(Foto: AFP)
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Antes de todas las revelaciones sobre su divorcio, su dudoso comportamiento en el lugar de trabajo y los lazos con Jeffrey Epstein, Bill Gates era simplemente un agradable multimillonario tecno-filántropo estadounidense. Claro, había acumulado una absurda cantidad de dinero al cofundar Microsoft Corp. y vivía en una mansión de US$130 millones con una habitación con un trampolín interior. Pero también era conocido por llevar a sus hijos a la escuela, ver Modern Family, vestirse como Ned Flanders y hacer fila para comprar sus hamburguesas con queso favoritas.