Uruguay quiere seguir “la ruta de descarbonización” al apostar por el hidrógeno verde con la mira puesta en el transporte y la industria, en el marco de un plan piloto para atraer inversiones, según explica a Efe el ministro de Industria, Energía y Minería del país, Omar Paganini.
El hidrógeno verde, una tecnología que todavía está en desarrollo, es “una apuesta importante” para un país como Uruguay, que cuenta con energía renovable “abundante” y busca ser pionero en este tema.
En ese marco, la cartera de Industria, Energía y Minería lleva a cabo este jueves un “data room” virtual, en el que empresas pueden empezar a idear “algún piloto” en el país y conseguir que, a fines de 2021, comience a desarrollarse alguna iniciativa relacionada con el hidrógeno verde.
“En el ‘data room’ queremos precisar más los contenidos de los pilotos, las restricciones con las que pueden existir en el mercado para poder pedir algo que sea viable; por eso el intercambio con las empresas es un proceso previo a un llamado competitivo”, detalla el titular de la cartera.
En concreto, Paganini explica que el hidrógeno verde es “una forma de almacenar energía renovable y transportable” y puede tener varias aplicaciones como la que se hace a través de la electrólisis -proceso para descomponer el agua-, puede combinarse con nitrógeno, puede utilizarse para producir fertilizantes verdes o incluso ayudar a que las cañerías de gas natural dependan menos del metano.
“Lo primero que hay que hacer es desarrollar proyectos pilotos para testearlo, aprender, para generar casos de uso exitosos y a partir de ahí poder expandir la escala. Ese el objetivo”, enfatiza.
Si bien aún no hay casos concretos de empresas interesadas, la idea es que los primeros pilotos no requieran inversiones grandes y apunten a generar flotas de camiones a hidrógeno para transportar materia prima agrícola o algún emprendimiento relacionado a la generación de combustible marino.
“Otra cosa es que queremos transformar a Uruguay en un país exportador de hidrógeno verde, que es la fase siguiente de nuestra ruta. Las inversiones son mucho más grandes porque requieren capacidades portuarias, logísticas, mucha escala de generación de electricidad renovable”, señala.
Aunque es consciente de que, para llegar a esa etapa, se requerirán de varios millones de dólares, del acercamiento de empresas privadas y de una política de Estado a largo plazo como la que ya hubo en el país para cambiar completamente la matriz energética en menos de 15 años, Paganini confía en que se podrá llegar a ello.
Actualmente, Uruguay tiene pocos excedentes de energía que le permiten hacer pequeñas exportaciones a sus vecinos pero no para lograr algo a gran escala, como se pretende.
En concreto, Paganini resalta que en varios lugares como Europa o Japón se apunta al hidrógeno verde para dejar de depender de los combustibles fósiles y, por ello, son mercados interesantes en un futuro próximo.
“Nos imaginamos que en estos cinco años vamos a adquirir el ‘know-how’ suficiente mostrando estos pilotos que tenemos capacidad y siendo visibles a nivel global como pioneros en el uso del hidrógeno para, en los siguientes siete u ocho años, poder desarrollar el negocio de exportación”, opina.
Uno de los casos más reconocidos en el mundo es el chileno, que en noviembre de 2020 lanzó una “Estrategia Nacional de hidrógeno verde”. Al respecto, Paganini señala que ya mantuvo reuniones con su par chileno y, si bien es un ejemplo, Uruguay busca una hoja de ruta propia.
Con el “data room” de este jueves, la idea es la generación de consorcios para cuando se abra el llamado -que se estima será a mediados de año- y así, entre septiembre y octubre, estén los contratos firmados para poner en marcha los piloto en 2022.
Pese a que el foco en este momento está puesto en el hidrógeno, el ministro subraya que el objetivo de movilidad sostenible “va más allá” y debido a eso se busca seguir facilitando el acceso a la energía eléctrica renovable.
“Uruguay tiene cosas interesantes para mostrar, como el desarrollo de la industria de tecnología e información. El futuro es digital y verde y en ambas cosas queremos estar presentes”, concluye.