Redacción Gestión

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Los participantes de una investigación que confiaron en un asesor como ayuda en un examen de conocimientos generales sobre Brasil percibieron que su asesor era más responsable del resultado si la puntuación de la prueba terminaba siendo alta y menos responsable si resultaba baja (60.07 contra 33.83 en una escala de responsabilidad percibida por el resultado de 100 puntos), dice un equipo encabezado por Mauricio Palmeira, de la Universidad Monash, en Australia. A menudo se supone que la gente siempre culpará a otros de los malos resultados y se apropiará de los éxitos, pero este y otros experimentos demuestran que es más probable que se responsabilice a los asesores del éxito que del fracaso. Además, estudios previos han mostrado que la gente tiende a atribuir el éxito a sus compañeros de equipo y a culparse de los fracasos, y que los maestros tienden a atribuir el éxito a los estudiantes y a responsabilizarse personalmente por las deficiencias de los alumnos.

(Fuente: Organizational Behavior and Human Decision Processes)

El sexo y la violencia en los anuncios podrían hacer que los consumidores presten menos atención a las marcas

Casi la mitad de los programas, películas y juegos más populares: Un análisis de 53 experimentos previos que involucraron a 8,489 participantes muestra que las marcas publicitadas en contenido de medios violento son menos recordadas, se las evalúa menos favorablemente y tienen menos probabilidad de ser compradas que las marcas anunciadas en medios no violentos y no sexuales, dicen Robert B. Lull y Brad J. Bushman, de la Universidad Estatal de Ohio. Casi la mitad de los programas, películas y juegos más populares contiene violencia, y más de una cuarta parte contiene sexo. Pero, en estos contextos, la predisposición evolutiva de los humanos a prestar atención al sexo y la violencia lleva a un segundo plano el reconocimiento de marca y, por tanto, perjudica al recuerdo de la marca, las actitudes con respecto a ella y las intenciones de compra, según teorizan los investigadores.

(Fuente: Psychological Bulletin)

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Sí, esos programas para ayudar a encontrar empleo realmente funcionan

2.67 veces más probabilidad de encontrar empleo: Los que buscan empleo y participan en programas que mejoran sus habilidades de búsqueda tienen 2.67 veces más probabilidad de encontrar empleos que aquéllos que no participan de dichas intervenciones, dice un equipo encabezado por Songqi Liu, de la Universidad Estatal de Pensilvania. En un análisis de 47 estudios previos de programas para enseñar a las personas a volverse más proactivas, mejorar su presentación personal, estimular la autoeficacia y aprender a conseguir apoyo social, los investigadores encontraron que las intervenciones son eficaces solo si incluyen el desarrollo de habilidades y la mejora de la motivación.

(Fuente: Psychological Bulletin)

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La sobreeducación de los que migran a EU es un enorme desperdicio mental, dicen investigadores

75 por ciento de los inmigrantes con títulos de maestría: La tasa de prevalencia de la sobreeducación excede el 40 por ciento para los que migran a Estados Unidos con títulos de licenciatura; el 50 por ciento para quienes tienen doctorado o títulos profesionales, y el 75 por ciento para aquellos con títulos de maestría, dice un equipo encabezado por Julia Beckhusen, de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Para los estadounidenses comparables, la prevalencia de la sobreeducación es entre 10 y 20 puntos porcentuales más baja. Este desequilibrio entre los niveles de educación de los inmigrantes y los requisitos de sus puestos de trabajo constituye un "enorme desperdicio mental" que finalmente podría impulsar a los inmigrantes a irse a otra parte en búsqueda de empleos que coincidan con sus niveles de conocimiento, dicen los investigadores.

(Fuente: Journal of Regional Science)

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Por qué las mujeres y los hombres ven distinto a un empleo ideal

Más a tono con los trueques difíciles: Cuando los investigadores preguntaron a egresados de un prestigioso programa de maestría en administración sobre los puestos más altos que pensaban que podían alcanzar en la pirámide de su carrera, no hubo diferencias entre los hombres y las mujeres. Pero las mujeres escogieron posiciones profesionales "ideales" significativamente más bajas que las de los hombres. Francesca Gino y Alison Wood Brooks, profesora y profesora asistente de la Escuela de Negocios de Harvard, respectivamente, plantean en un artículo en HBR.org que "dado que las mujeres tienden a creer que tienen menos tiempo para alcanzar mayor número de metas, es probable que experimenten más conflicto al decidir qué metas buscar y cuáles sacrificar o en cuáles hacer concesiones". En otras palabras, las mujeres están más sintonizadas con los sacrificios o trueques difíciles que pudieran necesitarse para alcanzar sus metas profesionales.

(Fuente: HBR.org)

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