En Estados Unidos las se llevan a cabo cada cuatro años, y son los martes después del primer lunes de noviembre. Este año, será el 8 de noviembre, pues hoy es el primer lunes del mes.

Pero, ¿por qué esa particularidad americana de celebrar sus elecciones un martes? ¿Por qué esta tradición inquebrantable durante 171 años? La respuesta los dejará sorprendidos.

Entre 1788 y 1845 las elecciones estadounidenses eran un caos. Cada Estado elegía independientemente su propia fecha para votar y el mecanismo no estaba funcionando.

En esa época la democracia funcionaba así: los votantes elegían a sus "electores", que eran las personas facultadas para votar directamente por el presidente. Estas "elecciones presidenciales" se celebraban el primer miércoles de diciembre.

El desorden electoral para escoger a estos electores provocó que en 1792 se apruebe una ley para que las elecciones federales se realicen dentro de los 34 días anteriores a ese primer miércoles de diciembre, por lo que casi siempre se llevaban a cabo en noviembre.

La poca comunicación que existía en el siglo XVIII hacía a las elecciones una anécdota circunstancial. Es decir, a poca gente le importaba. Pero la invención del telégrafo y la llegada del ferrocarril aceleraron la política estadounidense y obligaron al Congreso a estandarizar una fecha.

En el s. XIX Estados Unidos era aún una nación agrícola. Los ciudadanos se movilizaban a caballo y carruaje, y para votar necesitaban llegar al municipio. Este viaje generalmente implicaba un día para llegar y otro para volver, y la recargada agenda americana abrió el debate.

Las elecciones no podían interferir con las festividades religiosas. Es decir, no podían celebrarse ni viernes, sábado o domingo, pues esos días estaban reservados para la iglesia.

Naturalmente, no podría ser jueves, ya que las 24 horas que duraba el viaje de vuelta interrumpiría el viernes. Y tampoco podía ser lunes, pues eso implicaba viajar en domingo, y no.

Las opciones, entonces, eran martes y miércoles. Y el descarte tenía que continuar.

El último motivo fue más sencillo: miércoles era el día dedicado al comercio, el día de mercado. El único día que le quedaba a la semana era martes, y el Congreso decidió, en 1845, que los martes después del primer lunes de noviembre se celebrarían las elecciones generales de los Estados Unidos de América.