En tiempos de crisis, los nervios y la desesperación pueden llevarnos a tomar malas decisiones en la empresa y presionar el botón de emergencia. La periodista Silvia Miró Quesada y el consultor experto en gestión integral de personas nos dicen que no, que no lo hagamos.
“La persona que pierde su empleo quiere vender todo e irse del país, el líder presiona a su gente en demasía pensando que eso va a lograr mejores resultados y el empresario despide personal y reduce costos cuando ve que la cosa se pone mal”, describe La Madrid. “Presionar el botón de emergencia es tomar decisiones irracionales, emocionales”, señala.
De hecho, así se llama el libro que han escrito en conjunto ambos autores. “No presione el botón de emergencia. Lecciones de gestión de talento en el Perú” repasa la evolución en los últimos 40 años de la práctica de esa actividad en las organizaciones en el país.
“Antes el gerente general era una persona de más de 60 años que usaba terno, tenía su ascensor propio y era inaccesible. Además, el trabajador que era considerado un talento era el más antiguo, el que mostraba mayor lealtad. Hoy en día han aparecido temas de gestión humana más modernos, pero siempre la constante era el no haber aprendido a depender de nosotros mismos, lo que siempre nos ha hecho ser vulnerables y tomar decisiones equivocadas cuando estamos en situaciones de crisis”, detalla La Madrid.
Habilidades blandas
Por esa razón, Miró Quesada sostiene que los colaboradores deben aprender a desarrollar sus habilidades blandas. “Este es un mundo donde siempre ha sido complicado todo. La evolución ahora es más rápida. Si no aprendemos a gestionarnos a nosotros mismos primero, difícilmente vamos a poder gestionar al equipo con el que trabajamos”.
Según la comunicadora, las circunstancias son las que determinan qué tipo de habilidades blandas va a necesitar un trabajador en cada espacio en el que se desenvuelve.
En ese sentido, Miró Quesada dice que el teletrabajo nos ha enseñado a todos “a confiar en nosotros para después confiar en el otro y a ser responsables con nosotros para luego ser responsables con el otro y marcar una diferencia entre la vida laboral y la personal”.
Micromachismos
Otro tema tratado en el libro es el referente a los micromachismos en la empresa. “Cuando ven que una mujer empieza a ocupar cargos importantes, los hombres se preocupan y aprietan el botón de emergencia, pero no de manera muy evidente, sino muy sutilmente, aplicando el sarcasmo o el aparente paternalismo”, cuenta La Madrid sobre el proceso de cambio que se está viviendo en algunas organizaciones ante el avance femenino en los puestos de poder.
Para Miró Quesada, el momento de la mujer coincide con el de la transformación digital. “La mujer siempre ha trabajado en comunidad, en equipo. Ahora la tenemos linda. La mayoría que ocupa la posición de gerente de RR.HH. son mujeres y ellas tienen que ayudar a la sociedad, ayudar a romper ese techo de cristal y fomentar este nuevo liderazgo que se necesita para poder enfrentar esta transformación digital. Por eso creo que es un gran momento”, enfatiza.
El teletrabajo tiene que permanecer
Para Miró Quesada y La Madrid, las empresas que pueden hacer que sus trabajadores se queden en casa deberían permitirlo. “La cantidad de horas que se ahorran en el tráfico puede ser de 60 horas al mes” dice el consultor”. Asimismo, sostiene que en el trabajo remoto hay mayor nivel de productividad. “Cuando uno trabaja presencialmente, trabaja cooperativamente, pero en teletrabajo lo hace colaborativamente. Entonces el trabajo colaborativo es más productivo conceptualmente que el cooperativo”, argumenta.
Miró Quesada, por su parte, sostiene que los gobiernos deberían dar incentivos a las empresas que promueven el teletrabajo. “Debería haber facilidades tributarias para que de esa manera los trabajadores sean más productivos, eficientes, mejor alimentados”, apunta.