Cuando tomó las riendas del Bayern de Múnich, hace 10 meses, nadie hubiera apostado que el entrenador Hans-Dieter Flick iba a conseguir todo lo que ahora ostenta. El título del último domingo cerró el triplete de una temporada perfecta: Bundesliga, Copa de Alemania y Liga de Campeones.
Antes de Flick, solo un técnico del Bayern había logrado un éxito tan importante: Jupp Heynckes en 2013. Pero en ese caso se trataba de un entrenador de prestigio y de larga trayectoria. Flick llegó al cuadro bávaro siendo casi un desconocido y hoy ya es una leyenda.
Revertir la situación
Cuando Flick llegó a Bayern, la situación era crítica. El equipo acababa de caer goleado por 5-1 e incluso ganar la Bundesliga parecía lejano. El club lo contrató como técnico interino para sustituir al croata Niko Kovak mientras buscaban a un sucesor más adecuado.
¿La razón? La experiencia de Flick como DT era mínima. Había trabajado como entrenador de clubes de ascenso en el campeonato alemán, fue asistente de Trapattoni y Matthäus y coordinó el proyecto Red Bull Salzburg, según consta en su CV. Pero con cada victoria se ganó el puesto.
A su favor tenía el haber trabajado a la sombra de Joachim Löw en la selección alemana que ganó el Mundial de Brasil 2014. Eso le permitió saber cómo tratar a las estrellas de un conjunto deportivo. Su función era establecer las tácticas y estrategias de ese equipo.
Como jugador
A pesar de la inexperiencia, ganar la Champions League con Bayern pone a Flick, al mismo nivel de ‘Pep’ Guardiola o Zinedine Zidane. Ambos jugadores llevaron a la gloria a sus equipos a pesar de ser la primera vez que dirigían en primera división.
Pero mientras Guardiola o Zidane fueron reconocidos como cracks en su momento, Flick tuvo un pasado tímido como jugador en el Bayern y Colonia.
Su fortaleza como técnico radica en cómo manejó un vestuario lleno de estrellas y en que siempre buscó la excelencia deportiva. “Hansi es enormemente humano y eso es exactamente lo que los jugadores que triunfan aprecian por encima de todo”, afirma el exjugador Franz Beckenbauer.
“Nuestro juego no había estado tan bien organizado desde Pep Guardiola”, dijo también Thomas Muller, uno de los referentes del club.
Contratos
‘Hansi’ Flick, de 55 años, tiene asegurado un contrato laboral con Bayern de Múnich hasta la temporada que termina en 2023.
El técnico ha pedido a la dirigencia mantener la base del equipo, aunque algunas estrellas como Coutinho e Ivan Perisic volverán a sus clubes tras finalizar su préstamo.
La crisis del coronavirus hace que el club no destine mucho dinero en transferencias (a excepción de la de Leroy Sané) y vuelva la mirada a su cantera para enfrentar la próxima temporada.
- Una generación dorada que dio paso a otra -
En las últimas nueve temporadas, Bayern de Múnich ha conseguido dos títulos de Champions League, ocho Bundesligas y seis copas nacionales.
El trabajo de la dirigencia se centró en sustituir con suavidad la generación dorada de los años 2010, con estrellas como Arjen Robben, Franck Ribéry, Philipp Lahm y Bastian Schweinsteiger por otra donde destacan Serge Gnabry, Kingsley Coman, Leon Goretzka, entre otros futbolistas.
La meta de Karl-Heinz Rummenigge, presidente de la junta directiva, y de su sucesor designado, Oliver Kahn, es simple: continuar con esta racha. Para ello tienen dos objetivos. El primero es asegurar la lealtad de los referentes (Neuer, Müller y Lewandowski ya firmaron hasta 2023) y pensar en el futuro.
Alphonso Davies, la nueva estrella, se quedará hasta el 2025. Y entre los jóvenes cuentan con Michaël Cuisance (21 años), Tanguy Nianzou Kouassi (18) y el arquero Alexander Nübel, de 23 años.