre las políticas de la empresa. Usted podría orientar al empleado sobre cómo llevar su queja a la persona indicada o tomar el reclamo y remitirlo a la gerencia usted mismo.

"Haga lo que yo le digo"Una frase muy parecida sería: "esta es su nueva prioridad". Ignorar las prioridades de un empleado para que se encargue de su crisis del momento es una falta de respeto y da la impresión de que usted no tiene la capacidad cuando se trata de dirigir proyectos y atender prioridades. En lugar de simplemente reasignar tareas a los empleados, explique por qué necesita que ellos cambien de dirección y cómo sus proyectos actuales se verán afectados o cubiertos.

"Esta es la forma en la que siempre hemos trabajado"Esa es otra forma de decir: "no me gusta el cambio". Y bueno, el cambio da miedo. Pero solo porque ha hecho algo de la misma manera por años, no significa que no hay una mejor manera. Examine sus propias vacilaciones junto con la validez de una propuesta.

"Voy a tomar eso bajo consideración"Traduciendo eso sería como: "realmente no me importa lo que pienses, yo voy a seguir haciendo lo que estoy haciendo como si nunca hubieras expresado una opinión en absoluto". En lugar de responder por cumplir o dar falsas esperanzas a alguien de que sus pensamientos han sido escuchados, por qué no intentar escucharlos realmente. Se podría decir algo que entre líneas sería: "Gracias; me has dado mucho sobre qué pensar".

"Tengo una queja anónima…"Las denuncias anónimas son la chispa que puede encender un conflicto a causa de resentimientos en la oficina. Al decir esto, usted está indicando a sus empleados que quiere averiguar quién hizo la denuncia o quiere que ellos lo hagan; además, si la queja se hizo de forma anónima, es probable que haya una razón. Evite mencionar que alguien hizo una queja en absoluto, si es posible, asuma la responsabilidad usted mismo diciendo: "Me he dado cuenta", o "Ha llegado a mi atención", para evitar la creación de un chivo expiatorio.

"Resuélvalo usted"Este tipo de frase demuestra falta de amabilidad y pereza. Si realmente es algo que un empleado debe abordar por su cuenta, usted podría señalar los recursos que él o ella tiene a su disposición o en que conocimientos se pueden apoyar.

"Me parece que ese es un problema personal"Los problemas personales se convierten en problemas de trabajo cuando empiezan a afectar el desempeño de un empleado. Si alguien llega habitualmente tarde o faltar al trabajo debido a un problema en casa, ese problema se ha convertido en su problema. Un buen gerente ayudará a los empleados a pensar en soluciones en lugar de echarlos en cara y esperar que los manejen por su cuenta.

Las palabras tienen poder, y lo que decimos es importante. Alguien podría pensar que es un buen gerente porque las cosas que hacen, pero si utilizan frases como estas, eso indica que no lo son.