Desde que era niño, el doctor Javier Heredia supo que quería seguir los pasos de su padre y convertirse en cardiólogo. “Siempre me apasionó la especialidad del corazón. Yo no quería ser médico, quería ser cardiólogo”, dice con determinación. Heredia es director médico desde hace dos años de la Clínica Anglo Americana, institución que hoy cumple 100 años. En su cargo, planea estrategias, gestiona, delega y administra, pero ello no le impide dejar de lado a sus pacientes.
¿Cómo llegó a la Clínica Anglo Americana?
Tengo más de 15 años en la clínica. Además, hace más de 7 años colaboro en la parte administrativa, he sido jefe del grupo de gestión de hospitalización, que es el más importante de la clínica. A la par, he trabajado como cardiólogo. Hace un par de años me pidieron ser el director médico.
Coincidió con la pandemia…
Fue unos meses antes de la pandemia, así que ha sido mi “fogueo” con la respuesta de un centro de salud ante una emergencia sanitaria.
Una experiencia difícil…
Sí. La única parte buena de esta pandemia es que me permitió darle el 100% a la dirección médica durante esos meses. Pude hacer planes, fijar estrategias y he logrado el equilibrio para atender a mis pacientes y no causar ninguna demora, espera, fastidio y cumplir con todas las metas que tenemos como organización.
¿Considera que los cargos que ha tenido antes lo han preparado para asumir esta posición?
Claro, en lo que hacía antes tenía mucha relación con el director. La dirección médica ya era algo conocido para mí. Pero siempre digo que la labor principal en mi día a día es mantener y mejorar la calidad de la atención médica y coordinar con todo el staff para que esto suceda. Somos más de 200 médicos.
¿Tiene similitud la labor del cardiólogo con la del gestor?
Siempre se dice que el buen médico es un mal administrador. Pero hay excepciones. Ahora hay cursos, capacitaciones, y con eso hemos logrado llevar adelante la gestión.
Usted como director, ¿se considera el cerebro o el corazón de la organización?
El corazón de cualquier organización es siempre el staff. Las estrategias, adónde vamos y cómo lo tenemos que hacer, eso sí recae en la dirección.
¿Cómo andamos los peruanos del corazón en medio de varias crisis?
El estrés es uno de los factores de riesgo para enfermedades cardiacas. La mitad de los pacientes que han aumentado es porque el estrés ha hecho que aflore una enfermedad de fondo. Y la otra mitad cree que tiene algo porque la ansiedad les produce dolor de pecho, falta de aire, pero al final es un proceso por la situación que vivimos.
¿Qué edades tienen esos pacientes?
A partir de los 35 a 40 años hay muchos pacientes que están acudiendo con esos problemas.
Pasando a otro tema, ¿cómo balancea la vida laboral y familiar?
Tengo dos hijas ya grandes. Con la familia cocinamos en casa o vamos a la playa. No soy el mejor cocinando, pero trato de mejorar.
¿Qué le sale mejor?
Un cebiche, platos a base de pescado, a la parrilla o al horno. Generalmente cuando vamos a la playa es a papá a quien le toca cocinar.
¿Y personalmente qué disfruta hacer para relajarse?
Tengo un hobby que le he dado muy fuerte, que es la bicicleta de montaña.
¿Qué le gusta de él?
La bici de montaña te permite ir a sitios donde no hay nadie y el ejercicio es mucho más divertido, novedoso y haces bastante deporte, aproximadamente 3 o 4 horas.