AFP .- Como reyes, todopoderosos jerarcas del fútbol como el argentino Julio Grondona o el brasileño Ricardo Teixeira llegaban en jet privado a la sede de la Conmebol en Asunción, tenían varios Mercedes Benz esperándolos y no pasaban por aduanas ni migraciones.
Y hasta el 2015, cuando el gobierno estadounidense pidió el arresto de un puñado de jerarcas del fútbol de las Américas en un lujoso hotel de Suiza y destapó un inmenso escándalo que tumbó a la cúpula de la FIFA, se embolsaban millones en sobornos, relató el martes un empresario deportivo argentino en el juicio de corrupción de la FIFA.
A cambio, la Conmebol otorgaba a las empresas deportivas sudamericanas y estadounidenses como Fox Panamerican Sports, que pagaban las coimas, contratos de televisación y marketing de la Copa América, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, contó Alejandro Burzaco, expresidente de la empresa Torneos y Competencias (TyC).
También vendían sus votos en la FIFA para elegir las sedes de la Copa del Mundo, como Catar-2022, aseguró.
Burzaco es uno de los 42 acusados en el megaescándalo FIFA que ahora colabora con la acusación. Era mano derecha del poderoso exjefe del fútbol argentino Julio Grondona, fallecido en el 2014, y conocía todos los bastidores de la Conmebol, gracias a la cual amasó una fortuna.
Se entregó a la justicia en noviembre del 2015 y aceptó pagar una compensación de US$ 21 millones. Fue interrogado por el fiscal Sam Nitze como testigo del gobierno en el juicio a tres poderosos exjerarcas del fútbol sudamericano que insisten en su inocencia, y a quien este empresario asegura haber pagado millonarios sobornos.
Se trata del expresidente de la Conmebol Juan Ángel Napout, de Paraguay, el exjefe del fútbol brasileño José María Marín y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga.
Discusión en el bañoEl exjefe del fútbol brasileño Ricardo Teixeira, Grondona y el paraguayo Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol, integraban el comité ejecutivo de la FIFA y, en diciembre del 2010, votaron por Catar 2022 a cambio de sobornos de más de US$ 1 millón, contó Burzaco.
En un momento de la votación, Leoz había ido al baño y Catar no llegaba a tener los votos necesarios. Teixeira y Grondona lo fueron a buscar, lo sacudieron y le preguntaron "¿Qué estás haciendo? ¿Quién no está votando por Catar" como convenido?, relató Burzaco.
Leoz volvió a la sala, hubo otra votación y Catar fue electo sede del Mundial 2022.
Burzaco, que intenta reducir su sentencia, relató en unas siete horas de testimonio que hasta el 2015 la cúpula de la Conmebol negociaba sistemáticamente contratos que no le convenían, a cambio de sobornos que engordaban los bolsillos de los diez presidentes de las federaciones sudamericanas.
"Las coimas eran algo habitual", contó, y dijo que permitieron a T&T joint venture para los derechos de las Copas Libertadores y Sudamericana entre TyC y, desde el 2002, Fox Panamerican Sports obtener la extensión de los derechos de estos torneos del 2015 al 2018, y luego a Torneos hacerse con todos los derechos del 2019 al 2022.
Pagando coimas de entre US$ 600,000 y US$ 1.2 millones anuales a cada integrante de la cúpula de la FIFA, T&T ganaba "una extensión de sus contratos hasta el 2018, y evitaba una potencial competencia", según Burzaco. Fox Sports logró con esta ampliación ganar peso y extender su distribución de Estados Unidos al sur de Argentina por cuatro años más, señaló.
Como parte de este acuerdo, T&T pagó hasta US$ 900,000 anuales a Marín y al brasileño Marco Polo del Nero, que reemplazaron a Teixeira tras su renuncia a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), dijo Burzaco.
Datisa empresa conjunta entre Full Play, Traffic Brasil y TyC también acordó pagar sobornos por US$ 30 millones a los diez principales jerarcas de la Conmebol por cada edición de la Copa América 2015, 2019 y 2023 (con la Copa América Centenario 2016 incluida), afirmó.
Aseguró que Marín y Marco Polo del Nero que reemplazaron en dúo a Teixeira compartieron US$ 3 millones, mientras Napout y Burga recibieron US$ 1 millón cada uno.
La Conmebol anunció el jueves que rescindió su contrato con Datisa al conocerse confesiones de hechos de corrupción.
Casi todasEntre el 2006 y 2015, TyC tenía varios socios como Fox Sports USA, el grupo mexicano Televisa, la brasileña TV Globo, la española MediaPro, la argentina Full Play y el grupo argentino Clarín.
Consultado por el fiscal sobre cuáles pagaban sobornos a cambio de contratos, respondió: "Que yo sepa todas las compañías, a excepción de Clarín".
Burzaco explicó que las coimas eran pagadas en efectivo en sobres o bolsos, en depósitos en cuentas de Suiza con la ayuda de bancos que suministraban contratos falsos o Andorra o en casas de cambio de Buenos Aires.
El contrato del 2008 está firmado entre otros por James Ganley, exalto responsable de Fox Panamerican Sports, una de las principales televisiones del mundo con programación deportiva en español y socia de T&T.
TyC es una de las tres empresas acusadas en el megaescándalo FIFA, pero tiene un acuerdo con el gobierno, que ha aplazado su proceso.