Redacción Gestión

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(Bloomberg).- El magnate francés de la banca Eric de Rothschild estaba feliz el jueves de ver dos pinturas del maestro holandés Rembrandt van Rijn, propiedad de su familia durante generaciones, finalmente en exposición en el .

"Se ven magníficas aquí, mucho mejor ahora que las limpiaron un poco… ¡creo que la última vez fue en 1957!", dijo Rothschild al contemplar las pinturas junto al presidente de Francia François Hollande y la pareja real holandesa, que estaba de visita en París para festejar la compra.

Francia y los Países Bajos anunciaron en setiembre que habían comprado en forma conjunta dos obras poco comunes a la familia Rothschild por 160 millones de euros (US$ 176 millones). La adquisición, que es también la más grande de la historia para el Estado francés, puso fin a una disputa de un año que comenzó después que los holandeses ofrecieron comprar y repatriar las obras maestras. El Estado francés al principio dijo que no podía pagarlas pero luego se asoció a los Países Bajos para realizar una compra conjunta.

El Louvre realizó un trabajo limitado, llamado "bichonnage" (hacer mimos), con un producto llamado "falsa saliva" para devolver a las pinturas su brillo antes de que hoy se las expusiera, según la ministra de Cultura de Francia Audrey Azoulay.

Los Rembrandt recorrieron un camino accidentado antes de llegar al Louvre. Rothschild primero se los ofreció al museo francés, que esperó un año antes de negarse a comprarlos, lo que permitió al banquero buscar a otro comprador fuera de Francia. El Rijksmuseum mostró interés pero entonces el Estado francés dijo que se había dado cuenta de que no quería perder las dos obras.

"Al principio hubo algunos titubeos", declaró Azoulay en una entrevista. "Las pinturas eran caras y en un primer momento no sabíamos que esta solución de la compra conjunta era una posibilidad", dijo después de la ceremonia. "Fue difícil, ¡pero hemos logrado llegar aquí!" agregó.

Las dos pinturas son excepcionales, aun para ser de Rembrandt, ya que son sus únicos retratos de largo completo. La mayor parte de las obras del maestro holandés se halla en museos –como los de Estocolmo, Detroit, Baltimore, Zúrich y Fráncfort- más que en manos privadas.

Las pinturas permanecerán tres meses en el Louvre antes de que se las presente en la galería principal del Rijskmuseum de Amsterdam durante otros tres meses. Después se les hará una restauración total. El acuerdo de venta con Rothschild estipula que deben estar exhibidas alternativamente en ambos museos, que nunca deben separarse y que nunca se prestarán a otras instituciones.

El Louvre compró el retrato de la mujer y el Rijksmuseum el del hombre, informó Azoulay.

Los retratos de Marten Soolmans y su prometida Oopjen Coppit eran propiedad de la familia Rothschild desde mediados del siglo XIX y estaban expuestos en su mansión privada sin un vidrio de protección.

"Estas son obras de arte europeas únicas y estamos felices de que permanezcan en el continente", dijo el presidente del museo del Louvre Jean-Luc Martinez en una entrevista. "El proceso de financiamiento, con la participación de dos países y dos museos, sin duda es algo que volveremos a hacer".